La puesta en valor de la educación
Actualidad. Los organizadores de la Semana Cultural de la facultad hablan sobre sus experiencias y denuncian la censura a su charla sobre diversidad y salud afectivo-sexual
BLANCA DUQUE SERRANO
Martes, 11 de mayo 2021, 00:03
La educación se presenta como la base con la que se encamina al ser humano. En la Universidad de Málaga existen alumnos que buscan crear ... un cambio y aportar todas las herramientas necesarias para ello. «Realmente el futuro es la sociedad y si no empezamos a preocuparnos por ella, a crear personas y no robots o títeres, nos vamos a quedar sin un espacio cómodo para todos y todas. Vamos a encontrarnos con que estamos solos y no sabremos apreciar el contacto humano», sentencia Daniela Cervetto Natera (23 años), Presidenta del Consejo de Estudiantes de la Facultad de ciencias de la Educación.
Durante la semana pasada, del 3 al 7 de mayo, Ciencias de la Educación acogió la Semana Cultural 2021. Fue un evento dedicado al crecimiento de los estudiantes en la distintas materias. Todas las charlas fueron diseñadas por el Consejo de Estudiantes y el Grupo de Orientación Universitaria (GOU), en colaboración con su Facultad. La idea de que lo realicen los estudiantes es porque el alumno mira por su formación y por el futuro del resto de sus compañeros. «La educación es un proceso en el que estás constantemente aprendiendo y talleres como estos son interesantes para asistir», informa Daniela Cervetto.
La plataforma de Youtube donde suben todas las ponencias que se han permitido grabar notificó a los estudiantes de una alerta por contenido inapropiado en la charla de 'Diversidad y salud afectivo-sexual'. Lo que era un espacio destinado al desarrollo de conocimiento y la visibilidad sufrió una situación que denuncian abiertamente.
Alba Jiménez: «La educación nunca acaba, hay que ir perfeccionando poco apoco el perfil docente»
Daniela Cervetto expone: «Esta actividad habla de cosas que son partes del cuerpo humano, trata el tema de género, comenta la importancia de sentirse bien con uno mismo, de cómo somos las personas, cómo queremos ser y si siempre hemos de ser el mismo tipo. Que las propias plataformas intenten censurar algo así nos parece una falta de respeto importante. Ya no es solamente para los organizadores, sino para las personas que viven esto, a quienes lo han realizado, a quienes han asistido a la charla, a las personas que en un futuro lo vean, o a la gente que se siente identificada». El vocal del Consejo de Estudiantes, Ángel Córdoba Domínguez (18 años), considera que es una ofensa contra el ser humano.
Los días se destinaron a temas de actualidad y a las principales inquietudes que el alumnado había comentado durante años al Consejo de Estudiantes. Para Alba Jiménez Lovillo (23 años), maestra de educación infantil y miembro del GOU, el beneficio de estas charlas es que han sido de acceso ibre y no está impuesta a los asistentes. Además, considera que es un espacio donde el estudiante puede perfeccionar su identidad profesional con el resto de compañeros, en lugar de asistir a cursos externos de manera individual. «Te invitamos a venir, somos alumnado, somos estudiantes y esto es una carrera de fondo. La educación nunca acaba, hay que ir poco a poco perfeccionando el perfil docente. Esto es para ir perfeccionando pero juntos desde la Facultad», añade.
Las inscripciones han sido muy pocas y la asistencia en directo ha dejado un mal sabor de boca a los encargados. «No te voy a mentir, esperábamos más. Estábamos muy deprimidos porque ha sido un trabajo muy duro y no veíamos inscripciones por ninguna parte. Incluso pensamos en cancelar algunas ponencias», declara la presidenta del Consejo. «Hemos tardado mucho en la difusión», confiesa Alba Jiménez. También se comenta el desinterés de algunos estudiantes, ya que no se dan créditos ni certificados por la asistencia. Creen que esto deriva de la intención de acumular méritos y no de asistir solo por adquirir formación. Sin embargo, les han llegado críticas positivas y mensajes de interés por las jornadas. El equipo se puso manos a la obra para atender a quienes se ponían en contacto con ellos y les proporcionaron los enlaces de Youtube donde pueden consultar todo lo impartido. «Lo puedes seguir viendo, ¡no te has perdido la oportunidad de crecer en esta área!», exclama Daniela Cervetto.
La planificación
La organización de un acto de esta envergadura les ha resultado todo un reto que han sabido sacar adelante. Gestionándolo todo de forma muy precipitada consiguieron movilizar a nueve miembros que se dedicaron plenamente a la planificación de un total de once actividades, diez de ellas realizadas por tramos horarios, excepto la de naturaleza.
Las principales complicaciones para la gestión de la Semana Cultural estaban relacionadas con la búsqueda de asociaciones y los convenios pertinentes para que no supusiera todo un gran coste añadido al presupuesto inicial. «Si quieres mostramos el registro de llamadas a Barcelona, a Tenerife, o el grupo de WhatsApp que hemos creado, los córrenos electrónicos o el estar recibiendo mensajes hasta el mismo día de antes de cada charla», comenta Alba Jiménez para hacer entender cuánto trabajo ha supuesto.
Gracias al esfuerzo del Consejo de Estudiantes y el Grupo de Orientación Universitaria se presentó un programa compuesto por talleres de oratoria, elaborado en colaboración con el Club de Debate de la UMA; talleres de lengua de signos, con la participación de Juan Luis Luque (miembro del Servicio de Interpretación en Lengua de Signos de España); charlas sobre conciencia hacia el voluntariado, con la colaboración de la Asociación Malagueña Trans y Cecilia; charlas sobre visibilidad de la inclusión en el ámbito universitario, impartida por Paula Vázquez y Alfonso Moreno; talleres de diversidad y salud afectivo-sexual, en colaboración con la Asociación Apoyo Positivo; charlas de lenguaje inclusivo, realizado por Esther Mena (doctora de la Universidad de Málaga); ponencias sobre contribución a congresos, de Juan Leiva; charlas sobre trastornos del espectro autista, impartidos por Regina Alcántara y Lucía Rey Asociación Malagueña de Síndrome de Asperger y TEA (AMPSA); charlas sobre el polémico pin parental y jornada de educación en la naturaleza y un concurso para los más creativos.
«No tenemos que deshumanizar la educación», dice Alba Ramos Solano (26 años), miembro del GOU, para explicar cómo estas ponencias ayudan a encaminar al estudiante hacia una esfera más cercana.
Las jornadas de naturaleza han contado con la participación de escuelas de toda España: tres de Madrid, una de Tenerife, una de Sevilla, una de Cadiz, dos de Málaga, una en Lugo y otra en Barcelona. La mayor parte de sus actividades educativas de los centros citados se realizan al aire libre, un movimiento que estaba antes del Covid, pero que a raíz de la pandemia se ha extendido mucho más. «En los grados y titulaciones de la Facultad se dan pinceladas de este movimiento como uno de los muchos modelos educativos activos contrapuestos a lo que es lo tradicional, y hemos pensado que estaba muy bien brindarle un día entero de visibilidad», explica Alba Jiménez.
La intencionalidad de la Semana Cultural es ampliar las posibilidades de los educadores o de las personas que puedan vivir situaciones similares en cualquier ámbito de su vida. Creen que hay que poner en valor lo que se realiza en su formación. «No nos ponemos siempre 'tutús' en la Facultad de Ciencias de la Educación», critica Alba Jiménez. Algo que comparte su compañera Daniela Cervetto, quien la completa: «Educación Infantil no es solamente hacer un collar de macarrones, es crear personas y crear un pensamiento crítico».
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