Enrique Gil, Trinidad Fernández-Baca y Lola García, de izquierda a derecha, durante el Encuentro en SUR. :: Fernando González
ENCUENTROS EN SUR

Cerrados a abrir todos los días

El pequeño y mediano comercio de Málaga no puede asumir abrir los festivos. Los empresarios se debaten entre aprovechar las oportunidades de negocio que se presentan, por ejemplo con los cruceristas, y añadir mayor sacrificio a su trabajo sin la compensación de una facturación mayor

JOSÉ MIGUEL AGUILAR

Lunes, 20 de diciembre 2010, 08:41

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El porcentaje de comerciantes malagueños que abre su puertas de lunes a domingo se ha ido incrementando paulatinamente en los últimos años, aunque no ... al ritmo que demanda una sociedad que anhela una ciudad abierta los 365 días del año. Pros y contras de este importante paso salen en la mesa de debate conformada por el presidente de la Federación de Comercio de Málaga (FECOMA), Enrique Gil; la presidenta de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico, Trinidad Fernández-Baca Casares, y la vocal de Alimentación Saludable de Facua, Lola García Gómez. FALTA DE CONSUMO Un balance negativo en el plano económico

El año que termina no ha sido especialmente bueno para el sector en el apartado económico. Así se pone de manifiesto.

«El pequeño y mediano comercio ha ido acumulando este año mes a mes una serie de déficits en cuanto a facturación, y por lo tanto finanzas, por falta de consumo -señala Enrique Gil-, y hablo no solo como representante del pequeño y mediano comercio, sino también como consumidor. Este año no tiene nada que ver con 2009, se ha agravado bastante en nuestra provincia; salvo en el paréntesis del verano, con un repunte del 4%, el resto del año ha sido un cúmulo de déficit importante. Creemos que esta etapa que se nos brinda, como es el mes de diciembre con las campañas navideñas, y a continuación las rebajas de invierno, puede ser propicia para el equilibrio de ese déficit».

Trinidad Fernández-Baca avala esta teoría: «Estoy de acuerdo con los números de Enrique Gil, pues él lo ve desde el punto de vista de lo que es el comercio de toda la provincia de Málaga. Para nosotros, por la posibilidad de que lleguen los cruceristas al centro de la ciudad, quizás el déficit ha sido un poquito más suave, pero verdaderamente creo que bastante peor que el año pasado. Vienen bastantes turistas, pero vienen con el bolsillo bastante corto, con guías para ver el tema cultural de forma rápida, y aunque ves el Centro Histórico lleno de turistas no les da tiempo a parar. Y a los turistas en general, no solo a los cruceristas, luego les pasa otra cosa, que se les antoja algo que tenga un volumen y como vuelan en bajo coste y no se pueden llevar equipaje alguno tampoco se atreven a llevarse algo de valor como una joya, sino que compran souvenirs muy pequeños por lo que se hace muy poca caja».

Lola García Gómez ofrece su opinión: «Desde Facua damos el punto de vista del consumidor, y los números que arroja el balance es de un aumento de reclamaciones. Con la crisis hay más dificultad para afrontar pagos y más presiones a la hora de reclamarlos desde las empresas. Y a nivel de comercio han aumentado las reclamaciones, pero más a nivel de información, como son para poner una hoja de reclamaciones, de preguntar qué derechos tiene un consumidor cuando adquiere un producto en cuanto a devolución. Igual que los comercios están sufriendo esa presión, los consumidores también».

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Gil está interesado en resolver una cuestión: «¿A qué sectores del comercio van esas reclamaciones principalmente». La respuesta le aporta confianza: «Principalmente las reclamaciones llegan a través de las telecomunicaciones -afirma García-, en el sector eléctrico hemos notado una disminución de reclamaciones, pero es que el año pasado con el cambio de facturación tuvimos tal avalancha que este año por lógica tenía que ser menor. Y dentro de lo que es el comercio, las grandes superficies se llevan la palma. El pequeño y mediano comercio trae menos reclamaciones que el resto de sectores. Pero hay un gran desconocimiento con el tema de las reclamaciones, y también hay llamadas de los propios comerciantes que se interesan por cómo adquirir las hojas de reclamaciones, qué derechos tienen, los plazos, etc. Y dentro del comercio quizás sea la hostelería el que más reclamaciones tenga». «Celebro que el comerciante haga también consultas», apostilla Gil. RESPETAR LAS COSTUMBRES Inexplicable empeño en ser distinto

Fecoma recomendó a los 35.000 pequeños y medianos comercios de la provincia que abrieran durante el Puente de la Constitución. No obstante, tal y como precisó Enrique Gil, «finalmente, son los propios empresarios los que deciden si lo hacen o no». La respuesta no fue la esperada.

