El Ayuntamiento de Benalmádena clausura el hotel Vistamar 15 meses después de autorizar su reapertura
La Policía desaloja a clientes y trabajadores pero varias habitaciones siguen ocupadas por personas que residían en el establecimiento
El Ayuntamiento de Benalmádena ha ejecutado definitivamente el cierre del Vistamar, el hotel explotado con el nombre de Vivemar que desde hace diez meses es, ... a ojos de la Ley del Turismo de Andalucía, un establecimiento «clandestino» y al que permitió reabrir a finales de junio de 2024 aceptando una declaración responsable en la que no se verificó ni el derecho de la empresa que lo gestiona a estar explotando el establecimiento ni el cumplimiento de la normativa turística. La empresa propietaria, Promociones Los Nadales no percibe el alquiler desde 2019 y nunca ha tenido relación jurídica alguna con la mercantil explotadora, Vive Resort Management.
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Para la clausura del Vistamar se ha desplazado hasta el establecimiento de Benalmádena Costa la Policía Local y los Bomberos de la localidad y el Cuerpo Nacional de Policía. Los agentes se han asegurado de que no quedara nadie en el interior del inmueble: ni clientes, ni trabajadores, que en ambos casos se habían visto obligados a abandonar el establecimiento. Según la información recabada, había ocupadas entre 20 y 25 habitaciones.
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La 'sorpresa' que tenía guardada la sociedad explotaba es que ha alquilado cuatro habitaciones como lugar de vivienda habitual, según confirmaron fuentes municipales. No obstante, a los propietarios les comunicaron por la noche, cuando la Policía seguía aún en el establecimiento, que en el hotel vivían cinco trabajadores, y que además había otras tres habitaciones ocupadas por alquileres de larga temporada, además de un cliente que no había podido ser realojado.
En cualquier caso, la ejecución del acto administrativo de cierre del hotel, que tiene fecha del pasado 6 de mayo, nada tiene que ver, por tanto, con la ejecutada el pasado 17 de junio, cuando el hotel se precintó por penúltima vez. En esa ocasión, a efectos prácticos, el precinto no fue más que un mero cierre de la puerta principal. Los clientes podían salir y entrar por el garaje e incluso siguieron accediendo nuevos huéspedes. Nada que ver con lo que ha ocurrido esta vez.
En esa ocasión el precinto se levantó a pesar de que fue avalado por un juez y gracias a una nueva artimaña de la empresa, que presentó nuevamente una declaración responsable para inicio de actividad. El Ayuntamiento rechazó esa declaración, pero hasta ahora no ha ejecutado el cierre, y en este tiempo la sentencia que demuestra la explotación ilegal del establecimiento hotelero se ha convertido en firme por decisión del Tribunal Supremo.
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Informes opuestos
El Ayuntamiento autorizó la reapertura cuando dos sentencias judiciales ya advertían de que el establecimiento estaba siendo cedido ilegalmente a terceros, usurpándoselo a la empresa propietaria. La reapertura se produjo a pesar de que un técnico municipal la rechazó en un contundente informe de trece páginas, que fue sustituido por el de su superior jerárquico. Un juzgado de Torremolinos tiene abierto una investigación penal por la explotación ilegal del hotel tras admitir a trámite una denuncia presentada por los propietarios después de que el Consistorio autorizara que el hotel volviera a abrir sus puertas.
El cierre se produce, además, diez meses más tarde de la cancelación de la obligatoria inscripción del establecimiento en el Registro de Turismo de Andalucía (3 de diciembre de 2024) y cuando se han cumplido ocho meses desde que la Delegación Territorial de Turismo Málaga le comunicara este hecho al Consistorio (5 de febrero de 2025).
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