El mercado de segunda mano vuelve a la primera línea

No hace tanto tiempo, el comprador de objetos usados era considerado poco menos que un bicho raro. Con la excepción de la vivienda y de los automóviles, el mercadeo con artículos de segunda mano se limitaba a los mercadillos y a un puñado de anticuarios o tiendas de coleccionistas apenas frecuentas por el público en general.

La explosión de Internet y, más recientemente, la llegada de la crisis económica han supuesto una completa revolución en un sector cada vez más competitivo, donde los establecimientos de toda la vida pugnan contra cadenas multinacionales y contra poderosos portales que comercian con su mercancía en la red, como Ebay, Amazon o Segundamano.

Un reciente estudio de Cash Converters cifraba en unos 13,5 millones el número de españoles que compran productos usados, lo que supone ya cerca del 40% de la población adulta. La crisis también ha hecho que cada vez sean más las personas que buscan deshacerse de aquello que no utilizan , ya sea vendiéndolo al mejor postor a través de Internet o llevándolo a cualquiera de estos negocios que ahora han proliferado, y que habitualmente valoran el producto y lo pagan en el acto.

«La afluencia de público se nota más desde la crisis, pero es verdad que la gente ya tiene menos dinero. Los precios de los artículos nuevos han bajado, y nosotros también hemos tenido que hacerlo», explican desde La Gran Oportunidad, una de las primeras cadenas españolas del ramo, fundada en 1996. Con tiendas también en Palma de Mallorca y en Sevilla, en Málaga se ubican en la calle Martínez Maldonado, donde el cliente puede encontrar prácticamente de todo, salvo mobiliario y textil.

En la firma cifran «entre un 40% y un 60%» el ahorro que puede lograr un comprador adquiriendo un artículo en su local, y señalan que en los últimos años se ha impuesto sobre todo el comercio de videojuegos, teléfonos móviles y toda la tecnología relacionada con el ocio en general. Esa es precisamente la especialidad de CEX (Computer Exchange), la cadena fundada en Londres en 1992 y que acaba de abrir su primer establecimiento en Málaga, en la calle Armengual de la Mota.

CEX, el último en llegar

Esta empresa, que está presente en Reino Unido, España, Estados Unidos, Australia e India, se dedica a la compra, venta e intercambio de productos tecnológicos y de entretenimiento, y combina la atención al público en su red de locales con el servicio a través de Internet. Elisa del Pino, supervisora de CEX en Málaga, cita los teléfonos portátiles, las consolas, los videojuegos y los DVD y Blu-Ray entre los artículos más demandados por los compradores. «Para las ventas, siempre probamos antes el producto y si no va bien no lo compramos. Tenemos unos precios establecidos según el grado que asignemos, que pueden ser A (producto muy nuevo), B o C (más desgastado)», afirma esta trabajadora, quien llama la atención sobre otra opción que da esta compañía a los compradores: la posibilidad de que entreguen por ejemplo su antiguo móvil para obtener un descuento importante a la hora de comprar uno nuevo.

La apertura de CEX, que inició su actividad en la capital a principios de mayo, ha supuesto el desembarco en la Costa del Sol de uno de los principales competidores de Cash Converters, multinacional líder del mercado con 79 tiendas en toda España, país en el que opera desde 1995. En Málaga, cuentan con dos puntos de venta en régimen de franquicia: uno en la calle Mauricio Moro que funciona desde 1998 y otro que abrió en 2005 en la avenida Velázquez.

Ambos locales suman unas 1.200 visitas al día de media, mientras que el conjunto de los Cash Converters del país sumaron más de 20 millones de visitas en 2012, según fuentes de la empresa, que hablan de un «crecimiento sostenido» del mercado español, y de un tipo de clientela con un perfil socioeconómico cada vez más amplio. Según un estudio recientemente realizado por la marca, estos nuevos clientes se incorporan al descubrir que pueden obtener dinero por productos que ya no utilizan y gastarlo en aquello que les interesa.

«Un planteamiento que está en la base del concepto bandera de la marca: el consumo funcional. Se trata de un movimiento que subraya la utilidad concreta de un producto en un momento de la vida del consumidor y la ventaja de su venta, para obtener una ganancia, una vez abandonado su uso. A su vez, admite la compra de artículos de deseo, pero por un precio más ajustado, es decir, a través del mercado de segunda mano», explican desde la empresa, donde destacan que, para garantizar la seguridad de todas sus operaciones, se pide previamente el DNI a los vendedores, se formaliza un contrato y se inscribe el producto con un número de serie para su supervisión por parte de la policía.

En Cash Converters hablan de descuentos que pueden llegar hasta el 50%, dependiendo del estado del artículo.

Ropa de bebés

La especialización también ha llegado al negocio de la segunda mano. Cada vez son más los establecimientos que se emplean a fondo por surtir a un sector concreto de consumidores. Marie-France Lagarrigue tiene desde septiembre en Torremolinos una tienda de segunda mano, Cosasdbb, dedicada a artículos de bebés en la que se pueden encontrar desde cochecitos a ropa pasando por juguetes, todo con importantes descuentos, a partir del 50% sobre el precio habitual.

La idea nació como «una posibilidad de ayudar económicamente a los padres que buscan objetos para sus pequeños y también para aquellas personas que ya no van a tener más hijos y, en la mayoría de los casos, acumulan artículos que apenas han usado durante unos meses».

También alquiler

Junto a los clásicos servicios de compra y venta (operación que se formaliza mediante un contrato de depósito con vencimiento y acordando de forma mutua los precios), Cosasdbb también permite a sus clientes alquilar objetos por temporadas concretas, como cunas, parques o balancines.

La propietaria del negocio opina: «Aunque se ha avanzado mucho, la cultura de los establecimientos de segunda mano aún no está a niveles de otros países europeos». En este sentido, resalta que es mucho más fácil «encontrar a gente que viene a depositar objetos que interesados en comprar». Situado en pleno corazón de la Costa del Sol, el negocio sí ha logrado hacerse un hueco como punto de venta entre la población extranjera, «donde los negocios de productos de segunda mano tienen mucho éxito desde hace años».

El establecimiento cuenta con un portal web en el que se da a conocer los productos en 'stock', se informa sobre el funcionamiento del método de venta de objetos o qué está en alquiler. Lagarrigue mantiene un contacto directo con los usuarios por medio de esta página, sobre todo para ofrecer un servicio complementario «muy útil de cara a conocer la disponibilidad de los productos».