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«Hay varias razones en esa negativa a abrir -razona Gil-, entre otras, podemos decir: tenemos un convenio colectivo donde la jornada laboral en comercio, salvo alimentación, está programada de lunes a sábado por la tarde, si bien es cierto que el comerciante puede negociar con el trabajador de forma independiente o paralela al convenio colectivo para que trabaje el sábado por la tarde o el domingo por la mañana o por la tarde. Pero esa negociación es dificultosa, porque en todos los formatos que estamos hablando son todos comercios con dos, tres o cuatro trabajadores, como mucho, y la exigencia del trabajador es importante respecto a la facturación que se prevé hacer esos días. Esa argumentación es para sopesarla, en tanto en cuanto merece la pena tener en cuenta que también el propio titular de la empresa, llámese autónomo, tiene que trabajar y sacrificar su único día de descanso, y nos cuesta todavía creernos que estamos en una ciudad cosmopolita, cada vez con más visitantes, cada día con una oferta cultural más importante. Y llegado a este punto yo me pregunto: ¿por qué si pretendemos tener esa oferta cultural tan importante que yo aprecio en Málaga capital los lunes están cerrados algunos museos? Yo puedo pensar que se podrían abrir también los lunes. Más allá de todo eso abogo por tener preparada una oferta sensata, suficiente, para todo el que viene a visitarnos, inclusive además del consumidor natural de nuestra provincia, de nuestra ciudad, de nuestro entorno. Nos falta aplicar unas reglas de juego para que sea factible o llevadero esa oferta que tanto nos caracteriza en una Málaga de más de tres mil años de historia comercial, una oferta de calidad, de exigencia, de sacrificio, y estamos en una época donde debemos demostrar que estamos a la altura de las circunstancias, y que se nos brindan unas oportunidades que tenemos que aprovechar».

La presidenta de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico lanza una pregunta al aire y responde: «¿De qué estamos hablando? ¿De abrir los 365 días al año? Tenemos 40 horas semanales, y para abrir desde las nueve y media hasta las diez de la noche, como se tiene costumbre en Málaga, tenemos que hacer una reflexión. Yo he ido a Viena, a las seis de la tarde, y me he encontrado todo absolutamente cerrado. Al día siguiente era festivo, y estaba todo cerrado. Luego era fin de semana y estaba todo cerrado. Sólo pude encontrar abierto en cuatro días en Viena un puesto en el metro y allí compré un pañuelito para mi madre que tiene 86 años. Lo que quiero decir es que me hinché a ver escaparates y me hubiera gustado llevarme algún detalle, pero no hubo forma ni manera».

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Trinidad Fernández-Baca pide hacer una reflexión: «¿Por qué nos estamos empeñando en querer ser distintos a como somos? Tenemos unas costumbres y los que vienen tienen que conocerlas. Si un joven emprendedor de un pequeño o mediano comercio viene y me dice cómo hace para abrir los 365 días, qué personal contrata, le tengo que decir que para contratar a una persona los 365 días cada puesto de trabajo son tres personas. Es cuestión de cuentas. Queremos estar abiertos siempre, pero los empresarios necesitamos herramientas: seguridad, aparcamientos más baratos, ya no digo gratis... Estamos hablando del Centro Histórico de Málaga, tenemos que proteger al pequeño comercio y a esa diversidad que viene buscando el cliente».

