José Alarcón, el vecino de Periana que emigró a Argentina y que impulsó la primera biblioteca del pueblo

Allí trabajó como contable, pero siempre mantuvo un estrecho vínculo con el pueblo que presume de ser la cuna del aceite verdial. Durante décadas y hasta su muerte, Alarcón Béjar se dedicó a enviar remesas de libros, revistas y cartas para que los vecinos aprendieran a leer, se formaran y pudieran salir de la pobreza, en un curioso intercambio epistolar con los vecinos. De hecho, en los años 50 del pasado siglo se creó una biblioteca, a la que se bautizó con su nombre, con parte de este material. El contacto de sus descendientes se ha mantenido vivo en las décadas posteriores.

Así, varios de sus bisnietos visitaron hace unos días Periana para estrechar lazos culturales y reforzar su legado educativo. En una jornada «entrañable y llena de emoción» Gabriela Andrea Casademunt y Fernando Rafael Latcherre, bisnietos de José Antonio Alarcón Béjar, este ilustre perianense cuyo nombre lleva hoy la escuela de adultos del municipio, fueron recibidos en el Ayuntamiento perianense por su alcaldesa, Meritxel Vizuete (PSOE). Ambos quisieron acercarse a Periana «para expresar su agradecimiento por este reconocimiento que perpetúa el legado de su bisabuelo».

Según informó el Consistorio, gobernado por un bipartito, de PSOE e IU, en un comunicado difundido a través de sus redes sociales, fue un encuentro «muy enriquecedor» y sirvió para profundizar en la figura de José Antonio Alarcón Béjar, quien no solo dedicó parte de su vida y recursos a su tierra natal, sino que también desplegó una intensa actividad cultural y educativa en diversos puntos de España y Argentina. «Muchos de los presentes desconocían la amplitud y generosidad de su labor, orientada siempre al fomento de la cultura y la educación», han apostillado.

Alarcón Béjar nació en Periana en 1896 y emigró a Argentina a los 14 años, donde desarrolló toda su vida profesional en el ámbito de la contabilidad. A pesar de la distancia, nunca perdió el vínculo con sus raíces. El acto contó con la presencia de la alcaldesa perianense; la concejala de Cultura, Gema Frías (PSOE); Juan Manuel Núñez, profundo conocedor de la vida y obra de José Antonio Alarcón Béjar; y Víctor Salvador Santiago, maestro de la escuela de adultos de Periana.

La jornada culminó con la visita a la biblioteca municipal, donde Gabriela Andrea Casademunt tuvo el bonito gesto de donar varios ejemplares de la obra '100 caracoles, 100 árboles y 100 aves' de Argentina, libros que son especiales para ella, ya que la primera biblioteca que tuvo Periana fue donada por su antepasado. Alarcón Béjar murió el 30 de septiembre de 1964, en Buenos Aires, Argentina, a la edad de 68 años.

«Este contacto no solo ha servido para estrechar lazos afectivos entre la familia Alarcón y el pueblo de Periana, sino que ha abierto nuevas puertas para seguir trabajando juntos en la recuperación y difusión del legado de D. José», han considerado desde el Consistorio perianense. En este sentido, ya se están planteando «futuras actividades» que ahonden en la conexión histórica y cultural entre Periana y Argentina, iniciativas que estarán dirigidas por la propia Gabriela. El Ayuntamiento de Periana ha agradecido «profundamente» esta visita de la familia de José Antonio Alarcón Béjar.

Tal y como recogió Frías en su blog Periana y Pedanías en septiembre de 2012, «la labor desarrollada en Periana por José Alarcón Béjar estuvo centrada principalmente en los más pequeños de nuestro pueblo, creando en una de sus innumerables visitas el llamado Centro de Acercamiento Cultural Hispano Argentino, a través del cuál escolares de Buenos Aires y Periana mantenían correspondencia y se intercambiaban revistas y libros».

El 15 de mayo de 1952, día de San Isidro, patrón de la localidad, Periana le rindió un homenaje y se descubrió una placa poniendo su nombre a la calle donde nació, 'La Copa', que pasaría a llamarse 'José Alarcón'. Sin embargo, el protagonista no pudo asistir a su homenaje y fue representado por Jenaro. Ese mismo día, don Justo Marcos Merino, cura de Periana en aquel tiempo, bendijo la Biblioteca Hispano Argentina que fue donada por Alarcón al pueblo que le vio nacer.

José Antonio Alarcón Béjar sí volvió a Periana el 15 de mayo de 1958 para disfrutar de las fiestas patronales de San Isidro Labrador y contemplar la calle con su nombre. «Nunca olvidó su pueblo, especialmente en aquellos años tan duros y difíciles», explicaba la actual edil de Cultura en 2012 en el mencionado blog, en el que detallaba que hace unos años el Ayuntamiento decidió recuperar el nombre antiguo de la calle. «Los descendientes de José Alarcón visitaron recientemente Periana y supieron del cambio de nombre de la calle llevándose una gran desilusión», apuntó.

No obstante, a su juicio, «es importante saber que la EPA de Periana, la Escuela de Adultos, tiene el nombre de José Alarcón, perianense, que en su momento, ayudó al pueblo en medio de un contexto determinado y de la forma más humana y sincera que existe: a través de la educación». «Es por ello que el Ayuntamiento de Periana entendió que la Educación de Adultos, en la actualidad, es tan importante como lo fue la educación infantil en aquellos complicados años. Su nombre y su contribución a Periana quedará en el recuerdo de todos los perialeños de ayer y de hoy», apostilló.