El Señor de Algeciras vuelve a su templo
El cielo estaba despejado a la hora de salida, pero una fina lluvia empezó a caer con los dos pasos ya en la calle y tuvieron que volver a San Isidro Una fina lluvia obliga a la hermandad a suspender su estación de penitencia una vez iniciada
SUR
Miércoles, 4 de abril 2012, 03:37
Miles de personas se agolpaban a las puertas de la parroquia de San Isidro y sus alrededores para mostrar su fervor y devoción por el Señor de Algeciras en su salida procesional del Martes Santo. Un clamor popular que como cada año se produce alrededor del Medinaceli, venerado por todos los algecireños como el gran protector de la ciudad, tal y como quedaba patente con los ciertos de personas que lo seguían durante su recorrido para cumplir con alguna de las promesas solicitadas durante el año.
Con un a estampa como esta cada paso dado por los costaleros durante el desfile era considerado como un momento irrepetible, lleno de emoción y capaz de levantar los sentimientos de cualquiera de los presentes.
Y todo ello en un año especial para la hermandad, que por primera vez hacía lucir a su titular durante su día grande del Martes Santo la Medalla de Oro de la ciudad.
Con todo, la salida resultó un acto especial de fe, con un pueblo volcado mostrando total respeto por la imagen, portada con energía por su cuadrilla de costaleros.
Mientras, dentro del templo, la Virgen de la Esperanza esperaba un año más pacientemente que todo el cortejo se incorporara a otra estación de penitencia histórica e imborrable.
Poco después salía María Santísima manteniendo ensimismados a los presentes por la belleza que desprende a cada paso que da.
Miles de fieles lo pudieron atestiguar. Concentrados, respetuosos, lanzando plegarias y saetas al paso del Señor de Algeciras y la Virgen de la Esperanza.
Pero a pesar de que el cielo parecía despejado a la hora de la salida, con el avance del cortejo comenzó a producirse una fina lluvia que obligó a dar la orden de volver al templo para evitar males mayores.
La decepción cundió entonces entre todos los presentes. Lágrimas en los rostros y desesperación en aquellos que no pudieron completar el recorrido del Señor de Algeciras.
Por otro lado y como es tradición, por la mañana el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, hizo entrega del Bastón de Mando de la Ciudad al Cristo de Medinaceli, que fue recogido en la capilla por su hermano mayor, Manuel Delgado.
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