Javier Borrego, presidente del Consejo de Estudiantes de la UMA
«Con la nueva ley universitaria de Andalucía nos están toreando a los estudiantes»Exige más financiación para la universidad y asegura que la calidad de la docencia no se puede mantener si los profesores tienen más alumnos y más horas de clase
Esta semana, los pasillos de algunas facultades de la Universidad de Málaga lucen más desiertos de lo habitual. La razón está en el paro académico ... que ha convocado el Consejo de Estudiantes y que apela a los casi 40.000 estudiantes matriculados a no asistir a clase durante cinco días. No es una huelga al uso porque los alumnos que sí lo desean reciben docencia. Las clases siguen con normalidad, aunque los estatutos de la UMA impiden que se realicen exámenes o que la ausencia a clase penalice. Javier Borrego (Málaga, 2002) es el presidente de CEUMA y está en tercero de Ingeniería Telemática. Atiende a SUR para explicar los motivos que han llevado a este paro académico, una fórmula de protesta hasta ahora en la UMA, y para analizar la situación de la universidad a nivel general.
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–¿Cuánto tiempo lleva como presidente de CEUMA?
–Soy presidente de CEUMA desde septiembre. Aunque llevo casi cuatro años en la representación estudiantil. Mi antecesor dimitió por motivos personales y, entre las personas del equipo de gobierno con experiencia, quedaba yo. Así que me presenté a la presidencia y hace tres meses tomé posesión del cargo.
–¿Le ha dado ya tiempo a arrepentirse?
–Es verdad que estas últimas tres semanas han estado cargadas de mucho trabajo. Me hubiera gustado ir más a clase de lo que he ido. En general, es verdad que la representación estudiantil exige tiempo para todo el mundo. Pero es un poco como ir al gimnasio, el tiempo que le dedicas lo eliges tú.
–¿Cómo describiría el momento que vive la UMA?
–La UMA está pasando por un momento de gran incertidumbre. Vemos como políticamente se está favoreciendo la llegada de universidades privadas. No digo que no podamos convivir con las privadas, pero es llamativo el momento en el que ambas coinciden. Justo cuando la UMA vive un momento de gran incertidumbre, las universidades privadas pasan por uno muy bueno.
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–La complicada situación económica de la universidad es conocida por todo el mundo a estas alturas. El equipo de gobierno siempre ha asegurado que esto no afectará a la calidad de la docencia. ¿Esto se está cumpliendo?
–La calidad de la docencia que ofrecen los profesores de manera individual se mantiene. Yo creo que los docentes de la UMA son muy buenos y hacen todo lo posible. Además, pienso que tenemos un claustro muy implicado. Pero a nivel general, es muy difícil mantener la calidad si tienes más horas lectivas y tienes que atender a cada vez más alumnos, por ejemplo, con los TFG.
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–Este lunes arrancó una huelga de estudiantes de cinco días convocada por CEUMA. ¿Qué motivos fundamentan este paso?
–El motivo principal es la infrafinanciación que vive la UMA desde hace años. Por otro lado, también queremos manifestar nuestro desacuerdo con la nueva Ley Universitaria Para Andalucía (LUPA), que se ha desarrollado sin consultar a los estudiantes.
«La universidad está viviendo un momento de gran incertidumbre»
–¿Cómo ha sido el seguimiento de este paro académico hasta el momento?
–Por lo que nos están contando y estamos viendo el seguimiento está siendo bastante bueno. El autobús de la universidad que lleva a Teatinos va, prácticamente, vacío. Es un indicio claro. Los aparcamientos de la UMA también están vacíos. Estamos satisfechos.
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–¿Por qué no se logra que la huelga se extienda a todas las facultades?
–El motivo de esto es simple. Hay carreras, por ejemplo algunas de Ciencias, con un temario muy condensado. Recordemos que con el Plan Bolonia se han recortado muchas carreras de seis a cuatro años. Entonces, los profesores de estas carreras no se pueden permitir dedicar algunas horas solo a repasar y avanzan en materia. Eso hace que faltar a clase sea mucho más comprometido.
–¿Qué esperan lograr con esta protesta?
–Lo primero, informar. Muchos estudiantes de la UMA no están tan informados de la situación por la que está pasando la universidad. De hecho, muchos no saben ni tan siquiera quién es el rector o quién es el decano de su facultad. Por otro lado, queremos ejercer presión. Presión para que en la Junta de Andalucía vean que los estudiantes estamos en pie, que no vamos a permanecer tranquilos con la actual situación y con lo que está pasando. También me consta que otras universidades andaluzas están planteado un paro como el que hemos hecho nosotros.
