Andalucía es la comunidad de la que más enfermeros se marcharon a otras regiones el año pasado

Por otro lado, el CAE estima que «más del 50% de las enfermeras que se gradúan anualmente en las facultades de la comunidad autónoma se marchan».

Sin embargo, la Consejería de Salud y Consumo recuerda que «el total de enfermeras en Andalucía en 2025 es de 37.085, 8.407 más que en 2018», datos de aumento de plantilla que «confirman que no se puede hablar de fuga de profesionales en la región, una comunidad que apuesta por el papel de la enfermería en el sistema sanitario público y en consonancia con remunerarlas convenientemente. No nos conformamos y siempre hay margen de mejora, en el que trabajamos intensamente».

Así, en la última legislatura, según la Junta, se han puesto en marcha «medidas para mejorar las condiciones salariales de las enfermeras: destaca el aumento en 150 euros en complementos de todo el personal sanitario A2 (enfermeras, fisios, matronas…) que trabaja en hospitales, con lo que se equipara el sueldo a otras comunidades autónomas, siendo Andalucía la tercera en cuanto a retribución de este colectivo. Además, para los profesionales que trabajan en Atención Primaria de esta categoría se ha aprobado una modificación del valor de las Tarjetas Ajustadas a Edad (TAE) que redundará en las nóminas».

De cualquier forma, es una situación generalizada que no ocurre solo con las recién egresadas, sino con toda la profesión, ya que, al menos, doce comunidades son emisoras en cuanto al número de enfermeros especializados que abandonaron su región para trabajar en otra y siete son receptoras. En este caso, según datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) relativos a 2024, entre los enfermeros especializados que entran y los que salen el saldo negativo en Andalucía es de -508 profesionales (entraron 262 y salieron 770), liderando este ranking, y seguida de Castilla La Mancha (-436), Castilla y León (-131), Extremadura (-115), Aragón (-79), Galicia (-75), Murcia (-62), Asturias (-32), Melilla (-29), Ceuta y Canarias (-18) y Navarra (-16). Son receptoras netas Cataluña (+971), la Comunidad de Madrid (+370), País Vasco (79), Comunidad Valenciana (51), Cantabria (32), La Rioja (10) y Baleares (6).

En cuanto a los enfermeros no especializados, Andalucía es, de lejos, la que tiene un saldo negativo más acusado y lidera, de nuevo, el ranking de las 13 comunidades abandonadas (o emisoras) por estos profesionales para trabajar en otras, siempre según la estadística del SEPE: Andalucía (-3.224, después de que salieran 3.789 profesionales en 2024 frente a los 565 que entran); seguida de Castilla-La Mancha (-781), Extremadura (-458), Comunidad Valenciana (-442), Castilla y León (-436), La Rioja (-375), Región de Murcia (-348), Aragón (-269), Galicia (-199), Cantabria (-102), Ceuta (-100), Melilla (-64) y Canarias (-53).

En cuanto al ratio de enfermeras por cada 1.000 habitantes en 2024, según el Consejo General de Enfermería, Andalucía ocupa el cuarto lugar por la cola: 5,56 por cada 1.000 habitantes, un porcentaje idéntico a la Comunidad Valenciana, superando ambas regiones a Galicia (5,16) y Murcia (4,99). La media española es de 6,36, mientras que Navarra posee el mejor ratio, con 8,92, superando esta comunidad, incluso, la media europea (8,19). Le siguen el País Vasco (8,09), Canarias (7,55), Castilla y León (7,49) y Aragón (7,4). Continúa la lista por Asturias (7), Melilla (7,24), Extremadura (7,15), Ceuta (7,1), Cantabria (6,77), Madrid (6,54), La Rioja (6,5), Cataluña (6,5), Castilla-La Mancha (6,26) e Islas Baleares (6,13), tras la que se sitúa la comunidad andaluza.

El CAE, por su parte, considera «muy preocupante» el gran déficit de enfermeras que sufren actualmente las plantillas de los centros sanitarios en Andalucía, «agravada en este periodo estival», además de apuntar a la falta de previsión en la contratación de profesionales. «Ello genera caos, insatisfacción profesional y una sobrecarga asistencial extrema para los profesionales que se quedan para atender las necesidades de salud de la población», aclaran.

«Damos lo mejor de nosotros, pero para cuidar, también necesitamos ser cuidados, y eso requiere de una estabilidad laboral y de la adecuada sustitución de profesionales que se van de vacaciones», explica el CAE, que asegura haber puesto en conocimiento de la Consejería de Salud en varias ocasiones esta realidad.

Manejan una idea: arbitrar un procedimiento de contratación ágil y eficiente y advierte el CAE de que algunas profesionales han presentado su dimisión. Las plantillas están mermadas, denuncian, y los contratos, sobre todo en verano, son de carácter mensual. «Sufrimos la fuga constante de nuestros profesionales a otras comunidades autónomas e incluso a otros países, en busca de condiciones laborales dignas que no encuentran en Andalucía. Si hablamos de las enfermeras recién graduadas, formadas en nuestra comunidad autónoma, así como los especialistas que acaban su residencia, seguimos padeciendo un éxodo constante, allí donde les ofrecen mejores condiciones», aclara el CAE, que tilda el hecho de «pérdida de talento».

La ratio de enfermeras por cada 100.000 habitantes es de 556 en Andalucía, muy por debajo «de la ratio española que es de 636 o de la europea, que se sitúa en 819», agrega el órgano corporativo de las enfermeras a nivel autonómico. La Junta maneja otros datos y mide la ratio de forma diferente: por mil habitantes. «La ratio de pacientes/enfermera en Andalucía ha crecido del 4,74 al 5,51 desde 2019 gracias a la incorporación de 7.886 nuevos profesionales de Enfermería a la plantilla del SAS», dijo la consejera de Salud, Rocío Hernández, en una comparecencia celebrada en el Parlamento el pasado 22 de mayo. Y añadió: «Nos situamos cada vez más cerca de la media nacional, que está actualmente en el 6,28».

En esa comparecencia, la consejera detalló que el aumento reseñado (algo inferior con relación a los últimos datos aportados por la consejería, que hablan de más de 8.400 enfermeras) «supone que el SAS cuenta con un 27,7% más de enfermeras que hace seis años y que la ratio de la población asignada por enfermeras en Andalucía es de 1.357, mientras en 2018 estaba en 1.744. Por tanto, con más población que nunca, pues Andalucía acaba de superar los 8,6 millones de habitantes, según el INE, las enfermeras tienen cada vez que hacerse cargo de menos pacientes. O lo que es lo mismo, que tienen más tiempo para dedicar a los pacientes más complejos», señaló.

El Colegio Oficial de Enfermería de Málaga, por su parte, insistió ayer en la misma idea: «Los recién graduados en Enfermería han comenzado a marcharse de Andalucía ante la falta de oportunidades laborales estables y acordes a su formación». Consideran que existe una ausencia de ofertas de contratación para las nuevas promociones. «No nos vamos porque queremos, nos vamos porque no nos ofrecen nada», afirma el colegio con relación a la experiencia que le transmiten muchos jóvenes profesionales.

«No se puede permitir que Andalucía forme profesionales excelentes y luego los deje marchar por falta de planificación y voluntad política», recalca la entidad, que añade que muchos de estos trabajadores nutren con su talento los sistemas sanitarios de otras comunidades y países y su salida de la autonomía «deja sin relevo a un sistema andaluz que envejece».

El Colegio de Enfermería de Málaga tiende la mano a la Junta para trabajar en soluciones estructurales: estabilización, reconocimiento profesional, planificación estratégica y diálogo.