De Juana se pierde en el caos de Belfast

Iñaki de Juana Chaos vuelve a ser un quebradero de cabeza para las autoridades españolas y norirlandesas. En libertad condicional en Belfast desde noviembre de 2008, el ex preso de ETA permanece en paradero desconocido desde que el jueves pasado no acudiera a una vista judicial convocada para examinar su recurso en contra de una sentencia favorable a su extradición a España. La ausencia, difundida en Internet por un periodista de la BBC que cubría la cita, disparó todas las alarmas.

Interior se enteró de la fuga por la prensa y pidió más información a sus colegas de Irlanda del Norte, en una comunicación a través de la diplomacia en la que expresó un cierto malestar por la aparente falta de control en la vigilancia. Se descubrió que el ex miembro del 'comando Madrid' llevaba un mes sin comparecer en la comisaría de Grosvernor Road, en cumplimiento con las medidas cautelares impuestas por la Justicia. De Juana se perdió en el caos.

A dos horas en autobús de Dublín y en una isla con un intenso tráfico marítimo, Belfast era el lugar de residencia de De Juana desde noviembre de 2008. Aquí fue arrestado por una orden europea dictada por la Audiencia Nacional, que investiga si el ex preso cometió un delito de enaltecimiento del terrorismo por el contenido de una carta que se le atribuye a él, leída en un acto en su honor en San Sebastián tras salir de la cárcel madrileña de Aranjuez.

Confirmada la fuga, el CNI contactó con sus homólogos de Scotland Yard y de las unidades antiterroristas en busca de alguna pista. «La huida de De Juana nos ha pillado a todos desprevenidos», confiesa una fuente policial. El equipo de extradición de la Policía de Irlanda del Norte ha iniciado por Belfast la búsqueda del hombre que puso en jaque al Gobierno de Zapatero con sus huelgas de hambre -algunos medios de comunicación de la isla le llaman por su segundo apellido, Chaos, que en inglés significa caos-.

No estaba en su domicilio, ni en la academia donde estudia inglés, ni en la cafetería de ambiente gaélico en la que almuerza habitualmente. No es asiduo a los pubs porque, en teoría, debe retirarse pronto a casa al estar en libertad condicional. Su mujer, Irati Aranzabal, sigue en Belfast. Trabaja en una compañía de taxis en labores de administración.