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Un Unicaja sin tensión pierde ante el Metropolitans 92 (90-80)
El equipo malagueño que sufrió una sangría en el rebote (29/17) dio un paso atrás en su progresión y también cedió el liderato del grupo en la Eurocup
Paso atrás del Unicaja. El equipo malagueño perdió el liderato del grupo B de la Eurocup al caer derrotado ante el Metropolitans 92 en ... la sexta jornada de la competición europea por 90-80. Hay maneras y maneras de perder. La derrota deja una mala imagen del cuadro cajista, que recuperó su repertorio de fallos y carencias; esos que mostró en el comienzo de la temporada y que tantas dudas generaron a su alrededor. Es cierto que el Unicaja llegaba después de un carrusel infernal de partidos, pero también que el rival estaba diezmado y que es notablemente inferior, pese a lo que indica el resultado. Pero si algo saben los rivales del Unicaja es cuáles son sus puntos débiles. Después de una primera parte en la que el conjunto que dirige Casimiro fue mejor que su rival, el Metropolitans reordenó su juego y lo volcó sobre sus pívots, que además encontraron un filón en el rebote. El Unicaja se desangró concediendo muchas segundas opciones con canastas cerca del aro en otra mala noche de Thompson, Guerrero y, especialmente, de Gerun.
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La derrota complica la situación en la Eurocup, pues se cedió el 'basket average' con los franceses, que pasan a ser primeros de grupo. La clasificación no peligra, pero el Unicaja perdió una gran oportunidad para demostrar su jerarquía en el torneo.El Unicaja tendrá ahora siete días sin competir pues no jugará Liga Endesa el próximo fin de semana y su próximo partido será el miércoles 11 ante el Mornar Bar a las 19.30 horas.
El descarte de Gal Mekel despejó una de las incógnitas del partido. Casimiro se decantó por mantener en la rotación a Nzosa, que como luego demostró el desarrollo del choque, le iba a hacer más falta. El arranque del choque respondió a lo que debía ser la tónica del mismo, con una evidente superioridad de un Unicaja en buena dinámica y con una plantilla superior, aunque luego las cosas no fueron así.
Sin hacer nada del otro mundo en defensa, el talento de Bouteille y el acierto exterior de Alonso permitió al Unicaja mandar desde el salto inicial. El francés logró canastas brillantes, pero a veces amasa demasiado el balón y abusa del bote. Cuando le llega la pelota el ataque ya no tiene otro final que no sea un tiro suyo. No hay otra solución. La mayoría de las veces anota, pero cuando no, puede ser nocivo para el equipo porque incluso sus compañeros se desesperan cuando no los mira y están liberados. Es lo que tienen los anotadores, para bien o para mal. Con los puntos del francés y los triples de Alonso, el Unicaja mandaba cómodamente en el marcador (11-19) ante un rival con pocos efectivos. Así y todo, el Metropolitans entendió que debía atacar el punto débil del Unicaja, el juego interior. Los puntos de Marei equilibraron un partido con poca tensión.
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Jaime Fernández siguió cogiendo el punto de forma con minutos de calidad. Su facilidad para ver el baloncesto permitió al Unicaja ampliar su renta de nuevo a base de triples. Alonso seguía a los suyo y Brizuela lo metía todo (20-31). De nuevo, el cuadro galo cargó en posiciones interiores, con Chikoko ganando la partida a Rubén Guerrero y el choque empezó a equilibrarse. Casimiro tiró de Nzosa en busca de mayor actividad defensiva, pero su equipo no parecía por la labor de remangarse. El choque entró en un intercambio de canastas que no beneficiaba a un Unicaja que no aprovechó las excesivas pérdidas de su rival (12) y que se vio perjudicado por su endeblez en el rebote. Cogió sólo 5 rechaces por los 15 del Metropolitans. Esto propició un 40-44 al descanso.
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El uno a uno
No llegó la esperada mejora defensiva del Unicaja, que vio cómo el conjunto francés sí lo hacía. Con una buena circulación de balón y controlando el rebote, el Metropolitans mandaba en el marcador (50-46). El equipo malagueño echaba en falta la aportación de jugadores como Waczynski y Thompson, que a estas alturas del partido no habían anotado. Algunos destellos de Abromaitis y la continuidad de Alonso permitieron que los problemas fueran a mayores (59-59).
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El conjunto francés olió la sangre en la pintura malagueña y se lanzó a degüello. Ginat, Marei y Chikoko hicieron estragos para primero remontar el partido y luego establecer una renta cada vez más sólida. Gerun quedó en evidencia y esta vez Nzosa no fue la solución. El Unicaja lo intentaba, pero su defensa no tenía tensión y tampoco orden. A Tres minutos del final perdía 79-70 y el partido se complicaba ya demasiado porque también le costaba anotar. Ya en los últimos minutos el objetivo no era ganar, sino no perder el 'average', algo que también pasó con un excelente triple de Anthony Brown, el mejor del partido con 18 puntos.
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