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Servicio de la patrulla ciclista en el paseo marítimo Antonio Banderas de Málaga. :: Patricia Merchán
MÁLAGA

Pedaleando la ciudad

La bicicleta ofrece ventajas en determinados servicios siempre que existan unidades de apoyo motorizadas y en coche SUR acompaña a una pareja de agentes de la Patrulla Ciclista de la Policía Local de Málaga

GEMA MARTÍNEZ

Lunes, 17 de septiembre 2012, 10:14

«¡Caballero! ¡Carril bici!». El caballero en cuestión es un joven que circula en bicicleta por el paseo marítimo Antonio Banderas, obviando que hay un largo carril habilitado para pedalear a gusto y sin molestar.

Además, el joven en cuestión lleva taponadas las orejas con sendos auriculares. La música está tan fuerte que ni siquiera oye el silbato de la agente de Policía Local 979, así que continúa su marcha. La agente, sin prisa pero sin pausa, se pone el casco de ciclista, coge la bicicleta y empieza a pedalear, no demasiado rápido, pero sí a una velocidad constante.

«Está haciendo exactamente lo que tiene que hacer, porque no puede salir en plan persecución, ya que pondría en peligro a los peatones», dice su compañero, que se identifica con el número de placa 921.

Ambos (la agente 979 y el agente 921) son una de las cinco patrullas ciclistas de la Policía Local del Ayuntamiento de Málaga, un servicio que comenzó a funcionar justamente después de feria y que en principio tiene tres zonas preferentes de actuación: Carretera de Cádiz con una patrulla; centro con tres patrullas, y El Palo, con una patrulla.

En este caso, el turno ha comenzado a las siete de la mañana. Los agentes han salido pedaleando de 'la territorial' a la que están adscritos, en El Torcal; han seguido por la barriada de La Paz, el Parque del Oeste y el paseo marítimo. A las diez y media de la mañana están a la altura de la conocida como 'chimenea Mónica' y han apercibido a una treintena de ciclistas que circulan por la zona peatonal en un lugar en el que deben hacerlo por el carril bici, que para eso está.

«El otro día, a la altura de Casa Lucas, estuvieron a punto de atropellarnos a mi marido y a mí». La señora se ha parado a hablar con la agente 979, que contesta que son los menos, que la mayoría de ciclistas sí respetan a los peatones y que también obedecen cuando se les pide que circulen por el carril bici. No la convence y la mujer pide multas.

Apercibir

De momento la patrulla no ha sancionado. Los agentes entienden que es un servicio nuevo y aseguran que lo normal es que los ciclistas, después de sorprenderse al verles, hagan caso y no reincidan. «Si reinciden, ya sí multamos», explican.

Dicen que lo peor que hacemos los ciclistas es circular a gran velocidad por zonas peatonales.

Aunque en el paseo marítimo las principales actuaciones se centran en el apercibimiento a ciclistas, la patrulla tienen todas las competencias de la autoridad local, tanto en materia de tráfico como de seguridad ciudadana.

El agente 921, que además de ciclismo practica natación y atletismo y que antes de entrar a formar parte de este nuevo servicio patrulló como motoristas, afirma que no ve ninguna desventaja en el hecho de ir en bicicleta: «No le veo inconveniente siempre y cuando tengamos unidades de apoyo motorizada y vehículos patrulla», dice.

A veces la bicicleta incluso juega con ventaja frente a otros vehículos, como lo demuestra un servicio que llega poco antes de las doce de la mañana, cuando Sala requiere a los agentes más próximos al Burguer King del paseo marítimo. Un ciudadano ha llamado para decir que un 'gorrilla' le ha coaccionado para que pague por dejar el coche en la explanada que hay justo enfrente de la hamburguesería.

Entonces la bicicleta nos permite ir por la acera, en sentido contrario al tráfico, cruzar con el semáforo abierto y llegar a la explanada indicada sin que el sujeto en cuestión se presienta la presencia de los agentes; hasta que ya los tiene encima.

El tiempo de respuesta desde el aviso de sala se reduce considerablemente y de hecho, la patrulla de ciclistas les ha sacado varios minutos a los agentes que patrullan en coche, que llegan cuando el 'gorrilla' en cuestión ya está identificado.

La bicicleta resulta también efectiva a la hora de patrullar los parques. En el caso del distrito de Carretera de Cádiz hay cuatro: Huélin, Parque del Oeste , Litoral y Parque de María Luisa, con diferentes problemáticas, desde el consumo de estupefacientes por parte de jóvenes a la presencia importante de vagabundos e indigentes del Albergue municipal, pasando por propietarios de perros que no siempre cumplen las ordenanzas.

«Me gusta este servicio», afirma la agente 979, que hace diez años ya llevaba a sus hijos al cole en este medio de transporte. «Para estar aquí es fundamental que seas ciclista. No vale un policía obligado», concluye.

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