Carlos Álvarez, ayer, en la sala Espacio Sur, que se llenó para escucharle. :: ÁLVARO CABRERA
CULTURA

Álvarez: «No sé si volveré a cantar ópera o tendré que pasarme al bolero»

El barítono malagueño asume con naturalidad e ironía su lesión en las cuerdas vocales, que lo mantiene alejado de los escenarios

RAFAEL CORTÉS

Martes, 13 de julio 2010, 03:48

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El Teatro Real de Madrid acogía ayer la presentación de la ópera de Verdi 'Simon Boccanegra', que cerrará la temporada del coliseo. En el ... acto tenía que haber estado presente el barítono malagueño Carlos Álvarez, quien en un principio iba a protagonizar esta pieza, pero la convalecencia de su intervención en las cuerdas vocales le ha impedido formar parte del elenco, por lo que no asistió a esa presentación, aunque el director escénico del espacio de la capital, Antonio Moral, quiso mandarle un mensaje de ánimo al cantante. Álvarez, mientras tanto, estaba en su tierra natal, donde por la tarde quiso mantener un encuentro con su público y un nutrido grupo de amigos en el Aula de Cultura de SUR.

Una cita en la que Álvarez habló en profundidad de sus inicios malagueños en el mundo de la música, de su pasión juvenil por la Medicina, de su formación como cantante de ópera y, ¿cómo no?, de sus problemas de salud. Un contratiempo que el barítono -«Carlos Manuel para mi familia», precisó- abordó con seriedad, pero también con naturalidad y hasta con ironía: «Yo soy el que más disfruta sobre un escenario y el que más ganas tiene de volver a trabajar, pero sólo lo haré cuando pueda estar al cien por cien», explicó.

Álvarez relató con precisión todo el proceso que le ha llevado a la situación actual, que tiene su origen en una afección que le detectaron en septiembre de 2008 y de la que sufrió una recaída en marzo de este año, de la que se recupera en la actualidad: «Espero poder volver a cantar, aunque en este momento contemplo todas las opciones, entre ellas reducir el repertorio o cambiar y ponerme a cantar boleros», añadió en tono humorístico.

Álvarez recordó algunas anécdotas de su brillante carrera profesional, que lo ha llevado a cantar en los principales escenarios del mundo y a trabajar con los mejores artistas y directores del género, como aquella primera negativa en 1993 al maestro Ricardo Muti para interpretar 'Rogoletto' en La Scala de Milán: «Me gusta ser estricto, honesto y objetivo con mi trabajo y en ese momento no estaba preparado», dijo.

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Y es que para Carlos Álvarez, que tiene en su haber un sinfín de premios por su trabajo, «el mejor piropo que te pueden echar es que el público te identifique con tu personaje, porque eso significa que lo estás interpretando bien». Además, reconoció sentirse «un niño mimado» en la ciudad que le vio nacer, de la que nunca se ha separado pese a sus compromisos profesionales, «a pesar de que ser profeta en su propia tierra es difícil». Para él «los galardones no sirven para nada si luego no devuelves a la sociedad esos reconocimientos a través de tu trabajo»

El barítono se refirió también al proyecto de Fundación Carlos Álvarez, impulsada por el artista en 2005 y que contó con el apoyo inicial de empresas e instituciones locales y regionales, pero cuyo final se precipitó muy a su pesar: «El objetivo era fomentar la ópera y la formación de los futuros profesionales, pero no quería que fuera una plataforma de lanzamiento personal de determinadas personas», sentenció Álvarez.

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