Emprender desde la cárcel
Más de 340 presos han recibido formación para montar y gestionar sus negocios, con el objetivo de que generen sus puestos de trabajo Reclusos de Alhaurín crean 17 empresas a través de un programa de la Junta
GEMA MARTÍNEZ gemamar@diariosur.es
Sábado, 6 de noviembre 2010, 14:46
Cuando Juan Jesús Rodríguez, 24 años y ex recluso, toma la palabra, lo primero que dice es que lleva dos meses esperando la ayuda de 8.000 euros que ya tiene aprobada por parte de la Junta de Andalucía y que necesita para abrir las puertas del ultramarinos de productos ecológicos que ha montado en la avenida Cristóbal Colón de Alhaurín de la Torre. Explica que ha podido aguantar el tirón porque tenía ahorrados 3.000 euros y porque su familia le está prestando para el alquiler y para pagar el seguro de autónomo: «no es fácil -dice-, recibes mucha ayuda, pero tienes que poner las ganas».
Salvar obstáculos
Juan Jesús hace la reclamación delante de la delegada provincial de Economía, Innovación y Ciencia, Pilar Serrano, que se ríe y que le responde que, por supuesto, ser emprendedor no es fácil y que todo el que empieza debe salvar muchos obstáculos. También le dice que va a mirar qué ocurre con esa ayuda.
Juan Jesús Rodríguez es uno de los 343 reclusos que se han acogido al programa 'Emprender el Vuelo', que comenzó su andadura en 2006 en la Prisión Provincial de Málaga. Se trata de una iniciativa pionera en España, financiada por la Junta de Andalucía y desarrollada por la asociación Arrabal, que ha convertido en realidad un total de 17 proyectos empresariales de reclusos, la mayoría negocios relacionados con la construcción y la restauración. Además, hay otra decena que se van a concretar en breve.
Juan Jesús se acercó al programa cuando cumplía prisión preventiva. A través del asesoramiento de los técnicos de Arrabal elaboró un proyecto ficticio para la creación de un bar. A través de este trabajo aprendió nociones básicas y necesarias para montar y gestionar una pequeña empresa. «Nuestro trabajo consiste en motivarles; en enseñarles a reflexionar y a meditar sobre el negocio que pretenden montar, para que sean capaces de realizar previsiones estratégicas y que si se equivocan, lo hagan primero sobre el papel», explica Alberto de Acevedo, coordinador de Diseño y Estrategias de la Delegación de Innovación.
Juan Jesús salió a la calle a los diez meses; estuvo dos años fuera, trabajando aquí y allá y luego, cuando se celebró juicio, volvió a entrar para terminar de cumplir cuatro o cinco meses de condena. Al salir, sin trabajo y con la crisis encima, recuperó el espíritu emprendedor que había desarrollado a través del programa, pero esta vez le dio vueltas a una idea con posibilidades: «estaba en paro y vi que en Alhaurín podía funcionar algo así». Se trata de una tienda de ultramarinos donde todos los productos son ecológicos: «la fruta, la hortaliza, el aceite, el jabón, la leche, todo».
Cuando Piort Hucul, polaco de 36 años, se acercó al programa 'Emprender el Vuelo' ya sabía bien lo que era ser empresario. Hubo un tiempo en el que estuvo al frente de una empresa de construcción y luego, en Alemania, regentó un restaurante junto a su mujer. Lo perdió cuando entró en la prisión de Málaga, donde ha cumplido cuatro años y medio.
Oportunidades
En ese tiempo aprovechó bien las oportunidades que surgían en la cárcel. Realizó tres talleres de formación, uno de ellos como azafato de congresos y catering y también trabajó como electricista en el interior de la cárcel, cobrando un sueldo de 800 euros al mes que le ha servido para ahorrar los 5.000 euros que ha invertido en el negocio en el que se ha embarcado: un restaurante de pescaíto en pleno centro. «Me di cuenta de que todos los bares de pescado estaban en la playa y que muchos extranjeros que pasean por el centro buscan este tipo de negocios. Mi familia, sin ir más lejos, cuando vienen a verme quieren comer pescado en el centro», dice.
En estos momentos están inmerso en las obras de reforma del local y la Junta de Andalucía aún no le ha aprobado la ayuda solicitada, así que cuando se le pregunta para cuándo la apertura, asegura que no sabe. Sí sabe en cambio que no hay que tirar la toalla: «hay que tener paciencia y luchar. No es fácil, pero yo no tiro la toalla. Lucho todos los días».
Ha montado una tienda de ultramarinos que solo ofrece productos ecológicos y que tiene previsto abrir antes de navidades
En estos momentos está reformando un local en el centro para montar en él un restaurante en el que va a ofrecer 'pescaíto'.
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