Borrar
Amalio Rey, director de Emotools.
Amalio Rey, director de Emotools: «Nos han educado para competir y no para colaborar»
Entrevista

Amalio Rey, director de Emotools: «Nos han educado para competir y no para colaborar»

«La cultura digital nos lleva a la cultura de compartir», opina el organizador del foro sobre 'co-creación' que se celebrará el jueves en el CAC

Nuria Triguero

Martes, 10 de abril 2012, 22:15

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Una cultura «humanista» y «social» de la empresa es la que promueve Amalio Rey desde Emotools, una consultora del PTA que ayuda a las empresas a afrontar el reto de la innovación. En su afán por contribuir a lo que llama «ecosistema de la innovación» en Málaga, este atípico emprendedor organiza el jueves el segundo Foro Emotools, que analizará el fenómeno de la 'co-creación' de la mano de Ramón Sangüesa e Irene Lapuente, dos expertos que han trabajado con el Tech Museum de Silicon Valley, la Fundación La Caixa y varios centros del CSIC. El evento se celebrará en el CAC a partir de las 18.00 y es gratuito.

Este es el segundo foro que organiza Emotools. El primero versó sobre un tema tan en auge como las redes sociales. Esto de la co-creación le suena menos a la gente, ¿por qué se ha elegido este tema?

El primer Foro Emotools fue un éxito. Nos trajimos a Alfonso Alcantara (más conocido como @yoriento en Twitter) para que nos hablara de la gestión de contenidos en las redes sociales y su impacto en la reputación online. Se creó un clima muy cálido entre los asistentes, y el tiempo se nos pasó volando.

En este segundo foro, queremos seguir contribuyendo a lo que nos gusta llamar el "ecosistema de innovadores de Málaga", facilitando conexiones y juntando a ese talento latente de la ciudad que necesita visibilizarse y expresarse.

El tema de la 'co-creación' es cierto que suena menos, pero ese es precisamente nuestro papel como empresa que promueve la innovación: difundir nuevos conceptos, sensibilizar a las personas y a las organizaciones con nuevas formas de hacer las cosas que son poco conocidas. Para hablar de las cosas que la gente ya conoce, ya hay muchos otros instrumentos. El título completo de la charla-coloquio es 'Co-creación: Inteligencia Colectiva para innovar', y esa segunda parte creo que da más pistas.

¿Quiénes son los ponentes en esta ocasión?

Estamos muy contentos porque vienen dos personas que venimos siguiendo hace tiempo, y con las que hemos colaborado, que tienen una experiencia y un prestigio contrastado en el diseño de procesos cocreativos. Se trata de Ramón Sangüesa e Irene Lapuente, que lideran el proyecto Co-Creating Culture desde la empresa La Mandarina de Newton, en Barcelona. Ramón fue antes el director de innovación de Citilab Cornellà, Doctor en Informática (Inteligencia Artificial) por la Universidad Politécnica de Cataluña, Investigador visitante del Center on Organizational Innovation de la Universidad de Columbia (New York) y Senior Fellow del Strategic Innovation Lab del Ontario College of Art and Design (Toronto, Canadá). Su blog, 'Conectando que es gerundio', es una publicación de referencia en temas de innovación, diseño y arquitecturas de participación. Irene Lapuente es la fundadora y directora de La Mandarina de Newton SL, y acumula muchos años de experiencia en comunicación de la ciencia, educación, museos, desarrollo de medios de comunicación y gestión de proyectos.

¿En qué consiste y a qué puede aplicarse la 'co-creación'? Y sobre todo, ¿para qué les puede servir a los emprendedores, que son el público objetivo del foro?

El público-objetivo del foro es mucho más amplio que ese. Los emprendedores son solo una parte. Estamos invitando a cualquiera que se interese por nuevas formas de innovar. Basta con que sea una persona inquieta, con ganas de cambiar cosas, tanto en las empresas como en otros territorios, para que pueda asistir. Por ejemplo, gente que se mueve en el ámbito cultural, donde la 'co-creación' está teniendo un fuerte impulso.

