Mijas regularizará los chiringuitos de su litoral tras casi 40 años de espera
Cerca de 30 establecimientos se verán beneficiados por esta tramitación que ya les permite solicitar la concesión administrativa
La problemática extendida con los chinriguitos del litoral malagueño se ha extendido de manera común a lo largo de los últimos 35 años, aunque finalmente comienzan a solucionarse en la mayor parte de los municipios. En este caso la regularización definitiva de los chiringuitos mijeños es ya una realidad, ya que ayer, el concejal de Urbanismo de este Ayuntamiento, Andrés Ruiz anunció que ya se ha conseguido dotar de seguridad jurídica a estos establecimientos costeros que se encontraban en un limbo legal.
«El proceso ha sido largo pero había que hacer las cosas con buen pie para dotar de garantías a estos empresarios del litoral. Por fin pueden respirar tranquilos porque su Ayuntamiento ha hecho los deberes y ha cumplido su palabra», sostuvo el concejal, que, eso sí, recordaba que el beneplácito final lo ha de dar la Junta de Andalucía en la comisión provincial de Urbanismo que se celebrará «en breve».
De esta manera, desde el Consistorio consideran que los chiringuiteros mijeños serán de los primeros de la provincia en poder disfrutar de esta regularización y de sus concesiones administrativas con el paraguas legal pertinente. «Desde los años 80 estos no estaban contemplados en el Plan General y ha sido ahora, gracias al buen entendimiento entre administraciones, el momento histórico en el que han conseguido este gran hito tras la colaboración entre Ayuntamiento y Junta y el trabajo conjunto y paralelo», añadió.
En esta convocatoria de medios, Ruiz resaltó la importancia de estos negocios del litoral que además de generar empleo significan un atractivo turístico más «que enriquece la oferta mijeña y que atrae a visitantes a nuestras costas».
En este mismo sentido, los cerca de 30 establecimientos de playa de la localidad contarán con amparo legal del Consistorio gracias a la modificación del artículo 135 del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad. «Impulsamos esta medida debido a que nuestro plan urbanístico no preveía el establecimiento de estas instalaciones en zona de servidumbre donde la Ley de Costas sí lo consiente excepcionalmente», aseguró el edil, que insistió en el agradecimiento por la colaboración y el buen entendimiento con todos los chiringuiteros, en especial, con los presidentes de las asociaciones de chiringuitos tanto a nivel provincial como local.
Entre otras cuestiones, esta legalización permitirá a los propietarios poder invertir y mejorar los locales. Hasta ahora, dichas concesiones se habían ido renovando prácticamente año a año, lo que para dichos propietarios impedía pedir créditos a las entidades bancarias, debido a que nadie aseguraba de manera oficial la viabilidad económica y temporal mientras no hubiera un reconocimiento oficial de la administración competente.
El pacto de los chiringuiteros en Fuengirola que evitó una huelga
La reclamación histórica de los chiringuiteros también tuvo su recorrido en Fuengirola este pasado verano, después de que los propietarios amenzaran con un cierre patronal en agosto después de que el Consistorio pusiera en aprietos las concesiones. Finalmente, el equipo de gobierno y estos 29 propietarios llegaron a una solución salomónica a las citadas impugnaciones que el Consistorio había interpuesto a raíz de las concesiones a 30 años de los locales por parte de la Junta de Andalucía.
Tal como explicó entonces el delegado en la localidad de la Asociación de Empresarios de Playas, Alberto Santos, el equipo de gobierno de Fuengirola propuso en una reunión que los chiringuitos realizaran una serie de reformas para «ajustarse» a la realidad comercial. Aunque no trascendieron la cuantía o las características concretas de estos arreglos, el Ayuntamiento habría ofrecido a cambio retirar las impugnaciones que pendían sobre las concesiones. Pese a ello, el propio Santos explicó que mientras éstas no fiueran definitivas, «los bancos no nos dan un euro para nada».
La polémica sobre este asunto saltó en un pleno posterior a que los concesionarios se enteraran de que todas las concesiones habían sido impugnadas. La alcaldesa, Ana Mula, sostuvo que el titular de la concesión «no son los explotadores, sino que es el Ayuntamiento» y además, añadió que se está haciendo una interpretación, en su opinión, «jurídicamente equivocada de la concesión», pese a asegurar que según la Junta de Andalucía «el concesionario es quien está explotando el chiringuito».
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