Los primeros pasos en la UMA este curso son 'virtuales'
Inicio de clases. La Universidad de Málaga ya ha dado el pistoletazo de salida en la mayoría de los grados con el protagonismo de lo 'online'
cristina pinto
Martes, 29 de septiembre 2020, 00:14
Ahora ya sí que sí la Universidad de Málaga comienza a estar en movimiento. Ayer, las facultades siguieron abriendo sus puertas, aunque en este ... curso atípico, la mayoría de manera 'online'. La pasada semana algunos de los alumnos de Educación, Medicina, Arquitectura y Ciencias ya iniciaron su andadura en el curso 2020/2021 y otras facultades dieron el pistoletazo de salida ayer lunes. Las que más tardarán en dar inicio a su curso serán la Facultad de Comercio y Gestión (mañana), la ETSI de Telecomunicaciones y Bellas Artes (1 de octubre) y Ciencias de la Comunicación será la última en dar la bienvenida a los alumnos el día 5 de octubre.
Este inicio de la temporada universitaria está marcado y protagonizado por las nuevas medidas adoptadas por los tiempos de pandemia. Y es por eso que no todos los alumnos han podido acudir ya a las instalaciones del Campus de Teatinos o El Ejido para tomar nota de apuntes. Según lo ha querido cada facultad dentro del nuevo modelo de enseñanza 'online' y presencial, la mayoría de las primeras clases van a ser y han sido 'virtuales', por lo que los alumnos de nuevo ingreso aún tendrán que esperar para vivir la experiencia de las aulas universitarias. Ahora en las presentaciones con los compañeros y profesores los protagonistas son los cambios de pantalla en 'Google Meet' para escuchar y conocer a los que estarán juntos durante toda una carrera.
Después de que este nuevo modelo de enseñanza se presentase como novedad inesperada en el mes de marzo, vuelve un nuevo curso que se presenta atípico, pero en el que todo el personal de la UMA, profesores y alumnos están poniendo de su parte para que seguridad, salud y enseñanza puedan ir de la mano durante los siguientes meses.
Pedro José Bonilla, estudiante de Trabajo Social
«Conozco a mis compañeros a través de 'WhatsApp'»

Con el ordenador recién apagado después de su primera clase de 'Introducción e historia del Trabajo Social', Pedro José Bonilla ya deja atrás los nervios del primer día. Al inicio de la clase no encontraba el enlace, finalmente lo pudo conectar y ya todo fluyó bien. Es su primer año como universitario y, a pesar de haber vivido ya la enseñanza 'online' al final del curso pasado, la UMA es un lugar totalmente nuevo para este malagueño.
Desde Rincón de la Victoria, ayer bien temprano ya se encendía su ordenador para empezar a las diez de la mañana su andadura estudiando Trabajo Social, una carrera que el joven rinconero comenzó a plantearse estudiar desde el primer curso de Bachillerato. «Yo no lo tenía claro, pero en una conversación con amigos empezamos a hablar de esta carrera, empecé a investigar y me gustó. Es una carrera que tiene como objetivo ayudar a la gente y eso siempre me ha llenado», apunta el universitario.
Los tiempos de Covid-19 han hecho reinventarse en la UMA y no solo en la forma de aplicar la enseñanza, sino en la forma de relacionarse. Desde hace ya varios años atrás, a través de las redes sociales, los alumnos de nuevo ingreso se iban poniendo en contacto entre ellos para ir conociéndose antes de arrancar el curso. Y este año sigue haciéndose y con más motivo aún: las relaciones entre los compañeros no van a ser presenciales en las aulas en el día a día. Este malagueño fue el creador del grupo de Trabajo Social de este año, así lo cuenta: «Otros amigos me contaban que tenían grupos de 'WhatsApp' y yo pensé en hacer uno de mi clase. Como conocía a dos niñas hice el grupo y empezamos a buscar a gente para ir añadiéndoles y ya estamos la mayoría ahí. Ya nos hemos ido conociendo porque nos hemos dado nuestro 'Instagram'», argumenta.
