Cecilia Gómez junto a uno de los vestidos; abajo, un boceto de Victorio & Lucchino.
GENTE Y TELEVISIÓN

La pasión de Cecilia Gómez

A punto de estrenar su espectáculo sobre la duquesa de Alba, la ex novia de Fran Rivera admite que bailar «ayuda a olvidar el desamor»

ARANTZA FURUNDARENA

Lunes, 31 de mayo 2010, 23:45

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El carillón del Palacio de Dueñas repicaba las doce del mediodía cuando apareció la duquesa de Alba, una mujer de puntualidad 'british, british', según sus amigos. Cecilia Gómez nunca olvidará aquel momento. Por fin tenía ante ante sí, en persona, a su admirada Cayetana, esa aristócrata particularmente flamenca a la que deseaba dar vida sobre un escenario. El encuentro lo propició su novio de entonces, Francisco Rivera, ex yerno y ojito derecho de la duquesa. Pero Cecilia, que estos días vive los típicos nervios que anteceden a un estreno, se empeña en aclarar que el libreto sobre la duquesa ya estaba escrito «desde antes de conocer a Francisco». Convertirse en la novia del famoso torero, por supuesto, aceleró el proceso, pero eso es algo con lo que ella ni soñaba. «Sólo que a veces -explica- se producen casualidades increíbles y la realidad supera la ficción».

Cecilia ya está en capilla. El espectáculo 'Cayetana, su pasión' se estrena el próximo jueves, 3 de junio, en el Teatro Lope de Vega de Madrid. «No sé si podré dormir la noche anterior. Tila, Valium... Creo que voy a echar mano de todo lo que me ayude a relajarme, porque es mucha responsabilidad», comentó la bailaora a este periódico anteayer, jueves, cuando presentó en Sevilla los siete trajes que lucirá en el escenario, creados por los diseñadores Victorio & Lucchino. Nueve meses ha tardado en gestar este montaje que, como ella misma indica, «va a ser un auténtico parto». Para mayor inquietud, su 'bebé' echará a andar ante la atenta mirada de su ex novio, Francisco Rivera, y de la propia duquesa de Alba. Ambos han anunciado su asistencia al estreno. «Para mí, que a mis 35 años aún no he sentido la llamada del reloj biológico como madre -explica la artista- este espectáculo es lo más parecido a un hijo, porque lo he creado yo y es la primera vez que bailo con mi propia compañía».

El taller de costura, un hervidero

La sevillana casa natal de Velázquez, sede del taller de costura de Victorio & Lucchino, era el jueves un hervidero. Por la mente de Cecilia pasaban a la velocidad del rayo los recuerdos de un año en el que «he vivido al límite y he llegado a sorprenderme a mí misma con una fortaleza que desconocía». De bailarina anónima en la compañía de Sara Baras, Gómez pasó a convertirse en una de las famosas más perseguidas de España. Abandonó el cuerpo de baile e inició una carrera en solitario, que ahora llega a su primera meta con este montaje. «Siempre he admirado esa parte flamenca de la duquesa. Su pasión es la pasión por la vida. Ojalá estuviera yo así a su edad. Bueno, incluso a la mía».

Cuenta Cecilia que a Cayetana, cuando escucha flamenco, «se le van las manos. Yo creo -dice- que de no haber tenido el peso de su título nobiliario habría sido bailaora. Y de las que dan que hablar». Sobre el escenario, Cecilia evocará algunos momentos de la intensa biografía de la actual duquesa de Alba. «Pero no habrá caracterización. No voy a intentar parecerme a ella. Será una alegoría». Hay alusiones a sus clases de flamenco con Enrique el Cojo (en Dueñas, Cayetana tiene montado un estudio con tablao), a su pasión por los caballos y a su devoción por los toreros. Todo ello ha estimulado la creatividad de José Luis Medina y José Víctor Rodríguez (Victorio & Lucchino) que han creado, bajo la supervisión de la propia Cayetana, con la que mantienen una amistad de años, el vestuario de la protagonista y de todo el cuerpo de baile. Cecilia lucirá entre otros 'looks' una espectacular bata de cola, una falda de organza estilo años 50, una chaqueta goyesca de terciopelo y un camisón de seda para la escena más íntima. «Todo en gasas naturales, todo hecho a mano, y nada obvio, en tonos empolvados, como envuelto en humo», explican ambos diseñadores.

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Cuentan los amigos de Cecilia que Francisco se ha portado como un caballero, que pese a haber roto la relación nunca ha dejado de apoyarla en su nuevo espectáculo. «Yo hasta dudo que lo hayan dejado del todo -apunta una persona muy allegada al torero-. Y si ha sido así, deseo que vuelvan, porque Cecilia sería una excelente compañera para Fran. Ha demostrado tener una raza y un tesón increíbles luchando por no venirse abajo en los momentos más duros». La bailaora sonríe precavida ante las preguntas que se refieren a su ex novio. «No estoy quemada con los hombres. Al contrario -puntualiza-, no ha sido una ruptura terrible. Sigo siendo amiga de Fran». Pero admite que bailar «ayuda a superar el desamor, por supuesto. Yo siempre digo que cuando estás enfadada taconeas con más fuerza. Pero ahora ya no tengo rabia ni enfado. Sólo ilusión... Y nervios ante el estreno».

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