Cerca de 2.000 menores en desamparo esperan una familia de acogida en Andalucía

Y es que el ámbito familiar se constituye como el mejor contexto para que los menores encuentren la protección, seguridad, afecto y estímulo que necesitan para su adecuado desarrollo, según la Consejería de Inclusión Social, que fija el perfil de los menores en acogida en edades superiores a los 7 años y con problemas derivados de múltiples factores como abandono, violencia, adicciones, negligencias y otras situaciones dolorosas y traumáticas.

Por ello el reto de la acogida no es fácil, según el departamento que dirige Loles López, que a pesar de ello valora positivamente este programa aunque reconoce a la vez que «hacen falta muchas más familias para acoger a estos menores, porque como se encuentran en una familia no están en un centro». De hecho, la Consejería sostiene que «este programa aporta múltiples beneficios tanto a lo menores como a las familias con experiencias muy enriquecedoras».

Es el caso de Oscar y Daniel, una pareja malagueña que acoge a una niña con parálisis cerebral llamada Ainoha. Su ilusión por tener hijos y formar una familia les llevó a iniciar esta aventura que era todo un reto por la situación especial de Ainoha, que contaba entonces con 7 años y a la que ya conocían al trabajar con ella en un centro de discapacidad.

Daniel explicó a esta diario que «los comienzos son duros y difíciles pero al final nos fuimos acoplando, pese las necesidades y cuidados especiales que exigía». La pareja confiesa que «la acogida de Ainoha no has cambiado la vida para siempre y a mejor, hasta el punto que ya mismo cumplirá los 18 y ya hemos solicitado su adopción definitiva y estamos ilusionados para que viva con nosotros para siempre».

La experiencia ha sido tan enriquecedora que la pareja se ha embarcado en otro acogida y ya han agrandado la familia con la llegada de Greg, un menor de 7 años con problemas de retraso en su desarrollo madurativo. «Ahora somos una familia y somos muy felices, ellos nos aportan muchísimo pese a los sacrificios y esfuerzo que realizamos», aseguró Daniel emocionado a la vez que invitaba a las familias a vivir esta experiencia única.

La pareja malagueña compuesta por Jesús y Mari Ángeles son otro ejemplo de entrega en la acogida familiar y tras tener a sus dos hijos biológicos decidieron acoger a menores con problemas para ayudarles. Jesús contó a este diario que forman parte del acogimiento de urgencia y ya han pasado por su casa más de una decena de menores que han estado un máximo de tres años con ellos. «Al principio cuesta mucho y es difícil pero al final se le coge un cariño inmenso y, además, con algunos menores nos seguimos viendo como a dos hermanas que tuvimos hace años y nos quieren como si fuéramos su familia y fuimos a su comunión», relató Jesús.