Bueno, respondiendo a su pregunta, la co-creación' o 'creación compartida' significa propiciar las condiciones para que los usuarios, clientes, ciudadanos y beneficiarios de un producto, servicio o proceso participen activamente en su diseño, creando experiencias que respondan a sus expectativas. En lugar de que un producto o proyecto se conciba sólo por expertos, encerrados en un laboratorio o desde los despachos, la co-creación' 'abre' el proceso a través de dinámicas participativas con los usuarios, para que éstos sean los que identifiquen los atributos y características que mejor responden a sus expectativas, porque en definitiva son ellos los que lo van a usar, disfrutar, o 'sufrir'. En lugar de imponerles una oferta predeterminada, trabajar juntos y tratarlos como verdaderos protagonistas, para que de esa experiencia salga algo que esté más cerca de lo que quieren.

Hay que tener en cuenta que las tecnologías digitales facilitan enormemente la interacción y la creación de espacios de colaboración no sólo con usuarios y clientes, sino también con los propios empleados en el diseño de productos y servicios, o en la mejora de procesos de gestión.

La 'co-creación' no debe implicar un excesivo esfuerzo por parte del usuario o cliente, a menos que las recompensas por participar, en términos afectivos o económicos, sean suficientemente atractivas. Mi experiencia me dice que la gente participa más en la medida que se construya comunidad y haya un sentido de propósito compartido. La gente se fija no sólo en el qué, sino también en el por qué, y obviamente, en quién convoca.

La 'co-creación' necesita de confianza y de transparencia. La capacidad de convocatoria de una empresa u organización cualquiera para implicar a los usuarios o clientes en sus procesos de innovación depende en gran medida de eso.

Por cierto, en los procesos 'co-creativos' más allá de conseguirse un resultado final que es mejor que el que hubiera salido de un equipo de expertos de la propia organización; yo creo que hay unos beneficios intangibles que pueden ser incluso más importantes, como los de aprendizaje y de generación de un sentido de comunidad con los usuarios o beneficiarios.

Habla de colaboración, una palabra que hasta ahora no tenía cabida en el discurso de las empresas. ¿Estamos ante una nueva cultura de los negocios, donde la colaboración sustituye a la rivalidad 'ciega' entre las empresas?

Desde luego. La colaboración, en el escenario que vivimos y la educación que hemos recibido, puede ser más difícil que la competencia. Nos han formado más para competir, que para colaborar. Esto plantea un reto.

Mucha gente todavía no se ha enterado de lo que significa la cultura de lo digital, y de cómo ésta va a generar cambios dramáticos en nuestra forma de interrelacionarnos. Hablo en futuro porque, siendo realistas, es cierto que todavía tenemos una "losa cultural" que no va a cambiar tan rápido. Pero sí que tengo claro que el entorno lo pide a gritos, si es que queremos construir una sociedad sostenible.

Por ejemplo, si coges un plan de negocio, siempre vas a encontrarte con un capítulo de 'Análisis de Competidores'. El emprendedor que no lo incluya, no pasa la prueba. Sin embargo, todavía no he visto ninguno que trate con la misma importancia lo que me gusta llamar el 'Análisis de Complementadores', es decir, con qué personas u organizaciones hay que colaborar para añadir valor. Es un ejemplo más de que vivimos en una cultura de los negocios preñada de lenguaje bélico, que sólo habla de competir, y muy poco de colaborar.

Pero los desafíos que tenemos por delante son tan complejos, que difícilmente vamos a superarlos si no buscamos sinergias, compartimos costes e intentamos cambiar la mirada. Donde otros ven a un competidor, en Emotools intentamos ver a un potencial socio.

Se necesitan diseñar 'arquitecturas de participación' que además de eficaces, sean eficientes, para que el proceso sea ágil, y no termine castigando la capacidad de respuesta de las organizaciones. Ojo, no estoy diciendo que la competitividad no tenga su sentido. Lo que digo es que tiene su espacio, y que puede ser mucho más sana de la que promueven los mercados, y las revistas de 'management'.

En resumen, la cultura digital nos lleva necesariamente a la cultura de compartir. Y ya ni te digo en el entorno de escasez de recursos (no de conocimientos) que vivimos hoy. El 'sálvese quien pueda' me parece una estrategia equivocada, por no decir nociva.

¿Cómo ha cambiado la crisis la forma de entender los negocios? ¿Cree que tiene su 'lado bueno'?

