Chat GPT, cara y cruz en la educación
La Inteligencia Artificial ha llegado a las aulas y se ha convertido en una herramienta de controversia entre el ámbito universitario
Alex Dorgo
Martes, 28 de noviembre 2023, 10:07
Ya no hay chuletas. Tampoco preocupaciones, sino una manera más eficaz de ahorrar tiempo y quebraderos de cabeza. Su nombre es Chat GPT y es una realidad dentro del panorama educativo. Cada vez son más los estudiantes que utilizan esta herramienta para resumir cualquier documento o tener la respuesta a prácticamente cualquier tema en apenas unos segundos.
Chat GPT se define a sí mismo como «un modelo de inteligencia artificial desarrollado por OpenAI, capaz de generar textos similares a los humanos basándose en el contexto y en conversaciones anteriores». De hecho, ha llegado al extremo de poder generar imágenes a través de Microsoft Bing, algo que se ha hecho viral en las redes sociales. A través de una descripción detallada se puede crear desde una portada de película de Disney hasta un estadio de fútbol en forma de colmena. El abanico es amplio, pero los límites parecen quedar a lo lejos.
De hecho, sus trabajadores están trabajando para desarrollar y compartir una nueva versión de esta herramienta: Chat GPT-4. Se puede utilizar a través de una suscripción mensual de 20 dólares y permite la interacción con las opciones que ofrece el motor. Va más allá y ha sido entrenado para imitar con mayor exactitud el lenguaje humano, incluso llegando a aplicaciones como Duolingo. La diferencia es tan abismal que este modelo multiplica 600 veces los parámetros de su antecesor.
La IA coge asiento
Este artilugio se ha instalado en la Universidad de Málaga con total normalidad, sin apenas levantar revuelo en las aulas. Los estudiantes han iniciado sesión bajo la atenta mirada de los profesores, que recogen diversas opiniones sobre las ventajas y desventajas de Chat GPT. No obstante, se ha convertido en una vía que llega incluso a suscitar curiosidad en aquellos que lo reciben debido a la larga lista de opciones que maneja en su modelo.
Es un universo con datos ilimitados. Esa pequeña pausa que permite aligerar trabajo y estrés, siempre que se use de forma justa. Sin embargo, y como todo en la vida, posee una cara negativa que puede afectar al rendimiento de los alumnos. Y es que, al igual que puede resumir una información en segundos, tiene la capacidad de provocar un excesivo acomodamiento en los mismos: «Puede ser que te vuelvas más vago a la hora de hacer las cosas y no te compliques la vida», afirma Alejandro Pardo, estudiante de Informática.
El gran fallo que puede caer sin hacer ruido es la negligente confianza en este aparato. Aunque se postula como una de las mayores preocupaciones de los profesores, los universitarios reconocen dudar sobre la procedencia de la información: «Muchas veces es errónea porque al fin y al cabo es un robot, no es una persona con conocimientos», asegura Andrea Real, estudiante de Derecho. Al ser un programa hecho para resolver dudas, más de uno no se ha parado a contrastar si la información es veraz. En la mayoría de los casos, los datos proporcionados por Chat GPT se limitan a septiembre de 2021, por lo que la propia web recomienda visitar páginas oficiales para poder resolver esta carencia.
Lo cierto es que este utensilio se ha convertido en un salvavidas para los jóvenes. «Si es de una manera positiva creo que es buena herramienta ya que facilita el aprendizaje, considero que te puede ayudar bastante si te quedas atascado y no tienes nadie al que acudir», apunta Andrés Moya, graduado en Marketing Internacional y Comercio. Además, reconoce haberlo utilizado «para que fuese como una guía».
Y es que debe servir de apoyo, como primer paso a la hora de realizar sus trabajos y no para quitar esfuerzo: «Está bien para tener una base y que te ayude con la información que tengas de antes», asegura Marta Fernández, estudiante de Traducción e Interpretación.
Los universitarios demuestran estar concienciados sobre sus ventajas y desventajas: «Te da muchísima información que a lo mejor en internet no está y que literalmente te pone todo lo que puede y más», señala Fernández. Además, resalta la necesidad de regular su empleo para no caer en un hábito negativo: «Yo creo que no deberíamos usarlo siempre porque no haces ningún esfuerzo en buscar por ti mismo», continúa.
Plagio
El enemigo no es el plagio, ese temor que dificulta la conexión entre profesor y alumno y que actúa como si Halloween perdurara con el tiempo. Posiblemente sea la palabra más concurrida y la alerta que previenen los docentes a través de herramientas que detecten el Chat GPT: «A mí siempre me han dicho en clase que todos los trabajos se miraban para que no tuvieran plagio», dice Real, que desmiente este uso: «Se piensan que lo utilizamos para hacer un 'copia-pega', cuando luego realmente no es así».
Si el colectivo universitario entiende su uso y el profesorado amolda sus clases, la enseñanza tiene las medidas justas para cocinar un nuevo capítulo en su historia. Por este motivo es tan importante como necesario que la educación evolucione en la misma sintonía que las nuevas tecnologías. Tan importante como necesario afianzar su uso en las aulas, mostrar sus beneficios y emplearlo como un aditivo a la enseñanza. Y para cumplir estas premisas no sólo se requiere conocer los avances, sino una sinergia, un buen 'feedback' entre ambas partes.
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