«Yo ya no sé lo que es 'currar'»

En el primer día del plazo abierto por el Ayuntamiento de Málaga para la presentación de solicitudes la llegada de personas a las oficinas municipales de atención al ciudadano de los distritos fue continua, aunque sin las grandes aglomeraciones que se registraron el año pasado. Quizás al ser el primer día muchas personas aún no lo sabían y ahora funcionará el boca a boca. Una funcionaria entregaba los impresos de la solicitud para que otro día se lleven con la documentación requerida.

Juan, un hombre de mediana edad, comentaba con otro que «yo ya no sé lo que es currar». En el anterior plan no fue admitido y espera que «esta vez sí tenga una oportunidad». Con bolsas de merienda para los niños salía de la oficina municipal de Carretera de Cádiz Toñi, que asegura que no trabajan ni ella ni su marido. Milagros, con dos niños y separada, ya trabajó el año pasado en este mismo programa y confía en poder trabajar también este año, aunque sea sólo tres horas al día. Diana, de 33 años, es la primera vez que lo solicita, aunque no sabe muy bien si cumplirá los requisitos, ya que ahora está trabajando como ayudante de cocina, «pero es una sustitución, así que no sé lo que me durará». Jesús Romero, de 48 años, lleva desde 2008 sin empleo estable. Fue oficial de tercera en un taller de automóviles, y después taxista, albañil. «He trabajado cinco días en agosto así que con mujer y un hijo me parece que no me van a coger». La familia subsiste con 368 euros mensuales. «Hay que hacer milagros para llegar a fin de mes», reconoce. Como Inma y Mari Ángeles, un matrimonio joven que desde 2009 no sabe lo que es contar con unos ingresos fijos. «Con ayuda de la familia, de servicios sociales y de la Iglesia vamos tirando», dicen, con las solicitudes de empleo bajo el brazo.