Polémica en el barrio de La Colina de Torremolinos por el plan para «retirar» 14 árboles
Vecinos recogen unas 250 firmas en papel y tratan de frenar las intenciones municipales, que, como deja claro el Ayuntamiento, no contemplan la tala bajo ningún concepto y pasan por trasplantar los ejemplares para ejecutar mejoras en la calle Corelli, afectada por el crecimiento de las raíces
Son 14 ejemplares de gran porte de Liquidámbar styraciflua; Ficus microcarpa y Magnolia grandiflora que, según María, «llevan toda la vida dando sombra en la ... calle Corelli», en La Colina, de Torremolinos. La mejora de esta vía, incluida en el plan municipal de asfaltado que está en marcha, prevé su retirada o trasplante, como denuncia. Ante el temor a que ocurra, esta y otros vecinos, comenzaron a movilizarse y así recogieron 245 firmas en papel que, junto con un escrito, fueron remitidas a Parques y Jardines y a los grupos municipales.
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«La reforma de la calle es importante y necesaria. Queremos una vía renovada, segura y accesible, pero no a costa de eliminar un patrimonio verde insustituible», razonan en la prolija alegación dirigida a la Administración local. Sostienen, apoyados en la Organización Mundial de la Salud, directivas de la UE o manuales ministeriales o de la ONU, que, además de suponer un perjuicio para la zona, al aumentar la temperatura ambiente inmediatamente, aunque la intención anunciada por el Gobierno local sea la de salvar estos árboles, con su reubicación, las evidencias dejan claro que esta alternativa supondrá, a la postre, su muerte.
Al respecto, la Administración municipal indica que la calle Corelli es una de las intervenciones de mayor volumen dentro del proyecto que se desarrolla en el casco urbano, al contemplar el arreglo de más de 3.000 metros cuadrados de firme, con un coste estimado que irá de los 80.000 a los 100.000 euros; los árboles y la reparación del acerado ascenderán a 35.000, como se detalla.
«Yo tengo un árbol en mi casa, que no puedo tocar, no me deja el Ayuntamiento, pero ellos sí, no lo entiendo», resume Daniel, otro de los vecinos que considera que, al igual que en La Alameda de Málaga, lo que tendría que hacerse es articular soluciones como «encofrar» las raíces, para limitar su crecimiento y, una vez dado este paso, arreglar la calle. Sobre el mantenimiento de esta arteria, además, lamenta que ha brillado por su ausencia desde hace años, sin que ni siquiera esté asfaltada, ya que el firme está formado por placas de hormigón. Además, recuerda que no es la primera vez que los árboles de esta parte de Torremolinos se ven amenazados, ya que, como apunta, el pasado año, fueron talados algunos ejemplares junto a las vías del tren. Este hecho generó polémica política, al denunciarlo IU-Podemos, que, incluso, trasladó la tala al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil.
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«Estos árboles son enormes, necesarios y que crean mucha sombra. Este es el lugar donde aparcamos nuestros coches y donde juegan nuestros hijos. Debe haber maneras de salvarlos. No están dañando la zona peatonal. La acera está completamente recta. La calle está ligeramente levantada, sin embargo, se pueden aplicar ciertos mecanismos para que las raíces crezcan en dirección opuesta», insiste Anna.
El equipo de Gobierno, que deja claro que en momento alguno se ha planteado la tala, explica que, al quedar pequeños los alcorques, la presencia de los árboles origina el levantamiento de la calzada y, en consecuencia, un riesgo constatado para la circulación, sin que las labores realizadas para corregir la situación hayan dado frutos, apostillan, con la única opción factible de «un gran desmoche que únicamente conseguiría retrasar su deterioro», para recordar que todos los pasos están sustentados en el análisis previo los profesionales del área de Parques y Jardines.
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Por ello, conforme a criterios técnicos, se aconseja el trasplante a una zona donde el crecimiento de los ejemplares sea óptimo; una de las ubicaciones posibles, señalan, es el parque Rocío Jurado. Además, indican fuentes municipales, se plantarían otros árboles en la calle, adaptados al entorno y con una evolución supervisada.
El equipo de Gobierno apunta, además, que, en todo momento, ha informado al vecindario de sus intenciones y, precisamente, hay prevista una nueva reunión para «recoger todas las sensibilidades» y tomar una decisión sobre el futuro de los árboles.
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Plan de trasplante
En cuanto al trasplante, anuncian desde el Ayuntamiento, ya hay una hoja de ruta posible fijada, «con total garantías y en manos de personal cualificado», que se articulará en 3 fases diferenciadas. La primera, la poda, para la reducción del volumen; le seguiría la preparación del cepellón, para conseguir un estado de las raíces adecuado para lograr un correcto mantenimiento del equilibrio hídrico y unas buenas condiciones de vegetación y evitar así daños. «Los profesionales serán especialmente cuidadosos con la protección de la corteza del tronco y ramas, para evitar heridas por impactos de la maquinaria», indican fuentes municipales; lo último sería la plantación, con el ahoyado perfectamente nivelado para que quede perpendicular al suelo, evitando enterrarlo más de lo que estaba con anterioridad para evitar sufrimientos en el cuello de la raíz.
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