Y prosigue su repertorio de argumentos: «Debemos diferenciar la problemática del pequeño comercio y de la franquicia en cuanto al personal. Respecto al convenio colectivo, nos encontramos con la dificultad de que el empresario del pequeño comercio vive tiene al empleado como de familia, y no queremos romper esa paz social de ninguna manera. Si su convenio dice que el domingo no tiene que venir a trabajar, y tiene que estar unido a un mediodía, es decir, un lunes por la mañana o un sábado por la tarde, no le vamos a obligar a venir. Nos puede hacer un favor, que lo hace, pero no es cuestión de eso. Eso se tiene que flexibilizar y hacer las cosas en condiciones. No se trata de abrir porque alguien de tu familia te ayude. Lo que quiero transmitir es que no es tan malo que el turista aprenda a que aquí no se tiene que acostar a las diez de la noche, porque puedes trasnochar y tomarse unas copas en cualquier terraza, y luego por la mañana desayunar donde le parezca, hacer la visita cultural, comprar hasta las dos de la tarde, almorzar y echarse un ratito para repostar, algo que aquí se llama siesta. Y luego vuelves a patearte tantísimas cosas bonitas que hay que ver en el Centro Histórico y sigues haciendo compras hasta las nueve de la noche, algo impensable en tu país».

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Lola García toma la palabra: «Desde Facua siempre se ha apoyado al pequeño y mediano comercio desde la creación de la Mesa para el comercio de Málaga en la que Facua participó, porque creemos que es enriquecedor en muchos sentidos, primero en el servicio, y el número de reclamaciones lo respalda. El pequeño y mediano comercio se preocupa más por su cliente, por la fidelidad del mismo; hay otros aspectos como el tema laboral, pues los empleos del pequeño y mediano comercio son de mejor calidad que el que puedas encontrar en las grandes superficies de ETT, que además de estar allí sus horas no conoce el negocio, no conoce el cliente, no conoce lo que está vendiendo, y eso repercute en el servicio al consumidor. La repercusión económica de ese consumo que hacemos va más directo a la ciudad que si va a una gran superficie. En el tema de los barrios, las zonas comerciales les da mucha vida, si todo el mundo se va a las grandes superficies los barrios se quedan desiertos».

La representante de Facua añade: «Todo esto debe ir acompañado por el tema de los aparcamientos, hay una iniciativa para que la gente vaya al centro a comprar en autobús y nos parece muy positivo. En cuanto a los horarios es entrar en una guerra que al final es autodestructiva, porque si te vas a poner a competir con los grandes centros cuyo horario es salvaje... En cualquier caso, si se decide ampliar los horarios o abrir en días festivos se tiene que orquestar desde las organizaciones de comerciantes, sin olvidar que es una guerra peligrosa porque además se tienen que cuidar los elementos que distinguen al pequeño y mediano comercio». REGALOS Campaña de Navidad como agua de mayo

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Los comerciantes malagueños se muestran optimistas de cara a la campaña de Navidad de este año, en los que abundan los regalos, pero deben escasear los impulsos, según las recomendaciones que se vierte en la mesa de debate. Para Fernández-Baca, «no se trata de comprar por comprar, pero los regalitos de Navidad son por impulsos, porque si no es así habría algunos comercios que no venderían nada porque tienen cosas que no hacen falta. El impulso no se debe perder, eso no significa que estés todos los días con impulsos».

Lola García interviene: «Es que una cosa no quita la otra. Yo siempre pienso que en Navidad hace uno regalos. Pero, por ejemplo, yo a mi hermana le compro algo que sé que ella nunca se compraría, un perfume.».

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La presidenta de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico es tajante al respecto: «Eso es un impulso».

Y prosigue la representante de Facua: «Pero es un impulso meditado y reflexionado. No es ir a salir a comprar los regalos y a ver qué me encuentro, porque así se compra más de lo que se necesita. Una cosa es darle una alegría a alguien que tú quieres y otra es hacerlo de forma comedida. Y hablando de impulsos, desde Facua estamos preocupados porque, aunque en España la problemática o enfermedad de la compra compulsiva no se conoce mucho, es una adicción invisible, no llama la atención, no es antisocial porque no se ve, pero en esta época de crisis también hay esas personas que hacen compras compulsivas. Y desde Facua en 2011 vamos a hacer unos talleres para compradores compulsivos gratuitos y de larga duración, con apoyo de psicólogos. Hay personas que han llevado a la ruina a su familia».

Trinidad Fernández-Baca le pregunta: «¿Estos enfermos hacen las compras mayoritariamente por Internet? Tengo entendido que es así, porque compran sin que nadie les vea y reinciden con facilidad».

Y responde Lola García: «Desde luego la compra por Internet tiene mucho que ver. Ya pasó hace algunas décadas con las tarjetas de crédito. Siempre viene asociado con algún problema personal, de autoestima. Hay gente que el primer día que cobra se gasta el sueldo entero». NUEVO TURISMO Cruceristas, no es oro todo lo que reluce

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El último punto enciende el debate. Se toca el tema de los cruceristas y el del desarrollo de los centros comerciales abiertos como formato para competir con las grandes superficies.

