El Unicaja, en la cúspide de la pirámide presupuestaria de la Champions League

El club cajista afrontará la temporada 2023-2024 con un presupuesto que rondará los 14 millones de euros, el más alto desde 2008. La renovación total del equipo explica este aumento respecto a los 10,7 de la campaña anterior, de los que siete iban destinados a los salarios de los jugadores, una cantidad que ahora se ha aumentado de forma considerable por el coste de las renovaciones. Es mucho dinero, pero esa apuesta por la continuidad tenía un precio. Un mayor respaldo de la propiedad, la Fundación Unicaja, y del principal patrocinador, Unicaja Banco, ayudarán a afrontar esa subida, aunque el club también ha fortalecido su línea de negocio e ingresará más dinero por la venta de abonos, tras vender todos los que ofertó con un aumento de hasta el 20% para los nuevos socios.

Con estos recursos, el Unicaja está en la cima de la pirámide presupuestaria de la Basketball Champions League. Conviene aclarar que el club cajista es probablemente el más controlado en el gasto y fiscalmente de todos los que compiten en la Liga ACB y la Champions. Además, como el resto de los equipos españoles, tiene una fiscalidad especialmente alta, nada que ver con los turcos o israelíes, por poner un ejemplo, lo que hace que su presupuesto y lo que dedica a salarios no sea un elemento tan diferenciador como puede indicar una simple cifra.

Esos catorce millones del Unicaja superan claramente al segundo en este 'ranking', que no es otro que el Lenovo Tenerife. El equipo canario aprobó la pasada campaña un aumento del 14% en su presupuesto para alcanzar los 8,2 millones, que serán más esta temporada. Casi a la par está el Hapoel Jerusalén, finalista este año de la Champions, del que distintos medios hebreos señalaban un presupuesto de más de ocho millones.

Como se ha explicado antes, en términos de confección de equipos, la clave es qué parte del presupuesto se dedica a salarios de la plantilla. En ese sentido, el Unicaja seguiría en cabeza, pero esto es algo ficticio por el asunto antes comentado de la fiscalidad. Otros clubes también de cierto nivel en la Champions como el Galatasaray gastan alrededor de cinco millones en salarios, por los cuatro del Pinar Karsiyaka. El Bursaspor, que ha regresado de la Eurocup, informó la pasada campaña de un gasto en sueldos de 2,5 millones de dólares netos.

Estas cifras de los clubes turcos cuentan con una gran ventaja, pues los impuestos que pagan son sensiblemente inferiores a la de clubes españoles y de otros países de Europa. Ahora bien, en Turquía son habituales los casos de impagos cada temporada, por lo que una cosa es lo que firman los jugadores y otra lo que acaban cobrando, de ahí que a mitad de temporada sean habituales las salidas de jugadores con destino a otros países.

Como todo, hay muchas 'herramientas contables' para poder fichar con más margen. Lo ideal es que las ligas, como ocurre en Alemania o en Francia, fueran más transparentes y rigurosas en el control del gasto. En la LNB francesa se publican cada temporada los presupuestos oficiales y el gasto en plantillas. Así, el Estrasburgo, que jugará la fase previa de la Champions, está en siete millones de presupuesto total, mientras que el Dijon está en seis. En Francia, además se ha establecido un tope salarial, mientras que en Alemania se fija un presupuesto fijo y entra ahora en vigor la obligatoriedad de aumentarlo en 500.000 euros cada temporada. Así el Telekom Bonn, vigente campeón con algo más de cuatro millones, mientras que el Ludwigsburg estaría sobre cinco y el Oldenburg por encima de los siete. Luego hay equipos clásicos que siempre compiten, pero que no llegan a esas cifras, como el caso del Rytas, con cuatro millones de presupuesto total y dos dedicados a salarios, según indicó meses atrás su mánager general.