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–Si estos objetivos no se logran, ¿han pensado en cómo escalar la protesta?
–Estamos en constante contacto con otras universidades andaluzas. Hay varias cosas que pueden ocurrir. Escalar la protesta a nivel regional. Estamos en contacto con todos los consejos de las otras universidades andaluzas. También estamos coordinados a nivel estatal.
–En la protesta de este lunes tuvieron el respaldo de representantes del PSOE e IU. ¿Usted se siente cómodo con la presencia de partidos políticos?
–Cualquier persona que quiera apoyar a la universidad pública es bienvenida. Pero es importante dejar claro que nosotros estamos desvinculados de los partidos políticos. Personalmente, no me siento ni cómo ni incómodo con el apoyo recibido. Repito, mientras que se haga de forma pacífica, cualquier apoyo es bienvenido.
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–¿Cómo es la comunicación con el equipo de gobierno de la UMA?
–Yo creo que la comunicación es muy buena y fluida. Lo hemos comprobado ahora en las reuniones que hemos tenido para preparar el paro académico. Cuando hemos pedido audiencia con el rector, nos ha atendido sin ningún tipo de problema.
–¿Qué valoración hace hasta ahora del mandato de Teodomiro López como rector?
–Creo que ha asumido el liderazgo en un momento muy complicado para la universidad. Siento que lo está haciendo lo mejor que puede. Aunque también es verdad que las cosas no están todo lo bien que pudieran estar. Entonces, está claro que tiene margen de mejora. Pero como cualquiera de nosotros. Con los mimbres que tiene, tampoco se le puede exigir mucho más.
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–¿Qué nota le pondría por el momento?
–Solo puedo hablar desde el punto de vista del estudiante. Creo que el rector está haciendo lo que puede. Si el 10 significa que la UMA fuera perfecta, yo le daría un 7,5.
–La UMA está en la cola del sistema de financiación universitaria. ¿Cómo se ha llegado hasta aquí?
–La verdad es que no lo sé. No sé cuáles son las causas que nos han llevado hasta aquí. Sería fácil culpar a los partidos políticos, pero creo que es un cúmulo de varios elementos.
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–¿Cree que el equipo de gobierno debería ser más vehemente a la hora de pedir más dinero a la Junta?
–A ver, somos conscientes del papel que tiene el equipo de gobierno. Al final, tiene que mantener cierta lealtad institucional. Es una situación complicada. Ellos tienen que pedir más dinero, pero al mismo tiempo tampoco pueden ser irrespetuosos con la Junta. Si la UMA no se ha declarado en bancarrota, es gracias al crédito que consiguió de la Junta. Es fácil juzgar desde fuera. En todo caso, el rector ha dicho en varias ocasiones que la situación actual es insostenible.
–La nueva Ley Universitaria para Andalucía (LUPA) tiene el rechazo frontal de CEUMA. ¿Por qué?
–El rechazo no es frontal. Pero consideramos que se ha hecho sin consultar a los estudiantes. El borrador definitivo de la LUPA lo tuvimos que conseguir por canales extraoficiales y ya era tarde para poner enmiendas. Creemos que nos han toreado directamente. Por ejemplo, la LUPA establece que los decanos se elijan en un futuro entre candidatos de una terna que establece el propio rector. Eso significa que los estudiantes dejaríamos de tener capacidad para una elección directa de los decanos. Se perdería gran parte de la democracia en la universidad. Por otro lado, está la obligación de acreditar un nivel B2 en una lengua extranjera. Pero no hay un entramado en la universidad que te facilite aprender otro idioma y todo depende de si te lo puedes pagar o no. Es como si me pidieran una asignatura que no está en la carrera. No tiene sentido.
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–En general, ¿cómo ve el movimiento estudiantil? Da la impresión que la capacidad de protesta y movilización ha mermado mucho si se compara, por ejemplo, con las luchas para frenar el Plan Bolonia.
–La causa principal de que el movimiento estudiantil haya perdido fuerza está en el Covid. La gente entra y sale a las universidades cada cuatro años. Con la pandemia, se perdió un eslabón en el relevo generacional. Ahí se mermó la cosa bastante. Pero, poco a poco, vemos como está cogiendo fuerza otra vez.
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