Alumnos de La Cónsula y La Fonda protestan por el retraso en el inicio de las clases
La Junta no autoriza el comienzo del curso en ninguna de las dos escuelas y tampoco especifica si los motivos son económicos
Alberto Gómez
Miércoles, 24 de septiembre 2014, 01:53
Con lemas como «Con nuestro futuro no se juega», «Queremos empezar ya», «Sin formación no hay profesión» o «No somos segundo plato» escritos en grandes pancartas, alumnos de las escuelas de hostelería La Cónsula y La Fonda, gestionadas por la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, iniciaron ayer las movilizaciones para protestar por el retraso en el inicio del curso. Organizados a través de WhatsApp y redes sociales y apenas 24 horas después de que el Gobierno autonómico no autorizara el comienzo de las clases del primer curso en La Cónsula, los jóvenes aspirantes a cocineros y jefes de sala se concentraron ante las puertas de la Delegación de Educación y del Ayuntamiento de Málaga para exigir una fecha de inicio.
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«Muchos de nosotros hemos dejado estudios y trabajos para dedicarnos a este curso, algunos incluso han venido de otras ciudades y tienen pisos alquilados», aseguran. Son 44 alumnos en La Cónsula 22 de cocina y 22 de sala y más de 50 en La Fonda los afectados por esta situación. Ahora, tras pasar un examen psicotécnico y una entrevista personal, abonar el importe de la matrícula y realizar las pruebas de vestuario necesarias, se han topado con las aulas cerradas. Desde la Junta alegan que los cursos formativos constan de un número determinado de horas, de modo que si comienzan más tarde no finalizarán hasta completar la duración establecida. La explicación, sin embargo, no alivia la incertidumbre del alumnado: «Nos dicen que podemos empezar en una semana, en un mes o en cuatro meses, pero mientras tanto, ¿qué?».
El segundo curso sí empieza
Los alumnos del segundo curso de La Cónsula sí empezaron sus clases el pasado 9 de septiembre, aunque no exentos de dudas. El centro solo cuenta con fondos económicos para cubrir las necesidades hasta finales de año. La inquietud entre la nueva hornada, que ve tambalear su futuro, es aun mayor: «Debemos adecuar nuestras vidas a un curso que no sabemos cuándo comenzará». El portavoz de los alumnos, Francisco Muñoz, denuncia que nadie les ha dado «explicación alguna» y que lo único que saben es que «desde la escuela solo dicen que no pueden empezar sin la autorización de la Junta». En La Fonda, en Benalmádena, la situación no es más alentadora. Las clases debían haberse iniciado a principios de este mes, pero tampoco cuentan con el beneplácito institucional. Además, los nueve empleados fijos y los tres que comparte con La Cónsula llevan ya tres meses sin cobrar sus nóminas.
Desde la Junta, que cuenta con el 80 por ciento de la gestión de La Cónsula, no especifican si los motivos del retraso son económicos y ya han expresado su intención de cambiar el modelo de funcionamiento de este tipo de consorcios por un sistema de financiación del que aún solo se sabe que mantendrá la gestión pública a partir de 2015. El lunes, Luciano Alonso insistió en que La Cónsula «es una escuela en la que hemos hecho un esfuerzo presupuestario fuera de lo normal», en referencia al crédito solicitado de 700.000 euros que permitió, entre otras cosas, atender las nóminas adeudadas a los empleados. El 20 por ciento restante de la gestión de la escuela pertenece al Ayuntamiento de la capital. Sin una fecha concreta en el horizonte pero con la matrícula en la mano, este casi centenar de jóvenes deberá esperar para materializar su sueño de engrosar la cantera de profesionales cualificados que ya han salido de ambos centros.
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