El tercer carril deja atrás los atascos en vísperas del fin de semana más conflictivo del año

Desde el Centro de Gestión del Tráfico de la DGT afirmaron que la puesta en servicio del tercer carril respondió ayer a las expectativas al dar una mayor fluidez a la circulación, palpable sobre todo en las horas punta. Un respiro que también pudieron sentir en primera persona los miles de conductores que ayer usaron por primera vez el nuevo vial, abierto al público después de tres años de obras y gracias a una solución provisional -las líneas de separación siguen siendo amarillas- a la espera de que se acometa el ensanchamiento de los carriles en los túneles de Cerrado de Calderón. «La verdad es que se está notando para bien, ya que el tráfico no está tan congestionado», asegura Juan Manuel Morales, un vecino de Rincón que recorre cuatro veces al día este tramo para ir y volver de su trabajo en el polígono Guadalhorce. La sensación de alivio es generalizada, pero como apuntaba Laura Vera, «a ver qué pasa el fin de semana con la gente que viene de la playa». Más crítico se mostraba el camionero Carlos Martín, primero por el «retraso de las obras» y, segundo, por el estrechamiento de los carriles en los pasos subterráneos, especialmente sensible cuando se trata de vehículos de grandes dimensiones. Precisamente los túneles son los puntos que quedan por culminar y que requerirá la demolición de los arcenes elevados para que los tres viales tengan la misma anchura que en el resto de la calzada.

Con esta actuación, que superará los 14 millones de euros de inversión cuando se completen los trabajos, el Ministerio de Fomento completa el tercer carril en toda la ronda este, un trazado de 5,5 kilómetros que discurre entre la conexión con la A-45 a la altura del túnel de San José con el enlace de El Candado.