Empieza la presidenta de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de Málaga. «Lo de los cruceristas es mucho venir y poco gastar. Otra cosa es que muchos comerciantes abren a mediodía y antes no lo hacían, igual que los sábados por la tarde -expone-. Lo sí se hace es mirar el calendario de cruceros, y se adapta a los cruceros. Otra cosa es que luego hagan caja o no hagan caja. Hoy es imposible abrir los 365 días del año, no es rentable para el pequeño y mediano comercio, porque como dije, si tienes un empleado necesitas tres puestos de trabajo, y si tienes dos son seis, tal y como está el convenio de comercio no salen los números. Como estamos en crisis y van a llegar una serie de modificaciones por parte de las administraciones para dar empleo, quizás podamos adaptar nuestro convenio de comercio a algo que pueda ser viable. Con lo que valen los alquileres en el Centro Histórico y todos los impuestos que pagamos es inviable».

Toma la palabra el presidente de la Federación de Comercio de Málaga (FECOMA). «Hay que diferenciar entre alquileres e impuestos. Dentro de poco tiempo entra en vigor la Ley de Arrendamiento Urbano y cambiarán mucho las tornas. Y eso hará cambiar la visión económica y financiera de los comercios, sin duda, para peor por el precio de los arrendamientos. Desde hace muchos años el pequeño y mediano comercio está haciendo un trabajo donde se ofrece en algunos casos una franquicia, una marca multinacional, que le hace una buena oferta, cambia el contrato, le vendes el traspaso y asunto terminado. Estas marcas tendrán que aceptar el equilibrio. Qué ocurre, que cada vez hay menos comerciantes locales, con lo que cambiará el atractivo comercial, y los propietarios de los inmuebles serán los que se beneficiarán, tanto de los locales comerciales como de las viviendas que hoy están en desuso en el Centro de la ciudad, y por el precio va a ser inviable que nadie viva en el Centro Histórico, además se va ampliando el radio y cada día será más caro el entorno del Centro Histórico, porque estamos empecinados en adaptar y modernizar el Centro Histórico, que se lo merece, pero sin olvidar el resto».

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Para Enrique Gil, «se va encareciendo a medida que se va ampliando el radio de acción. Estamos pagando alquileres a ocho mil euros en calle Larios, o más, una barbaridad, cuando el esfuerzo y el sacrificio de hacerlo grande ha sido de los pequeños comercios. Hablamos solo del precio de los locales comerciales, pero nos hemos parado a pensar qué beneficio ha tenido en el alquiler desde el local comercial hacia arriba, en vertical, no solo son viviendas. En los últimos 25 años se ha despoblado el Centro Histórico por razones como el ruido, la movilidad o las razones que sean, y cada día las viviendas valen más caras. Pero cuando vivían familias en esas casas había despachos y eran cada día más caros. El Centro Histórico es un sitio atractivo para vivir, para tener despachos, comercios, para todo, porque nos volcamos en él, pero también Cruz del Humilladero, Carretera de Cádiz o El Palo. Debíamos abrir los 365 días del año, pero con equilibrio. Sentémosnos, hablemos de los formatos comerciales y exigámoslo los propietarios. Explotemos otras fórmulas como el centro comercial abierto».

Trinidad Fernández-Baca aclara: «Para tener un Centro Comercial abierto hay que tener lo mismo que uno cerrado, que es el aparcamiento gratis, y no lo tengo. Que me dejen explotar los aparcamientos municipales, verás...»

Gil responde: «Hay un red de centros comerciales abiertos en la provincia, y vosotros habéis dicho que no os queréis asociar de momento». La presidenta de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de Málaga no está de acuerdo: «No es así, tenemos los papeles preparados y de un día a otro nos van dar la certificación de centro comercial abierto».

Cierra la intervención Lola García: «Entendemos que para Málaga el turismo es una entrada económica muy importante que hay que cuidar, que los comerciantes tienen que adaptar su oferta a la demanda de los turistas que vienen a visitarnos. Defendemos la garantía de calidad, siempre buscando que el consumidor de todos los días no se vea perjudicado por estas adaptaciones al turismo, y la diversidad y una oferta cultural en auge acompañada de oferta comercial».

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