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A la izquierda, Ana Isabel Cerezo, junto al doctor Díez Ripollés, a quien sustituyó al frente del Instituto de Criminología de la UMA Crónica
Una nueva forma de control en las relaciones de pareja juveniles

Una nueva forma de control en las relaciones de pareja juveniles

'Ciberstalking'. La profesora de Derecho Público Ana Isabel Cerezo y la doctoranda Remedios García estudian el acoso a través de las nuevas tecnologías entre los jóvenes

CLAUDIA ARANDA

Martes, 23 de febrero 2021, 00:02

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Analizar el fenómeno del 'ciberstalking' en las parejas o exparejas de jóvenes es el objetivo principal del proyecto que dirige la profesora de Derecho Público y experta en Criminología de la Universidad de Málaga Ana Isabel Cerezo. La docente, que durante toda su carrera académica ha trabajado sobre todo temas relacionados con criminalidad y mujer, explica que esta investigación surgió por el interés en conocer qué está ocurriendo en delitos relacionados con la violencia de género, pero también con la aplicación de las nuevas tecnologías. Además, ella misma dirige una tesis doctoral sobre esta temática cuya doctoranda es Remedios García. «A mí personalmente no me gusta entender el fenómeno del 'ciberstalking' como acoso, porque es un término muy genérico, sino más bien como acecho», apunta la doctoranda. Este fenómeno, que comprende acciones de control y persecución de personas a través de las nuevas tecnologías, no solo se da entre parejas y exparejas; también puede ocurrir entre amigos o incluso entre desconocidos.

«Nos interesa saber cómo está respondiendo ahora mismo el sistema jurídico penal a estos delitos, cuando son denunciados ya están llegando a los juzgados y ya estamos viendo algunas respuestas, pero no siempre se denuncian», cuenta Ana Isabel Cerezo. Por eso considera que una de las claves para prevenir estos casos es la educación, además de la tarea de concienciación para que la juventud comprenda que el acecho y control por redes sociales debe denunciarse: «Hay que reducir la cifra negra». En los datos registrados hasta ahora para la investigación se han encontrado víctimas de hasta 14 años -el estudio recoge casos de personas de hasta 25 años-. «Una niña de esta edad recibe este tipo de conductas y no sabe cómo actuar. Hemos detectado que es una forma de violencia de género casi invisible para las jóvenes, no se denuncia en muchos casos porque para ellas es algo común y normal», cuenta Remedios García.

Aunque a priori pueda parecer que estas conductas no suponen un problema grave, la doctoranda explica que, si se van aceptando estos comportamientos, posteriormente pueden incurrir en agresiones graves como violencia psicológica o incluso física. «El control no podemos decir que sea un caso de ciberacoso, pero sí que es un paso previo: el estar mirando a tu pareja el móvil o controlando a quién sigue en 'Instagram' o a quién le da me gusta. Que da paso luego a que puedan aprovecharse de eso y realizar situaciones de acoso cuando termine la relación», expone Ana Isabel Cerezo.

«Hay que advertir a los más pequeños de que escribir un tuit o un mensaje por Whatsapp puede tener consecuencias»

Cuestionario a estudiantes

Para la investigación se ha realizado un diseño metodológico en el que se combinan técnicas cuantitativas y cualitativas. En primer lugar, se realizó un cuestionario a 551 estudiantes de todas las facultades de la UMA. En este cuestionario se analizaban comportamientos de control y de acoso directo, además se preguntaba tanto si habías recibido acoso como si habías acosado. «De momento nuestro análisis nos dice que no podemos determinarlo como violencia de género porque es bastante bidireccional, tanto en control como en agresión directa», apunta Cerezo.

El cuestionario puso en evidencia que la forma de acecho más común es el control: estar atento a la última hora a la que se conectó tu pareja, mirar los me gusta que da y que recibe, controlar los seguidores o vigilar con quién habla. Respecto a la metodología cualitativa, la docente comenta: «Lo que queríamos hacer era entrevistar a víctimas de ciberacoso y la verdad es que nos encontramos con un problema porque encontrábamos víctimas pero no querían ser entrevistadas, fíjate el tabú». Por ese motivo recurrieron al Ministerio del Interior que les ha dado acceso al Sistema VioGén, un sistema de recopilación de todas las denuncias a nivel nacional relacionadas con violencia de género.

«Todas las comisarías de la Policía Nacional y los puestos de la Guardia Civil en España tienen el mismo sistema de recopilación de denuncias de tal forma que el policía le hace una 'semientrevista' a la persona que va a denunciar y, dependiendo de cuáles sean las características que le cuenta, ya directamente el sistema le dice las medidas que tiene que adoptar», narra Cerezo. La doctoranda Remedios García se encuentra actualmente recopilando datos sobre denuncias por ciberacoso desde 2016 en la Subdelegación del Gobierno.

«Los casos que he revisado de momento indican que son muy pocas las ocasiones en las que solo se denuncia 'ciberstalking'. También es cierto que ahora mismo como solo voy recogiendo datos me baso en lo que los Cuerpos de Seguridad del Estado expresan en el sistema VioGén, todavía no he leído sentencias ni el atestado policial», explica García.

Consecuencias

La doctoranda explica que las principales consecuencias del 'ciberstalking' o acecho a través de las nuevas tecnologías son prácticamente las mismas que cuando se da otro tipo de violencia de género. «Hay investigaciones que hablan de que las chicas se avergüenzan más por el tema de que a veces estas agresiones son públicas, por lo tanto pueden tener más consecuencias psicológicas», afirma. La profesora Ana Isabel Cerezo sostiene que, en el caso de amenazas o agresión directa, son comportamientos que antes se realizaban en la vida real, pero que ahora al tener a mano las nuevas tecnologías se facilita la comisión del delito a través del anonimato. «El acosador o la acosadora se cree que es anónimo, que esto es impune, pero es totalmente falso porque todo tiene consecuencias. La policía sabe cómo perseguirlos», añade.

Es por ello que cree fundamental la educación tanto en igualdad como en el buen uso de las nuevas tecnologías. «Hay que advertir a los más pequeños de que escribir un tuit o un mensaje por 'Whatsapp' puede tener consecuencias, que la policía cada vez está más atenta a estas cosas», explica Cerezo. Añadiendo que, por otra parte, también hay que incidir en concienciar a las personas que reciban acoso de que deben denunciarlo. «Es difícil, si las víctimas son muy pequeñas a veces no se dan cuenta. Si las conductas son durante la relación, las justifican con los celos o diciendo que es porque las quieren», argumenta García. Haciendo hincapié en que, en este caso, los mitos del amor romántico son muy culpables.

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