La Moncloa puede esperar

Mariano Rajoy y su familia no se mudarán a La Moncloa... al menos hasta después de Reyes. El recién estrenado presidente del Gobierno ha tenido que dar su brazo a torcer (seguridad manda) y desechar finalmente la posibilidad de seguir viviendo en Aravaca, a las afueras de Madrid, hogar hasta ahora del líder popular, su mujer Elvira Fernández y sus dos pequeños, Mariano y Juan. Rajoy llegó a mostrar su deseo de no variar su residencia familiar durante una entrevista televisiva. Y, de hecho, cuando fue ministro del Interior siguió viviendo en su casa de siempre, y no en la vivienda oficial habilitada para los altos cargos de Interior. Pero, en este caso, la 'cordura institucional' se ha impuesto.

Así que los villancicos no resonarán entre los muros del palacete obra del arquitecto Diego Méndez, el que también fuera urbanista del Valle de los Caídos. Aunque en silencio no va a estar La Moncloa. Hoy Rajoy preside su primer Consejo de Ministros. Y apenas media hora después de jurar su cargo ante el Rey, el sexto presidente de la democracia española había 'tomado' ya el despacho que antaño fue de Zapatero.

Maletín en mano, pero de momento sin maleta. Tras el Consejo, Rajoy se marchará con 'Viri' y sus hijos a Pontevedra. No podía faltar a la convocatoria navideña de Mariano Rajoy padre. Desde que comenzó la carrera presidencial con las elecciones del 20-N, el presidente solo ha visto una vez a sus padres. Y el cabeza de familia ha convocado a sus cuatro hijos (Mercedes, Luis, Enrique y Mariano) estas fiestas. Rajoy se permitirá un respiro el 24 y el 25... y poco más. El lunes estará de nuevo, maletín en mano, en su despacho de La Moncloa. Igual que los 13 ministros. No está la crisis para vacaciones. El presidente deberá andar un tiempo entre cajas de mudanza y operarios dando una mano de pintura al interior de La Moncloa. En eso andan estos días, además de con tareas de sustitución de mobiliario. Que aquí cada uno se trae su propia cama...

El fútbol del domingo

«Y no van a cambiar mucho más de la residencia». Lo asegura una persona del equipo de confianza de Rajoy. Una de las obsesiones de 'Viri' es que la nueva vida trastorne lo menos posible la vida de sus dos hijos, de doce y seis años. El primero tiene más asumido quién es su padre. Pero el pequeño de la casa «hasta se extrañaba en el debate electoral de que su padre no estuviera frente a Zapatero». Así que los Rajoy-Fernández se acoplarán «en su mayor parte» al estado actual de La Moncloa (de paso, un buen gesto de austeridad ante la crisis) y mantendrán costumbres como el mismo colegio de sus hijos o los partidos de fútbol dominicales de Mariano junior. Aunque para eso tenga que haber más de un escolta entre el público...

Claro que le darán su toque personal a La Moncloa. Rajoy es de los de moqueta en el despacho y en el 'de Zapatero' hay parqué; los gustos de 'Viri' no coinciden con el estilo «moderno y funcional», con predominio de tonos grises y negros, que ha impuesto en ocho años Sonsoles Espinosa; y si Suárez ordenó levantar una pista de tenis, Aznar una de pádel y González pisó a menudo la cancha de baloncesto (otro deporte seguido por Rajoy), el nuevo presidente no necesitará reformas: las veinte hectáreas de La Moncloa dan de sobra para ciclismo y caminatas, dos de sus prácticas deportivas predilectas.