Patricia Martín, en el salón de actos de Parcemasa donde se realizan las ceremonias. :: Álvaro Cabrera
MÁLAGA

Tres jóvenes crean la primera empresa para organizar funerales civiles en Málaga

Serena ofrece ceremonias laicas personalizadas en las que se despide al difunto con lecturas, poemas y música

M. ÁNGELES GONZÁLEZ

Martes, 22 de abril 2014, 08:58

Miguel Guerrero no tuvo misa de despedida porque no era creyente, pero sus allegados pudieron decirle adiós en una emotiva ceremonia en Parcemasa en la ... que se recordó cómo era este hombre de 93 años a través de varios textos escritos para la ocasión, acompañados de música y poemas. Sus familiares han sido los primeros clientes de Serena Funerales Civiles, una empresa pionera malagueña dedicada en exclusiva a la organización de actos laicos en la provincia que nació hace unos meses de la mano de una doctora en Filología Hispánica, un ingeniero y una licenciada en Arte Dramático.

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Estos tres jóvenes pretenden llenar un «vacío» y ofrecer una alternativa a aquellas familias que no son católicas pero quieren despedir al fallecido con algo más que un simple velatorio, como explica una de las socias, Patricia Martín. «Nuestro objetivo es preparar estos homenajes y que los familiares no tengan que preocuparse de ningún detalle», señala esta malagueña, encargada de dar voz a las lecturas. Para que la ceremonia sea lo más personalizada posible, se entrevistan previamente con los allegados para conocer más en profundidad al difunto y elaborar un texto acorde a su persona. Además, amigos, padres, hijos y demás pueden participar activamente leyendo una carta de despedida o dedicando unas palabras.

Se trata, en todo caso, de adaptar el acto a los gustos y preferencias del fallecido y de sus familiares, por lo que están abiertos también a elaborar vídeos de homenaje e incluso están estudiando la posibilidad de formar parte de ceremonias religiosas si así lo deseara el cliente.

A raíz del fallecimiento de un familiar cercano se les encendió la bombilla. El difunto no era creyente y sus allegados tuvieron que resignarse a celebrar un funeral religioso, ya que querían despedirlo con alguna ceremonia. Después de ese, los tres emprendedores conocieron otros casos similares y se pusieron a investigar el mercado. «Vimos que había un vacío muy importante, que la alternativa era quedarse en la sala velatorio hasta el entierro; tal vez alguien puede leer algo, pero los españoles no tenemos mucha cultura de leer en público», explica Martín.

La primera ceremonia

Rápidamente examinaron qué se hace en otros países, aunque aclaran que no pretenden imitar el estilo anglosajón «porque creemos que cada cultura es distinta y en cada país hay unas necesidades». «Lo que queremos es dar una oportunidad a la sociedad laica para poder despedir a un ser querido con una preciosa ceremonia», apunta. Esta tiene una duración de unos 20 minutos y su coste, aunque prefieren no desvelarlo, afirman que es similar al de una misa.

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Tras firmar un convenio de colaboración con el Parque Cementerio de Málaga (Parcemasa), hace unas semanas celebraron allí su primera ceremonia. Despidieron a Miguel Guerrero después de que su hija Ana se enterara a través de un familiar de la existencia de Serena Funerales Civiles. «Es lo que hubiera querido mi padre», señala esta malagueña, que dice que el acto le resultó mucho más emotivo que uno religioso. «Sentí que pude despedir a mi padre de verdad», apunta Ana Guerrero, que destaca que en el texto que se leyó, además de hablar de los intereses del difunto, se hizo referencia a cada uno de sus nietos.

En la ceremonia estándar, los celebrantes, uniformados e identificados con un crisantemo lila en la solapa de su chaqueta -es el distintivo de la empresa-, reciben y arropan a los familiares para posteriormente leer un texto sobre la etapa de duelo y la importancia de sentir el dolor y otro titulado 'Si yo hubiera elegido mi funeral' «que anima a la familia y los amigos a recordar con cariño y con la menor tristeza posible al difunto». Después se personaliza el acto destacando los rasgos y cualidades del difunto y se lee un poema intercalando música de transición. En la versión individualizada, que dura diez minutos más, la familia se reúne con el celebrante previamente para elegir las lecturas, los poemas y la música, que le facilita Serena.

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Los funerales se celebran en una de las salas del tanatorio o cementerio, aunque se adaptan a los requerimientos de la familia. Además del convenio con Parcemasa, colaboran con empresas de servicios funerarios.

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