Lucia Martínez Odriozola: «En la lucha contra la violencia de género, o vamos todos juntos o perderemos»

Periodista y profesora universitaria, la última ganadora del Premio de Periodismo Carmen Goes es una mujer muy concienciada con los problemas que afectan a su género. No en vano, entre sus múltiples trabajos destaca una serie de entrevistas titulada 'Entre mujeres' que se ha publicado durante dos años en el diario El Correo.

¿Cómo supo de la existencia del Premio de Periodismo Carmen Goes?

Pues me enteré a través de la Federación de Periodistas de España que nos envió, pues lo típico, información sobre el concurso. Me leí las bases y encajaba todo y ahí nos fuimos.

¿Lleva mucho tiempo escribiendo sobre temas relacionados con la mujer?

Sí, es un tema que me interesa especialmente. Todos los periodistas tenemos nuestras sensibilidades y ésta es una de las mías.

¿Cómo plasma usted ese interés en su trabajo diario?

Pues en la selección de los temas evidentemente, en la selección de las fuentes, en los procedimientos de conseguir la información, probablemente se plasma también en un determinado uso del lenguaje rehuyendo lo que sea sexismo, pero sobre todo yo creo que en la sensibilidad de los temas, los que están en la sociedad y se traen a los medios de comunicación.

Háblenos de la sección de entrevista que realiza semanalmente.

En prensa contamos con tiempo, que es algo que no sucede con otros medios y podemos dedicarnos a hacer las cosas un poco.. con más tiempo, con la misma minuciosidad que en otros medios pero con más tiempo.

¿Qué papel cree que juegan los medios de comunicación en asuntos tales como la violencia de género? ¿Debe la prensa aportar su grano de arena en su desaparición?

Sin ninguna duda. En las sociedades democráticas la prensa juega un papel fundamental a la hora de informar a la ciudadanía en general y la información que se dé y cómo se dé, el tratamiento que se haga de la violencia de género es fundamental a la hora de que todos estemos concienciados y verdaderamente podamos ayudas a las personas que sufren los malos tratos y que podamos detectarlos y también en el sentido de concienciar de que éste no es un problema privado, es un problema absolutamente social, público, en el que estamos todos implicados y que cuando se trata de malos tratos hay un culpable, que normalmente es un varón, que está maltratando a la persona que dice amar y que por el maltrato y por las vejaciones a veces con el terrible resultado de muerte merece ser juzgado y tratado en el juicio como considere el juez.

Ya ha dicho que es fundamental el papel que deben jugar los medios a la hora de abordar asuntos relacionados con la violencia de género, pero cree que lo hacemos adecuadamente?

Yo creo que todavía tenemos que mejorar bastante la información que hacemos. No obstante, lo hacemos mucho mejor de lo que lo hacíamos hace unos años. Hace unos años se hablaba del maltrato como crimen pasional, como si respondiera a una pasión, cuando en realidad responde a unas profundísimas raíces machistas y patriarcales. Estamos haciendo las cosas bastante mejor que antes, aunque yo creo que debemos cuidar algunos aspectos. Por ejemplo, no parece en absoluto aceptable que se solicite la opinión de vecinos que dicen que el maltratador era un hombre amabilísimo o que salía todos los días con ella a hacer la compra y abría las puertas a las ancianitas. Ese tipo de declaraciones, por ejemplo, sabemos que no las debemos hacer. El maltratador, sobre todo cuando es confeso, y más si es asesino, no puede ser una excelente persona en ningún momento.

¿Ha observado, por las entrevistas que ha realizado a hombres, que éstos están cada vez más concienciados con el problema de la violencia de género?

Yo creo que queda bastante camino por hacer lamentablemente. Los hombres se están implicando, evidentemente. Hace unas semanas surgió, no sé si espontáneamente, hubo un asesinato muy cerca de nuestra casa en Santurce, en Vizcaya, y los hombres organizaron una manifestación de repulsa contra el asesinado diciendo «a nosotros también nos parece mal, nos parece terrible esto». Además, me parece que es una lucha que, o vamos todos juntos o no la ganamos, me da esa sensación.