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NOEMI R. NAVAS
Viernes, 5 de octubre 2012, 10:02
Una casa abandonada suele ser sinónimo de problemas, si no que se lo digan a los vecinos de Teatinos, quienes desde hace meses denuncian la inseguridad generada en torno a una antigua residencia familiar de grandes dimensiones, que ubicada entre las calles Juan Robles y Diego Fernández de Mendoza, se ha convertido en refugio de drogadictos, según los residentes. Su avanzado estado de deterioro y su deficiente vallado, aseguran, permite el acceso de vándalos e indigentes que dejan en su interior basura, «ocasionando además varios conatos de incendio que han afectado a árboles de cierta antigüedad», alertó el presidente de la asociación Parque Teatinos, Miguel Ángel Millán.
El portavoz demanda al Ayuntamiento poner fin a la intranquilidad que sufren los vecinos de esta calle, principalmente los del edificio Médicis. «En primer lugar solicitamos vigilancia porque también se meten chavales jóvenes a beber y arman escándalo, por eso pedimos el vallado total de la parcela aunque no sea competencia del Ayuntamiento. En ese caso, que se obligue a los propietarios a mantener el entorno que afecta al espacio público», propone.
Vecinos como Sandra Flores señalan la necesidad de garantizar el tránsito libre «sin el temor de que niños o adolescentes se lleven una sorpresa desagradable. A nadie le gusta tener una casa abandonada a escasos metros de su casa, pero si existe, que se tapie o valle correctamente para garantizar la seguridad», explica.
Otros como Manuel Cerezo afirman que el jardín se encuentra lleno de maleza, lo que se traduce en insectos y malos olores. «Ya acumula grafitis, matorrales sin limpiar y fachadas rotas. Habría que determinar si está en ruinas y prevenir que se le caiga un techo encima a cualquiera que se cuele».
Por su parte, el delegado del distrito Teatinos-Universidad, Miguel Briones, destacó que el caso se encuentra en manos de Urbanismo, «pero al tratarse de una propiedad privada poco se puede hacer». Además, aclara, «el recinto está cerrado de forma adecuada para imposibilitar la entrada de vándalos y me consta su vigilancia regular».
Briones desmintió que el barrio esté abandonado por parte del Ayuntamiento, como acusan desde la asociación Parque Teatinos, que denunció un funcionamiento deficiente de la fuente de colores (plaza Sandro Botticelli) desde antes de verano. «No existe dejación de funciones ni abandono, la fuente ha tenido pequeñas averías que se han reparado en cuanto vinieron las piezas necesarias», señaló el edil.
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