Nuevas formas de conocerse
Respetando las normas de seguridad y protocolo del Covid-19, pero los nuevos estudiantes ya tienen ganas de verse las caras. «En esta primera semana queríamos quedar aunque fuese en grupos pequeños», señala Bonilla. Le ha tocado vivir un primer año universitario diferente, pero asegura que lo tiene «asumido». «Yo sabía que teníamos que mentalizarnos, que no iba a ser como otros años, hay que acostumbrarse», añade el rinconero. Además, entiende que el modelo de enseñanza elegido para el nuevo curso universitario es el más adecuado para los tiempos que corren. «Con todo lo que estamos viviendo hacerlo así es la mejor opción porque tenemos garantizado dar clase y tener a los profesores disponibles», comenta.
«Con todo lo que estamos viviendo, hacerlo así es la mejor opción», asegura el rinconero
Esta semana en la primera toma de contacto, la clase de Trabajo Social de Pedro José Bonilla tendrá todas sus clases 'online', mientras que la semana que viene ya podrán dar sus primeros pasos en las aulas de la UMA, tal y como asegura el estudiante. «A partir de la semana que viene vamos turnándonos y ya nos toca al grupo de mañana ir presencial», explica.
Este joven de 18 años ya tiene experiencia en la enseñanza virtual. «Ya casi que estoy acostumbrado y le he cogido el truco a todas esas aplicaciones de videollamadas y a 'Google Meets'», apunta. El curso pasado, justo en la recta final de Bachillerato, llegó el confinamiento y con él los cambios en la enseñanza. «Cuando nos pasó no sabíamos qué iba a pasar y estuve un tiempo agobiado hasta que nos aclararon el tema de selectividad», recuerda Bonilla.
Pero ya una vez resuelto el tema se tranquilizó y pudo salir adelante con segundo de Bachillerato y PEvAU. Aunque al principio lo recuerda «como un caos». «Muchos profesores no sabían, fallaban también las páginas para conectarnos y eso me cansaba mucho. Pero ahora es cuestión de adaptarse hasta el momento que llegue la enseñanza completamente presencial otra vez», destaca el estudiante. En lo que al virus se refiere, este joven no descarta que pueda llegar un segundo confinamiento: «Cuando vas por la calle parece que no nos ha servido de nada todo lo que hemos pasado. Tengo asimilado que podemos volver», asegura Pedro José Bonilla.
Ahora, este joven que vive en Rincón de la Victoria, cuando tenga clases presenciales tendrá que trasladarse al Campus de Teatinos, pero para eso también se desenvuelve vía móvil. «Hay un grupo con los universitarios que van desde aquí hasta Teatinos. Lo que haré es coger el autobús y a la vuelta intentar venir con alguno de ellos», explica. Ahora mismo, Pedro José Bonilla está repleto de ganas por seguir avanzando en esta etapa universitaria y ver cómo van transcurriendo las cosas, aunque apunta que vivir estos momentos de la enseñanza le ha ayudado a «ser autodidacta». Una cualidad con la que las nuevas generaciones está claro que van a llegar pisando fuerte. Son tiempos de reinventarse.
Cristina Alcántara, estudiante de Educación Infantil
«Llevaba mucho tiempo esperando este momento»

Esto era todo un sueño para Cristina Alcántara y ha llegado, en tiempos difíciles, pero ahí está. Tras haber estudiado Técnico de Actividades Físico-deportivas en el Medio Natural (TECO) y Técnico Superior en Enseñanza y Animación Sociodeportiva (TAFAD) afianzó aún más su pasión por enseñar y tratar con los más pequeños. Tenía 21 años y al terminar sus prácticas de monitora la idea de querer estudiar Educación Infantil no paraba de rondar en su cabeza: «Desde ahí me di cuenta que esa era mi vocación, eso que dicen de 'encuentra el trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida', pues eso siento yo cuando doy clases a los pequeños», aclara entre sonrisas esta nueva universitaria.
