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CUADRILLA. Pepe Triana, sonriente, con algunos de sus socios cooperativistas.
Melilla

Los hombres de Pepe Triana

La Cooperativa 'Acrópolis' se encarga de montar el belén gigante de la Plaza de las Culturas con esfuerzo y humor

TEXTO: SALVADOR RAMÍREZ FOTO: AGUSTÍN GARCÍA

Martes, 27 de noviembre 2007, 11:38

LA vida, a veces, se escribe en clave de trabajo sin desmayo, de estar siempre en el lugar oportuno, de añadir a la faena gotas de amistad, solidaridad y buen tono. Eso es lo que les ocurre a 'los hombres de Pepe Triana', es decir, los integrantes de la Cooperativa Acrópolis, hombres para todo, especialistas en servicios operativos, gente trabajadora que no está acostumbrada a decir 'no', si no todo lo contrario.

Su 'centro' de trabajo está en el patio de caballos de la plaza de toros por cuanto son los máximos responsables del estado de conservación del coso melillense, pero se les ve en cualquier rincón de la ciudad, haciendo la tarea que haga falta, porque lo suyo es sudar la camiseta para que los melillenses vivan en condiciones de confortabilidad, para que puedan presumir del buen estado de Melilla.

Montar el belén

Ahora les toca montar el belén para la Navidad 2007. Hasta ahora la cosa era fácil: llevar las estructuras del portal y las figuras a la Plaza de España y en un 'plis plas' evocar el nacimiento del hijo de Dios para conmemorar la festividad navideña.

Este año hay más trabajo porque la Comisión de Festejos quiere que los melillenses disfruten de un belén gigante; está situado en las inmediaciones de la Plaza de las Culturas, casi adosado al paño de muralla que da entrada al Foso del Hornabeque. Los hombres de Pepe Triana ya trabajan con estructuras de mucha mayor dimensión a las utilizadas en años anteriores.

Este año no sólo se presenta el portal sino las casas aledañas, caminos, animales, motivos rurales y hasta el palacio de Herodes. Ellos asumen el reto y le ponen casi más entusiasmo que en ediciones anteriores porque «nosotros no nos vamos ningún día a casa sin la satisfacción del deber cumplido», aclara el portavoz de 'Acrópolis', el diestro de la cuadrilla, Pepe Triana.

El grupo funciona porque les une no sólo la correspondiente relación laboral sino entrañables e históricos lazos de amistad, son décadas arrimando el hombro sin rechistar. Triana, a la hora de la labor, es uno más de ellos. Si es algo más significado que el resto es porque alguno tiene que dar la 'jeta' en determinados momentos, pero todos son exactamente igual de currantes, como deben ser las buenas cooperativas de trabajadores.

Jamás se quejan por trabajar, todo lo contrario, agradecen los servicios que se les encomiendan por cuanto entienden que la confianza de la Ciudad Autónoma en el trabajo de los hombres de Pepe Triana es consecuencia de estar haciéndolo bien. Pero enarbolan una bandera reivindicativa. Lo hacen por la vía del diálogo y las buenas maneras: quieren mayor estabilidad en sus condiciones laborales. Son trabajadores que llevan muchos años asumiendo competencias de la administración autonómica y parece llegada la hora de reconocer su esfuerzo integrándoles en las plantillas de la administración local.

«Tenemos el compromiso de nuestras autoridades de hablar y llegar a puntos de encuentro y estamos seguros de que llegaremos a una solución satisfactoria, porque nos sabemos respetados y apreciados por nuestras primeras autoridades».

Ha terminado la jornada y Triana da la última instrucción: «Antoñito vete a la tienda de la esquina, compra unas cervezas y algo de manduca». Es el remate a horas de mucho trabajo, pero también de mucha amistad, bromas y entrañable convivencia. Eso es trabajar como Dios manda.

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