Y en la final del Carnaval 2018, mi niña Málaga se puso el disfraz

Entre las actuaciones de las murgas, comparsas y cuarteto participantes, el patio de butacas y las plateas mostraron un colorido inusual hasta la fecha. Y entre todos los espectadores que acudieron disfrazados había mucha expectación por saber cómo irían los concejales de los diferentes grupos políticos del Ayuntamiento. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, acudió disfrazado de sultán y el presidente de la Diputación Provincial, Elías Bendodo, de Bernardo de Gálvez. Del equipo de gobierno también asistieron Teresa Porras como sultana y Carlos Conde y Gemma del Corral, como pareja, como Aladdin y Yasmin concediendo deseos. Él pidió «tener unos presupuestos magníficos» y ella, al estar embarazada, pidió que todo le vaya bien al bebé. «Este año voy a ser un poco egoísta», dijo.

Los concejales del grupo socialista Daniel Pérez y Salvador Trujillo escenificaron la problemática de los ruidos en la ciudad y llegaron disfrazados de jugadores de baloncesto del Puerta Oscura con el ya consabido lema ‘Puerta Oscura no se cierra’. Por su parte, los ediles y responsables de Ciudadanos, entre los que se encontraban Juan Cassá y Gonzalo Sichar, acudieron como policías nacionales y guardias civiles para reclamar la equiparación salarial entre cuerpos.

Con un espíritu también reivindicativo llegaron los ediles de Málaga para la Gente, que se presentaron simulando el cartel del carnaval y al jeque Al Thani. Con el lema ‘Defendamos nuestro horizonte’, Remedios Ramos acudió disfrazada de la Farola, Enrique Armijo del bufón autorretrato de Curro Claros y Eduardo Zorrilla de jeque catarí con un maletín lleno de billetes de 500 euros dispuesto a comprar la Farola de Málaga. Por último, Málaga Ahora, con Isabel Torralbo, Isabel Jiménez y Rosa Galindo, homenajearon a las faeneras malagueñas del año 18.

En lo meramente competitivo la final del concurso comenzó con la actuación del cuarteto ‘Las bolleras’, único grupo de la modalidad que pisó el escenario anoche. Tras el descanso se realizó un sentido homenaje al carnavalero Pepe Gallego. En esta edición, el pito de oro que dan los autores se entregó al finalizar la sesión para aprovechar el ‘tiempo muerto’ mientras deliberaba el jurado.