Los liquidadores eximen de ir a trabajar a los empleados del CIO de manera indefinida

Además, al entrar hoy al malogrado centro de formación, han detectado que por tercera noche consecutiva la residencia del CIO había vuelto a ser invadida por intrusos. Hasta allí se ha personado el alcalde del municipio, Juan Carlos Maldonado, así como agentes de la Policía Local y la Guardia Civil. Maldonado ha exigido que tomara alguna decisión con respecto a la seguridad de los trabajadores, ya que, según han señalado, creen que los desconocidos "no entran por las noches, sino que están allí durante todo el día".

Algunas horas después ha llegado un e-mail de los liquidadores -al que SUR ha tenido acceso-, en los que comunican su decisión: "A la vista de los sucedido en los últimos días (robo y daños en distintas instalaciones, dependencias y accesos del CIOMijas), la inexistencia de servicios básicos de seguridad y de tesorería para hacer frente a las reparaciones más imprescindibles, se les comunica que a partir del día siguiente a la fecha se les eximen de acudir a su puesto de trabajo, no obstante su obligación de hacerlo si son requeridos para la realización de tareas concretas, ello en razón de las circunstancias extraordinarias que actualmente se están produciendo y sin que ello implique la extinción en su contrato de trabajo".

Aunque esta suspensión es indefinida, los liquidadores sí explican que una vez resuelvan las cuestiones internas y los problemas de seguridad, "se volverá a la actividad laboral con la normalidad deseada, manteniéndose, en cualquier caso, su situación de alta de la seguridad durante este periodo transitorio".

Habitaciones destrozadas

«Tememos por nuestras vidas. Si no contratan ya una empresa de seguridad dejaremos de venir a trabajar». Así de tajantes se mostraron ayer los cinco empleados del CIOMijas después de que descubrieran que, una noche más, las instalaciones habían sido asaltadas por unos desconocidos. Este nuevo asalto de hoy el tercero en lo que va de semana ha sido descubierto tras una nueva ronda de dos de los trabajadore

Ayer SUR pudo comprobar de primera mano que las estancias habían sido usadas para comer (había restos de alimentos y de bolsas de restaurantes) y para drogarse, ya que también había restos de estas sustancias. Además de estas cuestiones, el divertimento principal de estos desconocidos es la destrucción de las instalaciones. La mayor parte de estas instalaciones están prácticamente destruidas con grandes agujeros en la pared en las que cabe una persona. Asimismo, todos los extintores de la zona han sido abiertos y hay varias ventanas rotas. Mientras que ayer uena parte de los ordenadores y las televisiones que habían desaparecido de su sitio habían aparecido en la residencia completamente destrozadas; estos objetos ya no están hoy, por lo que así han confirmado que los intrusos han vuelto a entrar.