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Miércoles, 16 de julio 2008, 13:06
UNA belleza andaluza como madre (Paquita Torres) y un hombre atlético del otro lado del charco como padre (Clifford Luyk). Como no podía ser de otra forma, el resultado de esta explosiva combinación genética tiene nombre y apellido propios en el mundo de la moda: Estefanía Luyk. Luces y sombras han llenado la vida de esta modelo en los últimos tiempos. Hace dos años experimentó una de las mayores alegrías de su vida al dar a luz a su pequeña Aroa, pero hace unos meses sufrió el golpe más fuerte: su hermano Sergio Luyk, jugador de baloncesto y de 36 años, falleció tras una dura batalla contra el cáncer. Ahora mira a la vida con otra perspectiva, pero siempre con una sonrisa.
¿Cómo se llevan las pasarelas y la maternidad?
Muy bien, es totalmente compatible. Si una se pone en forma puede seguir trabajando perfectamente. Y si tienes a alguien con quien dejar a la niña, más todavía.
Me imagino que al principio sería difícil dejar a la pequeña.
No creas, porque como es una cosa que sale natural de mí. Y como siempre me ha gustado lo que hago, no he tenido ningún problema.
Parece que no le ha cambiado mucho la vida.
No. Al mes de parir ya estaba trabajando, e incluso embarazada trabajé hasta el final.
¿Qué ha descubierto con Aroa?
Que hay que estar con cien ojos detrás de ella todo el día. Pero es lo mejor del mundo, lo mejor que me ha pasado en la vida. Además, se porta muy bien y está creciendo sana, es todo perfecto.
Por sus padres y su trabajo, siempre ha vivido de cara al público, ¿le molesta la fama?
No, desde que nací salgo en revistas y no es algo que me haya molestado nunca, he vivido con ello. Luego, por mi trabajo he ido saliendo más por mi misma, es una cosa que forma parte de mi profesión. Además no soy la típica a la que persigan. De vez en cuando publican fotos mías robadas en algún sitio, pero no son pesados conmigo porque tampoco doy qué hablar. Mi vida es muy normal, entonces no doy escándalos.
Si su madre no hubiera sido modelo, ¿cree que usted hubiera elegido esta profesión?
Si mi madre no hubiera sido modelo sería porque a lo mejor no hubiese valido para ello y, entonces, a lo mejor yo tampoco (risas). Es un poco genética lo que tengo yo, gracias a mis padres me puedo dedicar a esto.
No le ha influenciado entonces.
No, porque mi madre dejó de trabajar a los 22 años, yo todavía ni había nacido. Ella fue Miss España con 19 años, se casó con mi padre y dejó el trabajo. Estoy en esto porque siempre me gustó la moda desde chiquitita.
¿Su madre le da consejos, o es usted quién se los da a ella?
Consejos no, hablamos. Nos llevamos muy bien.
Muchos dicen que ser 'hijo de' le ha supuesto un lastre, ¿usted qué opina?
Depende de si vales para algo o no. Se me conocía porque era 'hija de', pero luego yo demostré que valía para esto y ya me hice mi propio nombre. Si no vales para esto y estás trabajando porque eres 'hija de'... yo no lo haría. No me metería en algo así, porque ante todo hay que ser realista en la vida.
¿La belleza abre muchas puertas?
Sí que las abre, siempre las cosas son un poco más fáciles. Pero luego hay que tener dos dedos de frente para saber moverte en la vida, porque esta te da muchos palos y no se puede confiar en todo el mundo.
Experiencia positiva
¿Es oro todo lo que reluce en la moda?
Llevo más de 20 años trabajando en la moda -y tengo esta cara juvenil todavía (risas)- y la verdad es que todo lo que he vivido siempre ha sido positivo. He conocido a gente fantástica, me han tratado siempre fenomenal y lo único que tengo para el mundo de la moda son palabras buenas.
En su círculo tampoco ha conocido historias oscuras...
No. También depende de la persona y ocurre como en todos lados: hay cosas raras como en todas las profesiones. Pero yo, desde luego, no he tenido nunca una experiencia extraña. Uno no hace lo que uno no quiere.
¿Es cruel el mundo de la moda con la edad de las mujeres?
No creas, porque ahora se está alargando un poco la edad de la modelo. Antes decían que con 30 ya no había nada, y ahora hay modelos que con 40 siguen trabajando. Y, encima, si te haces un nombre siempre puede salirte alguna cosita.
¿Se ve con 40 años en una pasarela?, ¿qué planes tiene para el futuro?
No, con 40 años no. Me apetece algo en televisión, de presentadora, ya estoy haciendo mis cositas.
¿Y el mundo empresarial por el que optan muchas modelos?
No lo sé, ahora mismo no me lo he planteado. Ahora quiero tener dos hijos más y hacer muy feliz a mi marido. Luego lo que vaya saliendo, saldrá. Me gusta trabajar, pero no soy una obsesionada con el trabajo. Si no lo hay cuando tenga 40 años, no pasa nada.
¿Cómo se plantea el verano?
En España, con los amigos y la familia.
Después de experiencias difíciles, ¿se ve la vida de otra manera?
Por supuesto que sí. Se ve que es muy injusta. A mí me gusta mucho vivirla y estar con los que quiero, me apoyo mucho en esas cosas.
Su actitud es optimista, siempre tiene una sonrisa...
Siempre lo he sido, por eso nunca piensas que te pueda pasar algo así, hasta que te pasa. Mi optimismo me ayuda a superar los momentos difíciles.
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