Ahora, con 25 años, ve cada vez más cerca su meta. Ayer tuvo sus primeras clases como estudiante de Educación Infantil y asegura estar «muy contenta». «Llevaba mucho tiempo esperando este momento», confiesa. Ya para el curso pasado realizó las pruebas de acceso a la Universidad pero se quedó en la lista de espera. «Me quedé fuera por poco y este año me lo preparé mucho mejor, aunque tenía un poco de incertidumbre porque las notas habían subido mucho», explica la joven. Pero, cuando llegó ese esperado momento aquella noche de verano, esta estudiante reconoce que fue emocionante. «Se me escapó alguna que otra lágrima (suspira y sonríe). Por fin lo había conseguido, necesitaba entrar en esta carrera», asegura.
Esta joven antequerana ya dio ayer el pistoletazo de salida desde el 'aula virtual' de la UMA. Cristina Alcántara no ha vivido los últimos meses del pasado curso con clases 'online', por lo que este método es una forma de enseñanza totalmente nueva para ella. «No conocía mucho de las páginas, al principio me he liado un poco, pero terminaré acostumbrándome», aclara la estudiante.
Pero, a pesar de todo, la experiencia del primer día fue superada con creces. Sobre sus compañeros, asegura que «no conoce a nadie en persona». «Aunque durante la primera clase he podido conocer solo a nueve de mis compañeros, porque en la pantalla no me aparecían más», cuenta la anécdota entre risas. Además, en su grado les han dividido en subgrupos para trabajar durante todo el primer cuatrimestre. «Normalmente los hubiéramos elegido nosotros, pero ahora para estos primeros meses han sido por orden de lista. Ya en el segundo cuatrimestre cuando nos conozcamos más nos dejarán cambiarnos», añade la futura profesora.
«Son muy gratificantes las clases de natación y atletismo a los más pequeños», detalla la antequerana
Esta forma de arrancar en la universidad no es la esperada por ningún estudiante y así lo piensa Cristina Alcántara también: «Va a ser todo más frío, me da pena no poder vivir la universidad como hubiese podido otros años. Pero bueno, como tengo que trabajar también por otro lado me favorece algunas veces quedarme en casa», justifica la estudiante. Para ella, la edad de entrada a la UMA no es ningún problema, ya que confiesa que «en los módulos que estudiaba estaba con gente más pequeña y en mi trabajo con gente mayor». «Creo que llegar ahora a la universidad también me ha dado la experiencia que antes no hubiese tenido y el tener las ideas claras sobre lo que quiero realmente ser en un futuro», resalta.
Sus dos pasiones
Hay algo que también forma parte del día a día de esta joven: el deporte. Durante las tardes trabaja como técnico deportivo en el Complejo Deportivo Universitario de la UMA: «Mi trabajo y el deporte son una parte muy importante de mi vida», asegura Cristina Alcántara. Aquí también se dio cuenta de que su pasión por los niños se unía a su pasión por el deporte.
«Comencé a dar clases de natación y de atletismo a los más pequeños. Disfrutaba con ellos, viendo cómo aprenden... Es muy gratificante ver cómo hacen las cosas que tú les vas enseñando», afirma la universitaria cuando cuenta cómo eran sus clases con los pequeños de hasta 6 años. «Ahora hemos tenido que parar las clases para los pequeños porque no podemos tener contacto con ellos ni nada, pero espero pronto poder volver», añade.
Esta nueva estudiante de la UMA cumple ahora su sueño y lo hace en sesiones intensivas todos los días: por las mañanas formación educativa y por la tarde la enseñanza con su pasión por el deporte. Sin duda, dos disciplinas que se compenetran perfectamente y que amplían aún más los conocimientos de esta futura profesora. «Ahora voy a aprender muchas cosas más y me voy a dar cuenta de las que tengo que mejorar día a día», reflexiona.
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