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La Facultad de Medicina fue la primera de nueva creación de la Universidad de Málaga, según recogió el decreto de 1972. El martes se celebra ... el acto académico por este 50.º aniversario, con homenaje a los profesores y personal jubilado, entrega de los premios a los mejores expedientes de grado y premios extraordinarios de doctorado de las tres últimas promociones y la entrega de la medalla de honor de la facultad a Yolanda García Calvente, anterior vicerrectora de Personal Docente e Investigador, por sus esfuerzos para paliar el déficit de profesorado, y al alcalde, Francisco de la Torre, que hace 50 años, como presidente de la Diputación, contribuyó a la implantación de esta facultad en el Hospital Civil y a la posterior construcción de un nuevo edificio, el primero del campus de Teatinos.
–El decreto de creación de la Universidad de Málaga señalaba literalmente que «constará inicialmente de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, integrada en la actualidad en la Universidad de Granada, y de la Facultad de Medicina, de nueva creación». Imagino que es un honor ser los primeros...
–Antes de aprobarse la creación de la Universidad de Málaga empezó a funcionar el Colegio Universitario adscrito a la Universidad de Granada (1970-1975), solicitado por la Diputación y el Ayuntamiento, que permitió la agrupación de las escuelas ya existentes (Magisterio, Peritos Industriales y Estudios Empresariales) y la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales (fundada en 1965), permitiendo impartir las materias correspondientes al primer ciclo de las enseñanzas de Filosofía y Letras, Ciencias, Farmacia y Medicina, poniendo las bases para la creación de nuevas facultades. De entre estas nuevas facultades, en una decisión en la que participaron todas las instituciones implicadas, se optó porque fuera la Facultad de Medicina la que junto a la de Ciencias Económicas y Empresariales, se creara para el inicio de la Universidad de Málaga. Era también una titulación muy deseada por la sociedad malagueña.
–Seguro que los comienzos no serían fáciles...
–Los primeros años de la Facultad de Medicina fueron años ciertamente intensos, tan difíciles como ilusionantes para los protagonistas de sus primeros pasos. En 1971 comienza la primera promoción (45 estudiantes, 14 mujeres, un 30%) en el hoy Archivo Municipal de La Alameda, pasando a la Casa de la Misericordia y posteriormente al Hospital Civil. El número de estudiantes matriculados crecía cada curso: segunda promoción de 84 estudiantes; tercera, 122 alumnos y en la quinta ya contaba con 686 estudiantes. Un crecimiento exponencial, imposible de asumir por lo que se limitaron las plazas a un número de 150 en el curso 1977/78, aunque eran 1.500 las solicitudes. Con esta limitación de espacios se llegó a plantear la supresión del segundo ciclo, algo a lo que se opusieron estudiantes, profesores y sociedad malagueña.
–Finalmente se consiguió un nuevo edificio, el primero del campus de Teatinos, y también el hospital.
–El 3 de abril de 1973 se colocó la primera piedra de la facultad, que se inauguró en 1978. La inauguración de este edificio facilitaba la consolidación de los estudios de Medicina en Málaga, en una travesía no exenta de dificultades, pero plena de juventud e ilusión, igual que hoy. En 1976 se presentó el proyecto del Hospital Clínico, cuya construcción terminó en 1983. Pero surgieron muchas dificultades, los hospitales clínicos dejaron de depender de Educación y pasaron a Sanidad, en Andalucía se creó el Servicio Andaluz de Salud con las transferencias en esta materia. De tal manera que en 1989 llegaron los primeros enfermos al nuevo hospital: 44 personas procedentes del Hospital Civil, en ocho ambulancias escoltadas por la Policía Local. Se abre así una etapa de 23 años de historia compartida en un centro sanitario que viene realizando una labor asistencial de calidad, con servicios que son una referencia nacional lo que supone un beneficio en primer lugar para los pacientes y, sin duda, para los futuros profesionales.
–¿Cómo cree que ha contribuido la facultad al desarrollo de la sanidad en la provincia de Málaga?
–La Facultad de Medicina ha acompañado el desarrollo de la sanidad en la provincia. De forma progresiva, la presencia de la Universidad en los centros sanitarios y viceversa es creciente. Desde esos comienzos en el Hospital Civil, la inauguración del Hospital Clínico Universitario, la incorporación a la docencia del Hospital Regional Universitario, el concierto con la Junta de Andalucía para el uso de todos los recursos sanitarios públicos para la investigación y la docencia, la incorporación en la última década de los centros sanitarios privados o las expectativas ante el nuevo Hospital de Málaga son buena muestra de la necesaria simbiosis entre las estructuras sanitarias y universitarias.
–¿Qué destacaría de esta sinergia o trabajo conjunto?
–Quizá lo más destacado sea considerar las 47 promociones –con la actual–, que suponen 7.000 médicos al servicio de la sociedad o las 1.500 tesis doctorales defendidas que muestran una capacidad investigadora para cuidar a las personas enfermas y promover la salud en nuestra sociedad. O los 1.200 tutores clínicos, colegas, que de forma altruista y generosa colaboran en la formación práctica de los futuros profesionales. O la creación del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga o del Centro de Investigaciones Médico-Sanitarias. O nuestro programa de doctorado de Biomedicina, Investigación Traslacional y nuevas Tecnologías en Salud con más de 400 proyectos de tesis doctorales iniciados. O las diferentes cátedras de mecenazgo creadas. La facultad quiere estar presente en todos los lugares donde se enseña Medicina y queremos que los centros sanitarios estén presentes en nuestra facultad. Es necesario fortalecer aún más la alianza estratégica que ya existe entre las instituciones universitarias y sanitarias.
