¿ES TEATRO? ¿O ESPEJO DE LA VIDA?

La compañía de teatro Cuarta Pared ha puesto en escena en el Teatro Echegaray, dentro de la programación del XXXIV Festival de Teatro de Málaga y en formato de teatro circular, una muy interesante pieza de teatro que, con el título de 'Nada que perder', han escrito y dramatizado QY Bazo, Juanma Romero y Javier G. Yagüe y bajo la dirección de este último. Consta el montaje de ocho cuadros y un epílogo, tratando en cada uno de ellos situaciones distintas, pero que enlazadas entre sí, componen un mensaje sobre la pérdida de valores de la sociedad y de instituciones necrosadas por pícaros protocolos y corruptas actividades. Aunque estemos hablando de Teatro, 'Nada que perder' es más un espejo de la vida que una obra de ficción en la que, a la manera de la tragedia griega, dos intérpretes: protagonista y deuteragonista, van dando vida a los personajes y sus dramas, mientras un tercero va comentando al público, en misión similar a la de los coros griegos, y formulando las preguntas que todos nos hacemos cada día ante hechos y conductas que desbordan y degradan las leyes y normas de convivencia de los Estados de Derecho. Una pulcra y brillante puesta en escena, aunque sea en plena huelga de basuras y tres magníficos y versátiles intérpretes, con la genialidad de Marina Herranz, especialmente en la madre corruptora del concejal, sin menospreciar a los brillantes Pedro Ángel Roca y Javier Pérez Acebrón, en los múltiples y variados personajes que encarnan.