
Secciones
Servicios
Destacamos
Julio Portabales
Martes, 16 de enero 2024, 10:01
Todos a lo largo de nuestra vida tenemos problemas que solucionar, obstáculos que evitar, baches que saltar... En definitiva, olas que surfear. En el caso de Sarah Almagro (Marbella, 2000) lo tuvo que hacer tanto figurada como literalmente, un trabajo de superación que ha culminado con un campeonato del mundo en la disciplina de parasurfing en las playas de California, mientras compagina su grado de Derecho en la Universidad de Málaga.
El primer gran oleaje al que se enfrentó la deportista marbellí le vino a los 18 años, cuando todavía no había empezado en la disciplina de surf de manera profesional. Una meningitis meningocócica le arrebató sus cuatro extremidades, le mantuvo varios días en coma y otros tantos meses en el hospital.
En esos momentos solo podía pensar en una cosa: «Salir del hospital». «En mi cabeza no entraba el deporte en ningún momento», recuerda ella. Aunque, si había algo que tenía claro es que «abandonar los estudios no era una opción». Como bien relata, su objetivo principal era tener la vida de «una persona universitaria de 18 años».
Con el paso de los meses, y todavía dentro del centro médico, sus padres le hicieron una propuesta que sorprendió hasta a la propia Sarah Almagro. «Mis padres me plantearon la posibilidad de hacer algún deporte», explica la marbellí. La reacción de la deportista fue de lo más sincera: «¿Se están metiendo conmigo?», se repetía una y otra vez, aunque la propuesta iba muy en serio.
El fútbol fue su primera idea, pero tan rápido como se le pasó por la cabeza la desechó porque «la cosa iba a estar complicada», como resalta ella. Triatlón fue otra de sus opciones, pero nunca llegó a probarlo. Finalmente, su camino se reencontró con el surf, un deporte que de pequeña había estado practicando, y que tras una conversación con una persona que surfeaba en la misma playa que ella le dio la fuerza para volver al agua.
«¿Cómo voy a subirme si necesito las manos para agarrarme y los pies para patalear?», se preguntaba ella el primer día que se enfrentó a la tabla de surf. Con el tiempo y la práctica, lo que en un principio tardaba minutos pasaron a ser segundos y en poco tiempo empezó a competir hasta el día de hoy.
«Es difícil compaginar el deporte con la universidad», afirma con contundencia Sarah Almagro cuando se le pregunta por la dificultad de poder llevar a cabo su deporte con el grado de Derecho en el que se encuentra matriculada en la Universidad de Málaga.
El Estatuto del deportista de la UMA, en el que se encuentra reconocida como tal la surfista marbellí, le debería proporcionar una serie de derechos con respecto a la flexibilidad de los horarios, la posibilidad de aplazar exámenes, prácticas… En resumen: ajustar las entregas a la competición y entrenamientos de los deportistas. Sin embargo, Almagro cree que esto es una utopía. «Muchos profesores lo hacen, pero hay algunos que no. Antes de un Europeo he tenido que estar yendo a clase y haciendo las prácticas, porque si no, la profesora me mandaba directamente a julio. Es decir, la segunda convocatoria, ni la primera».
No es un problema de la Universidad de Málaga, simplemente, como explica ella, sino que además afecta a muchos puntos de España: «Es una pena que haya un montón de deportistas españoles, y sobre todo malagueños, que son muy buenos consiguiendo pódiums y para los profesores parece que en vez de ser un orgullo somos un auténtico estorbo».
La estudiante de Derecho también se ha percatado de la influencia que tienen los profesores en el interés de los estudiantes en las asignaturas. En su caso personal, no termina de comprender cómo ella tiene que recorrer «una hora de camino» hasta la facultad y al llegar se encuentra a «un profesor que se sienta y lee las diapositivas del PowerPoint».
«Luego hay profesores que a lo mejor la asignatura en sí me parece un tostón, pero ellos hacen que me guste. Esos son los profesores buenos y por los que merece la pena madrugar», comenta la deportista malagueña.
La dificultad de no ir con asiduidad a las clases le ha afectado también en el plano social con sus compañeros de clase. La malagueña reconoce que le ha «costado» poder relacionarse con sus compañeros, pero que a su vez ha tenido algunos que «le ayudan» y le «echan una mano» en lo que pueden.
Sobre su futuro profesional es bastante tajante. El surf ahora mismo es su prioridad y el «seguir compitiendo» es lo que más ilusión le hace en este momento de la vida, antes que ejercer la profesión del grado que está estudiando. Una decisión que, aunque es rotunda en estos momentos, no es definitiva ni mucho menos: «A día de hoy es lo que he pensado. Quizás mañana me dé por ponerme, pero a día de hoy es mi decisión». «La cosa cambia mucho y ahora tengo un montón de proyectos», explica Almagro.
No es para menos la decisión en el ámbito laboral que ha tomado Sarah Almagro con respecto a su futuro. Y es que el 2023 para la malagueña fue un año lleno de éxitos en el plano deportivo.
Se podría decir que ha sido un año bastante especial y crucial en su carrera. «La triple corona», como ella la denomina, era el objetivo que tenía entre ceja y ceja, y que con esfuerzo y convicción lo ha convertido en una realidad: Nacional, Europeo y Mundial.
Con los Campeonatos Nacionales y Europeos en el bolsillo durante el primer tramo de 2023, su culmen deportivo llegó con el ansiado Campeonato del Mundo en las playas de California. Algo con lo que Almagro soñaba desde hace tiempo y que a «la tercera fue la vencida», cómo manifiesta.
Los ISA World Parasurfing Championship 2023 celebrados en Los Ángeles han sido «un sueño» para ella, donde la cultura del surf está mucho más potenciada que en el continente Europeo. Aunque reconoce también que ha habido aspectos dentro de la competición que no han sido de su agrado. La mala «organización y comunicación» que se ha producido por parte de la Federación ha sido una losa muy «difícil de gestionar» para la actual campeona del mundo, que a pesar de lo ocurrido se encuentra «satisfecha» por su primer campeonato mundial.
La ambición no frena a la surfista, que en este 2024 tiene en el punto de mira volver a repetir el triplete. «Mi objetivo siempre es superarme año tras año, y para eso quiero competir contra las mejores», concluye.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.