Ya le hablaba de esto. Estoy convencido que esta crisis tiene muchas cosas buenas, siempre que se gestione bien, y no se utilice de coartada para desmontar lo que había de bueno. Las dietas artificiosas de adelgazamiento no nos valen. El desafío está en quitar grasa, pero fortalecer músculo.

Hemos despilfarrado mucho. Nos hemos olvidado de un concepto clave en economía que son los costes de oportunidad, y muchos han vivido por encima de sus posibilidades. La orgía consumista tiene que dar paso a criterios de sobriedad, que ayuden a invertir en las partidas que ayuden a cambiar el modelo de crecimiento.

Nosotros, desde Emotools, defendemos un modelo humanista de empresa. Creemos en la empresa social, que no es lo mismo que una ONG, pero que también nos gustan. Las empresas son los que sean las personas, respetando sus identidades. Son ellas las que hacen empresa. Por poner un ejemplo: hoy la transparencia no es una opción, porque el empresario que se empeñe en ser opaco, no lo va a conseguir porque todo se termina sabiendo, tarde o temprano. Desde que los móviles tienen cámaras de vídeo, los secretos se acabaron. Vale, sé que estoy exagerando, pero lo que quiero decir con esto es que las empresas y organizaciones tienen que convertir la transparencia en una oportunidad, y no gestionarla como un problema, como lo hacen muchos.

Emotools se dedica a asesorar a las empresas sobre cómo innovar. Según su experiencia, ¿cuáles son los principales frenos a la innovación?

Se los resumiré en cinco puntos, aunque seguramente hay más frenos: 1) Una tolerancia muy baja al error, y sin error no hay innovación, 2) Se tratan a las personas como recursos solo con fines de productividad, en lugar de verlas como las auténticas fuentes de innovación, si están motivadas, 3) Nos olvidamos que estamos en un mercado global, y es imperioso salir a ver mundo, que es una carencia grande que tenemos sobre todo en Andalucía, 4) Los modelos de gestión son anticuados, muy jerarquizados, y no estimulan la participación genuina, 5) Falta curiosidad, cultura de la excelencia y sano inconformismo.

¿Cualquier empresa puede innovar en su campo, aunque sea tradicional? ¿O la tecnología es imprescindible?

La innovación está al alcance de cualquiera. La innovación tecnológica es sólo una de las opciones, y probablemente la que menos impacto tenga en la sostenibilidad de una empresa. Es importante, por supuesto que lo es, pero lo es más en los modelos de gestión, en el modo en que tratan a sus trabajadores y a sus clientes.

Esto no es óbice para insistir que la tecnología puede ser una magnífica cómplice en los procesos de innovación que se impulsan con criterio. Nosotros, en Emotools, defendemos la parte más humanista y antropocéntrica de la innovación, esa que parte de la premisa de poner siempre a las personas en el centro.

¿Qué diagnóstico hace de la innovación en Málaga? ¿Realmente está surgiendo un ecosistema de emprendedores y empresas innovadoras? ¿Cómo se podría potenciar?

Málaga está cambiando. Se nota movimiento, y talento con ganas de hacer cosas. Pero necesitamos generar espacios de encuentro y de conexiones que ayuden a que las buenas ideas se conviertan en proyectos reales que mejoren el entorno, y generen a su vez un 'círculo virtuoso' que anime a cada vez más gente.

Estamos en un momento que, por razones obvias, mucha gente está desanimada. Pero conozco a muchas personas en Málaga que están viendo el actual escenario como una oportunidad de transformación. De, por fin, cambiar cosas que estaban enquistadas. La innovación es hija de la necesidad, y hoy tenemos muchas, y bien visibles.

Nosotros, desde Emotools, queremos contribuir humildemente al fomento de ese ecosistema. Y pensamos que la mejor forma de hacerlo es impulsando dinámicas participativas, desde abajo, y no intervenidas por las instituciones. Ellas deben ayudar a crear las condiciones para que las cosas sucedan, pero dejar que la gente se auto-organice y auto-gestione de acuerdo a sus necesidades.

El ecosistema que funciona es el que crece alrededor de personas, con nombres propios, que son las que tenemos que conectar. El Foro Emotools pretende ayudar a eso.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios