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El pez sapo puede permanecer cuatro horas fuera del agua. :: SUR
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Los científicos echan el anzuelo al pez sapo

Los investigadores se fijan en esta especie animal por sus similitudes con los seres humanos

LUIS F. PRIETO

Domingo, 28 de agosto 2011, 03:36

Gracias a la evolución que presenta esta especie y a sus similitudes con algunas áreas del organismo humano, el pez sapo puede considerarse un modelo válido de experimentación para el estudio de determinadas enfermedades. Es la conclusión a la que han llegado investigadores de la Universidad de Cádiz y del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía. Estos expertos se han basado en el modelo autóctono de la bahía de Cádiz, comparándolo con ejemplares de la misma especie que habitan en aguas de Venezuela.

Los especialistas que participan en los trabajos han explicado que las líneas de investigación se han centrado en la búsqueda de diferenciadores de sexo. También han analizado posibles marcadores genéticos y celulares que ayuden a diseñar fármacos relacionados con el origen y desarrollo de dolencias cardiovasculares o hepáticas.

«La evolución con respecto a otros peces es enorme, al poseer un modo de respiración indistinto entre las branquias y la piel y mantenerse hasta cuatro horas vivo fuera del agua», ha explicado Carmen Sarasquete, una de las responsables de la investigación en el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía, en Cádiz, órgano dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Según los especialistas, las similitudes del pez sapo con el funcionamiento humano se trasladan a puntos del organismo tan dispares como el sistema renal, presentando dos riñones al contrario que la mayoría de los peces, que tienen uno; el aparato reproductor, que consta de dos testículos y una glándula que podría asemejarse en funcionalidad a la próstata; o el aparato cardiaco, pudiendo inducir arritmias e infartos para analizar comportamientos internos.

Recuperación de un infarto

«Se ha demostrado que podemos recuperar al pez sapo de un infarto inducido», ha explicado Sarasquete a modo de punto y seguido esperanzador en el curso de la investigación. Asimismo, los investigadores también realizan ensayos relacionados con el páncreas y el sistema digestivo, motivados por las semejanzas en la liberación de insulina y la regulación del metabolismo que aprecian entre el pez sapo y los humanos.

Otros hechos diferenciales con otras especies son, por un lado, el sistema respiratorio que, al permitir cuatro horas de vida fuera del agua, sería un modelo mucho más operativo para acciones de laboratorio y análisis por parte de los científicos. Y, por otro lado, la poca incidencia comercial y de consumo humano que tiene esta especie, con lo que no sería un serio problema su captura a gran escala y su posterior manipulación, tal y como sostienen los especialistas.

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