Dos años y 9 meses de cárcel por pegar a su novia al no gustarle el bocadillo que le hizo

En la sentencia, a la que ha tenido acceso este periódico, se precisa que el acusado y la chica mantuvieron una relación sentimental de unos seis meses de duración, en los que ella estuvo conviviendo durante un tiempo con su novio y la madre de éste en un domicilio situado en Las Lagunas, en Mijas.

En los cuatro meses que compartieron la vivienda, la juez señala en su resolución que el procesado ejercía control sobre las relaciones sociales y familiares de la chica, a la que impedía contactar con sus amistades. De hecho, apunta que le limitaba el uso del teléfono móvil y sus accesos y contactos vía internet, hasta que provocó en la víctima una situación de aislamiento y un sentimiento de «inseguridad y temor».

Fue el 10 de febrero de 2012 cuando la chica se marchó de la vivienda. Aquel día le preparó un bocadillo a su pareja, sin embargo, al no parecerle a éste correcta la preparación, el procesado golpeó a la víctima, que huyó de la vivienda y fue socorrida por unos vecinos de la zona.

Era sobre la una de la madrugada. En la sentencia, que ha sido recurrida ante la Audiencia Provincial, se expone que la chica abandonó el domicilio en cuanto pudo y que pidió ayuda en una calle próxima a la vivienda en la que se encontraba. En concreto, fue a una joven que estaba aparcando su coche, a la que le tocó en la ventanilla y le solicitó auxilio.

Fue entonces cuando la víctima contó que se había escapado de la casa y que su novio no la dejaba salir. La testigo llegó a recordar que la chica llevaba puesta una camiseta de tirantes y que se le veían marcas en el cuello. Finalmente, le pidieron un taxi para irse a casa de su madre.

Por su parte, el acusado negó durante el juicio que mantuviera una relación con convivencia con la chica, al igual que afirmó la madre de éste. Pese a ello, la jueza no considera esta versión y asegura en la resolución que la situación expresada por la chica queda corroborada.

Por ello, la titular del Juzgado de lo Penal número 13 de la capital malagueña ha condenado al procesado por un delito de maltrato habitual en el ámbito familiar y otro de malos tratos a la pena de prisión citada anteriormente. Asimismo, se le prohibe acercarse o comunicarse con la víctima durante cinco años y se le ordena indemnizarla con 3.000 euros.