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EUGENIO CABEZAS
Lunes, 28 de noviembre 2011, 02:47
En su sencillez reside el secreto de su gran sabor. La chanfaina son patatas fritas en aceite de oliva, aderezadas con un aliño de clavos, orégano, vinagre, sal, pan y ajos fritos. El exquisito manjar se acompaña de embutidos, como magro y chorizo fritos. En definitiva, un plato con mucho fundamento, y al que no se pudieron dejar de resistir las más de seis mil personas que ayer se congregaron en la pequeña localidad de Totalán, en el límite entre la Axarquía y la capital, a escasos seis kilómetros de Rincón de la Victoria.
El motivo era la séptima edición de la Fiesta de la Chanfaina, en la que se rinde tributo a un plato cuyos orígenes se remontan cientos de años atrás, a la época árabe. No en vano, su nombre procede esta lengua, en la que significa 'sinfonía', «una unión armónica de varios productos». Y es que la chanfaina es un plato que se prepara en muchos puntos de la geografía española, pero en cada uno de ellos adopta unas peculiaridades.
«Llevamos desde las cinco de la madrugada pelando y cocinando los cuatrocientos kilos de patatas, cortando el magro y los chorizos, y preparando el aliño», explicó Antonio Alcaide, el cocinero responsable de la receta de la que ayer disfrutaron varios miles de personas. La expectación y las ganas de saborear el plato fueron enormes, y desde antes de las 14.00 horas ya se empezó a conformar una larga cola que daba la vuelta a toda la pista del polideportivo de Totalán, donde se concentró el epicentro de la celebración, que desde 2005 está declarada Fiesta de Interés Turístico Provincial.
A las puertas del recinto, los visitantes podían disfrutar de un buen número de manjares típicos de la provincia, como el vino dulce del terreno, las pasas o los quesos, junto a una amplia oferta de embutidos y de repostería, a lo largo del extenso mercadillo artesanal instalado por el Consistorio.
En el apartado institucional, la delegada de la Junta de Andalucía en Málaga, Remedios Martel, fue la encargada de pronunciar el pregón. En su intervención elogió la gastronomía popular, «que es sublime a la par que humilde», apostilló Martel. «En tiempos de crisis, «no es malo volver la vista a platos sencillos, baratos y nutritivos como la chanfaina, volver a lo nuestro», aseguró la delegada de la Junta.
Los Premios Chanfaina de este año recayeron en la diputada provincial de Centros de Atención Especializada, Emiliani Jiménez; los delegados de Cultura y de Hacienda y Administración Pública, Manuel Jesús García y Rafael Fuentes, respectivamente, así como en José Castillo y Antonia Cañas, vecinos del pueblo.
«Llevamos desde las cinco de la madrugada preparando la chanfaina»
«Es la primera vez que vengo a la fiesta y me ha encantado el plato»
«En casa lo preparamos muy a menudo, es sabroso y energético»
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