Tirón de orejas a Julio Andrade

El equipo de gobierno del PP consiguió que la Policía Local enterrara el hacha de guerra tras el plan de ajuste y el consiguiente recorte de sueldo, que cayó como un jarro de agua fría y que provocó altercados tan conocidos como el de agentes persiguiendo a los ediles en el encendido de las luces de Navidad del año 2012 o el zarandeo del coche del alcalde, Francisco de la Torre. Momentos muy duros que superaron. Se hizo la paz social. No es que los policías locales estuviesen dando botes por sufrir un recorte pero se contentaron. O bueno se conformaron, que no es lo mismo.

Pero ahora, el concejal de Seguridad, Julio Andrade, ha vuelto a encender la mecha del malestar en este colectivo con el Procedimiento de Valoración del Rendimiento Profesional de Policías Operativos, un documento por el que se puntúa las actuaciones por escrito (denuncias, actas o informes), tanto las que sean a favor de víctimas como todo tipo de multas para ganar puntos y así incentivos. Y ésta, junto a la tasa por atestados, que ha generado también malestar en el Colegio de Abogados, ha sido la gota que ha colmado el vaso o barreño del regidor, que le ha dado un tirón de orejas a Andrade por estar generando en la opinión pública una imagen de afán recaudatorio municipal, máxime cuando este tipo de incentivos ya existían y eran conocidos por todos (inclusive por los sindicatos), pero nunca se habían puesto negro sobre blanco. Es decir, en papeles que sirvieran, una vez más, de arma arrojadiza de la oposición y enfadara también a los efectivos de la Policía Local.

Agentes aseguraron a esta sección que esta orden de méritos en la que se ensalzan las multas daña de nuevo la imagen de la Policía Local. A esto hay que sumarle la tasa de atestados, que ha levantado las iras del Colegio de Abogados, que ha dado un plazo al Ayuntamiento de diez días para negociarla antes de llevarla a los tribunales.

Todo este cóctel molotov, en el que Andrade ha copado minutos y páginas en los medios de comunicación, pero no precisamente para bien, ha enervado a De la Torre, que el sábado pasado (como aparece de hecho en su agenda pública) se reunía con el decano del Colegio de Abogados, Francisco Javier Lara, para intentar llegar a un acuerdo que no provocase esa escisión con este colectivo. En pocas palabras, enmendándole la plana a Andrade. Sus propios compañeros, ediles populares, dicen que le pierde el afán de protagonismo.

Y por si fuera poco, y para colmo de males, la entrada en vigor la ordenanza fiscal de la tasa por prestación de determinados servicios especiales por la Policía Local, también gravará a los colectivos que celebren acontecimientos en la vía pública o que requieran de los servicios de agentes de la Policía Local. Solo se escapan los actos organizados y financiados por el Ayuntamiento (ellos no pasan por caja, claro está) así como la feria de agosto, las ferias de los distritos, la Semana Santa y la cabalgata de Reyes.

LA COMPARACIÓN DE ZORRILLA

'Cono el Sheriff de Nottingam'

El portavoz de IU, Eduardo Zorrilla, aprovechó ayer el mar revuelto de las tasas para dar una rueda de prensa en la que cargaba especialmente las tintas contra el alcalde, al que lo comparaba con el sheriff de Nottingham, o lo que es lo mismo el malo de la leyenda de Robin Hood. «De la Torre actúa recaudando a la mayoría de la gente, a los más desfavorecidos, y no a los más poderosos y no a aquellos que tienen más capacidad económica», indicó Zorrila, que criticó tanto al regidor como al ministro Gallardón porque restringen derechos fundamentales, en el caso municipal el derecho de reunión (ya que se cobrará a colectivos por realización de eventos) y el derecho a la tutela judicial efectiva (por las tasas de atestados).

MARÍA GÁMEZ

Tiene poco tirón en el carnaval

Los integrantes del Carnaval están expectantes a ver si la portavoz socialista, María Gámez, decide ir hoy a la final del concurso de agrupaciones de canto, de la que se disculpó el pasado año. Además, Gámez tampoco ha ido, y le han puesto falta, al potaje perchelero y la berza carnavalesca (aunque sí a los fideos y a una semifinal al teatro Cervantes). «Si se come la calle, ¿es que no le gusta el Carnaval?», preguntaban. También le recriminan que no haya hecho todo lo posible para que Canal Sur (de la Junta) retransmitiese en desconexión local las semifinales del concurso. Esta noche se la espera.