«Vivir fuera me mostró que no sería difícil mudarme al extranjero si fuera necesario»

Hace un par de años me ofrecieron irme con la beca Erasmus a estudiar derecho en Bari, al sur de Italia, y lo cierto es que no lo pensé ni un minuto. Durante un período inolvidable de diez meses, tuve la oportunidad de vivir una experiencia única y supongo que irrepetible. Tuve el lujo de empaparme de la cultura de la 'vera' Italia, aprender un idioma nuevo que hoy por hoy hablo perfectamente, conocer gente maravillosa y verme en tesituras personales hasta entonces desconocidas para mi, en las que, no sin dificultad, pude desenvolverme superando las barreras del idioma, pese a no haber vivido fuera de mi casa nunca hasta entonces. Dejando atrás amistades, asignaturas aprobadas -muchas-, fiestas y algún que otro viaje por la zona, reconozco que ha sido una experiencia que me ayudó mucho a madurar, y especialmente a perder el miedo en el caso de que alguna vez, en un futuro no muy lejano, tenga que coger las maletas y marcharme a trabajar a otro país. De alguna forma, aún estoy muy vinculado con el Erasmus, porque mi pareja es italiana, la conocí alli y cada cierto tiempo nos turnamos, yo yendo a Italia y ella viniendo a Málaga. Cada vez que vuelvo a Bari para estar con ella y me cruzo por la calle con algún erasmus español, se me dibuja una sonrisa.

Espero sinceramente que este programa no se acabe y se mantengan las cantidades económicas, porque esto es algo que todo el que pueda debería vivir, independientemente de su nivel económico.