–El plan Bolonia supuso un gran cambio en la estructura universitaria, las carreras técnicas y las licenciaturas pasaron a grados de 4 años, aunque Medicina presionó y consiguió mantenerse en seis años de estudio. ¿Cómo valora estos cambios en los planes de estudios?
–La implantación del título de graduado/a en Medicina, aprobado en 2009 y que se hizo efectivo a partir de 2010, ha exigido una dedicación muy intensa. No se hizo a 'coste cero', sino durante un periodo de crisis económica que supuso una restricción significativa de profesorado y de recursos. La convergencia al Espacio Europeo de Educación Superior fue relativa: los planes de estudios de un mismo título resultaron diferentes en las distintas universidades. No obstante, pienso que nos ha permitido avanzar en que lo importante no es lo que enseñamos sino lo que el estudiante aprende, en sistemas de evaluación continua, en mejor formación práctica o introducción a la investigación. Pienso que nuestras graduadas/os adquieren una razonable buena formación.
–La nota de corte para Medicina se mantiene entre las más altas. Recibir a los mejores estudiantes es una garantía de éxito...
–Queremos recibir a estudiantes que tengan la mayor capacidad intelectual posible para que luego puedan ejercer como buenos médicos y atiendan bien a los pacientes. Pero unas décimas más o menos en la nota de selectividad no significan especialmente nada. Desde hace tiempo reclamamos que para algunos estudios, entre otros los de Medicina, sería conveniente que además de la actual prueba de conocimientos hubiera una prueba también de aptitudes y actitudes. Con una nota de acceso por encima de 13 quedan fuera muchos jóvenes con vocación, pero eso no quiere decir que no reúnan condiciones para ser unos excelentes médicos, por esto a la nota de corte hay que darle un mérito relativo.
–Cumplidos ya más de diez años del actual plan de estudios, ¿han pensado en su actualización?
–Nos hemos planteado la celebración del 50.º aniversario como una oportunidad excepcional para mejorar nuestra formación. Cumplidos, como señala, más de diez años de su implantación hemos realizado una reflexión sobre nuestro modelo de docencia que nos ha llevado a proponer una modificación sustancial de nuestro plan de estudios. No nos obligaba ninguna nueva normativa. Pero, afortunadamente, los avances en Medicina no cesan y tenemos la obligación de, partiendo de los fundamentos, actualizar la docencia a una realidad asistencial con continuas innovaciones diagnósticas y terapéuticas.
–¿En qué línea irá esta reforma del plan de estudios?
–Esa propuesta contempla un mayor uso de metodologías docentes que faciliten la interacción y el autoaprendizaje del estudiante, introducción temprana –desde el primer curso– a la formación clínica y los centros sanitarios, mayor formación en investigación, mayor integración de las áreas de conocimiento, nuevos contenidos y competencias, mayor coordinación y aprovechamiento de las prácticas clínicas, impulso a las actividades de simulación clínica o participación en actividades de aprendizaje-servicio. Queremos, en definitiva, formar a profesionales que, con un comportamiento ético, cuiden a sus pacientes.
–Ustedes se oponen a los planes del Gobierno de ampliar el número de alumnos de nuevo ingreso para paliar el déficit de médicos. ¿Por qué?
–En España no faltan médicos. El número de médicos en España está por encima de la media europea. Es cierto que faltan especialistas en algunos territorios, pero eso no se soluciona con más estudiantes. En los últimos 15 años se han incrementado las plazas en un 75%, sin que esto haya solucionado el problema.
–¿Qué proponen desde las facultades?
–Cada año se presentan al examen MIR el doble de graduados que plazas ofertadas. Nuestros médicos también se van al extranjero porque les ofrecen mejores condiciones salariales y laborales y habría que incentivar los puestos más difíciles de cubrir. Y el aumento de plazas de nuevo ingreso no es asumible con el déficit de profesorado que arrastramos.
–¿Qué espera del nuevo hospital de Málaga?
–Espero que suponga una oportunidad para mejorar. Su repercusión puede ser tan relevante como las que supusieron en su día la nueva facultad y el nuevo hospital Clínico. En el diseño del plan funcional de ese hospital se contempla el uso para la investigación y para la docencia de nuestra querida primera sede. Sería una feliz coincidencia volver al Hospital Civil. En realidad, nunca nos hemos ido, ya que permanecemos en cualquier lugar donde se aprende Medicina.
–Ahora que tanto se valoran los avances técnicos en Medicina, ¿cómo queda la labor del profesional?
–Se habla y se escribe mucho en la era de los grandes avances sobre la importancia de la humanización de la Medicina. Quizá debamos recordar que la relación médico/paciente es el valor principal de la Medicina. Resulta redundante hablar de 'médico humanista', pues no debería existir ninguno que no lo fuera. Queremos enseñar esa Medicina centrada en el paciente en una facultad centrada en el estudiante, seguir impulsando proyectos de cooperación y responsabilidad social, queremos aprender y seguir aprendiendo. Nos gustaría contribuir para conseguir una sociedad más justa y solidaria.
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