Juvenal Soto, poeta: «El Museo de los Errores»

«Tras la multitud de escalofríos y la pedrada final padecida por este museo que nunca fue me atrevo a sospechar que la 'ciudad ... de los museos' que tampoco es Málaga precisa con imparable urgencia un espacio que inmortalice, satisfaga y dignifique, a un mismo tiempo, la vacuidad absoluta y la total ausencia de talento no sólo creativo. Museo de los Errores pudiera ser el lema idóneo para ese ámbito desprovisto de cualquier objeto valioso y ajeno a toda idea lógica. Atufado por un insignificante capital básico de varios millones de euros puestos por el municipio en las zarpas del primer estafador -presunto estafador digo- que pase, tal mercadillo de la murga, el panderetazo y la cabra bailona al son de un flautín con retortijones caló, rememorará la fatalidad de la más berzotas de las iniciativas imaginables ante los consternados caretos de esta generación y de cuantas degeneraciones la sucedan. Tiempos vendrán para que sobre el edificio de alzada entre cortijera y de cuartelón moruno que fue Tabacalera y pudiese futuriblemente albergar mi propuesto Museo de los Errores caiga otro aventado con ínfulas de torrija retotollúa que lo retrotraiga a lo que ahora mismo es: el homenaje a un pella desmesurado».