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Chen Si alquila viviendas para chinos en Málaga. ::Álvaro Cabrera
Málaga

Chinos: de inmigrantes a inversores

Ahora compran casas, hacen turismo, importan productos y buscan oportunidades de negocio

NURIA TRIGUERO

Domingo, 3 de noviembre 2013, 14:26

La imagen que los malagueños han tenido de los chinos hasta ahora es fruto de la numerosa inmigración llegada del país asiático en las dos últimas décadas. Trabajadores incansables, comerciantes, austeros hasta el límite, autosuficientes... son los rasgos que han caracterizado a esta colonia en España. Pero esta imagen está cambiando. Y no sólo porque los emprendedores chinos han diversificado sus negocios, sumando a los clásicos bazares y restaurantes peluquerías, cafeterías, tiendas de moda e incluso agencias inmobiliarias. La gran novedad es que del país más poblado del mundo ya no sale sólo gente para ganarse la vida. Conforme su economía le gana ventaja al anquilosado mundo occidental, genera cada vez más turistas e inversores, que son recibidos en Málaga con los brazos abiertos. A la vez, cada vez son más los empresarios locales que hacen el camino inverso para vender sus productos a la pujante clase media y alta china. El año pasado, más de 200 compañías hicieron alguna operación de venta en el país asiático.

En las últimas semanas no dejan de saltar noticias de inversiones chinas en Málaga. El pasado martes, sin ir más lejos, este periódico revelaba que un fondo de inversión dominado por el país asiático busca suelo en la Vega de Antequera para desarrollar un macroproyecto residencial, que incluiría también equipamientos educativos, comerciales y de ocio con un presupuesto que rondaría los 200 millones de euros.

Si sale adelante, ésta sería la primera gran inversión china con mayúsculas en la provincia. Pero pronto pueden surgir más, ya que en la segunda quincena de noviembre llegará a Málaga una misión comercial de inversores organizada por la Asociación de Empresarios Chinos de Andalucía. Más de una veintena de empresarios del país asiático analizarán propuestas que estarán seleccionadas de entre los más de 70 proyectos de toda índole (inmobiliarios, turísticos, agroalimentarios, casinos y parques de atracciones) que se han presentado candidatos.

Las inversiones chinas que se han materializado en la Costa del Sol hasta ahora son mayoritariamente inmobiliarias. Desde el año pasado, fondos de inversión procedentes del país asiático están comprando viviendas o conjuntos residenciales destinadas al turismo, según confirma la secretaria general de la Asociación de Constructores y Promotores (ACP), Violeta Aragón. «Nos ven como una oportunidad rentable porque los precios han bajado mucho y somos un lugar de innegable atractivo turístico», explica.

El producto que buscan estos fondos de inversión es una vivienda de tamaño medio con buena ubicación (cerca de un campo de golf o con vistas al mar), y con un precio que ronde los 200.000 euros. Su fin es venderlas o alquilarlas para ganarles rentabilidad. El año pasado, 61 viviendas fueron vendidas a chinos, una cifra todavía pequeña pero que casi triplica la de 2011. Lo que no ha llegado hasta ahora a Málaga es demanda de particulares residentes en China, pero eso podría cambiar con el aumento de la promoción andaluza en dicho país y también con la nueva ley de extranjería, que concederá el permiso de residencia a quienes adquieran un inmueble de más de 500.000 euros. De hecho, inmobiliarias como la de Chen Si, en Málaga capital, hasta ahora especializada en locales comerciales, ya estudian cómo intermediar con los ciudadanos chinos interesados en comprar una casa en la Costa del Sol, pues aseguran que ya son varios los interesados.

Turismo

Los chinos son, junto con los rusos, uno de los mercados emergentes para el sector de la vivienda. Y en el ámbito del turismo ocurre lo mismo. Se estima que en 2020 un millón de turistas del país asiático visitarán España, y Málaga quiere atrapar a 56.000 de ellos (actualmente llegan a la ciudad unos 5.000 al año). A mediados de octubre, el Ayuntamiento presentaba una ofensiva promocional en las ciudades de Shangai, Nunming y Hangzhou, que incluyó la presencia de la capital por primera vez en la mayor feria turística de Asia. Si Air China decide establecer un vuelo desde Málaga, como está barajando, el objetivo de la ciudad de convertirse en la puerta de entrada a Andalucía para el turismo chino se vería favorecido.

Dentro del turismo, hay determinados segmentos que pueden funcionar mejor para el colectivo chino que el tradicional sol y playa. Es el caso del turismo sanitario. La Fundación Málaga Health ha abierto negociaciones con la Asociación de Empresarios Chinos de Andalucía para llegar a acuerdos de colaboración con hospitales del país asiático, con el objetivo de que los pacientes que lo deseen se puedan trasladar a clínicas de la Costa del Sol para tratarse de sus dolencias.

Lo cierto es que para las clínicas privadas malagueñas ha sido una sorpresa encontrar potenciales turistas sanitarios en un país tan lejano como China. En cambio, otros campos que parecían hace unos años los más propicios para atraer la atención china no han dado grandes resultados. Es el caso de las nuevas tecnologías. El director general del Parque Tecnológico de Andalucía, Felipe Romera, reconoce: «Hicimos grandes esfuerzos por captar inversores chinos. Organizamos un foro y muchos viajes allí. Lo más que conseguimos fue la llegada de Huawei [una multinacional dedicada al software] a la tecnópolis. Pero por lo demás hemos tenido muchas dificultades para atraer inversiones, pese a nuestras excelentes relaciones con el parque tecnológico de Taiwan, por ejemplo. Ahora ya no es una línea estratégica para nosotros; estamos más interesados en Rusia, por ejemplo».

En cambio, el sector contrapuesto al de las nuevas tecnologías el agroalimentario sí parece tener más visos de atraer la atención de inversores chinos. De hecho, lo que más exporta Málaga al país asiático es comida: carne de cerdo y aceite de oliva, sobre todo. Jin Hong, directora de la oficina de Banco Sabadell en Pekín, asegura que existen «grandes oportunidades» en todos los sectores de la economía china, pero destaca la que representan los productos gourmet como el jamón, las aceitunas, el aceite de oliva y el vino y la ropa. «En mi país están dispuestos a pagar mucho por artículos de calidad», añade.

Auge de la exportación

Y es que el empresariado malagueño está cambiando su concepción de China: ya no es sólo un lugar donde comprar barato, sino un mercado donde vender productos de alta calidad. El mejor ejemplo quizá sea Mayoral, que después de muchos años fabricando prendas en Asia, ha empezado recientemente a vender su ropa infantil allí. Y es que tras comprobar el éxito que otras firmas españolas como Zara están experimentando, la empresa malagueña de moda infantil percibió que sus productos podrían ser bien recibidos por la pujante clase media china. Este es el primer año en el que sus colecciones se pueden encontrar en tiendas multimarca.

Mayoral no es la única empresa malagueña con filial en China. También la tiene el fabricante de ascensores GE XXI, tras hacerse a principios de este año con parte del capital del grupo chino Tianjin XBL, como punto de partida de su expansión en Asia. Y sin presencia física allí pero con relaciones comerciales estables hay muchas más empresas malagueñas: Hojiblanca, Famadesa, Faccsa-Prolongo y Bodegas Ordóñez en el ámbito agroalimentario; o AT4 Wireless y Advanced Engineering & Innovation (AEI) en el de las nuevas tecnologías son algunos ejemplos. El año pasado, según datos del ICEX, 217 empresas malagueñas exportaron productos al país asiático.

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