El Unicaja, sin confianzas ante el último escollo cara a la Champions

El Unicaja lo tiene todo a favor para cumplir el trámite, la misión obligada de acceder a la fase de grupos de la competición continental, pero mal haría si cayera en el relajo después de la tunda del viernes al Heroes Den Bosch, otro rival semidesconocido que permitió igualar varios topes estadísticos favorables del cuadro malagueño. Entre la necesidad de acudir a la Champions –lo contrario sería un desastre casi irreparable para la entidad–, la disputa del primer partido oficial de la temporada, el estreno ante la afición y la posibilidad de haber reunido por fin a los doce jugadores de la plantilla al fin, la paliza fue de época.

El Unicaja vuelve a ser claro favorito este mediodía (12.30 horas, Gol Play) en el Carpena, pero en el deporte todo es posible. Tampoco estaba en las quinielas la victoria del Patrioti Levice en cada uno de los dos cruces anteriores, y con cierta solvencia además. Primero se deshizo del Egis Kormend húngaro por 79-70, con Lapornik (19 puntos), Freeman (18) y Bojanovsky (14 puntos y 8 rebotes) a la cabeza, y el viernes batió con más facilidad aún al Karhu Kauhajoki finlandés: 57-81. De nuevo Freeman volvió a ser determinante, con 18 puntos, 15 rebotes y 5 asistencias, con un buen papel del base bosnio Knezevic (14 puntos y 7 asistencias) y del alero luxemburgués Ben Kovac (17 puntos).

El Patrioti, de la pequeña población eslovaca de Levice (apenas 33.000 habitantes), en la región de Nitra, se fundó en 1941 y la pasada campaña se impuso en la liga regular y en los 'play-off' de la Liga eslovaca, de sólo ocho equipos. Lo más significativo del equipo es que utiliza una rotación de apenas ocho jugadores, o al menos es lo que viene mostrando su entrenador, Michal Madzin. Su ala-pívot Tre McCallum, el base Knezevic y el escolta Miha Lapornik superaron los 31 minutos el viernes, mientras que Daniel Chaban, Samuel Solcansky y Alex Krajcovic no jugaron ni siquiera dos minutos.

Quizás el jugador que mas suene al aficionado medio es el de Lapornik, esloveno que jugó en el Bilbao (2016-17). La plantilla tiene tres norteamericanos, pero el base Wade-Chatman ni se ha vestido de corto en Málaga. Mc Callum y Freeman sí que son muy importantes, junto a Knezevic, Kovac, el local Bachan y Bojanovsky, el único 'cinco' puro, con 2,13. Ningún jugador más en la plantilla supera los 2,03.

Para bajar los humos al Patrioti Levice, Ibon Navarro dispone de una batería de doce jugadores, entre ellos dos flamantes campeones de Europa, Alberto Díaz y Darío Brizuela. Lo dejó claro el técnico vitoriano en la sala de prensa. «Somos un equipo que todavía esta tratando de crear una identidad, y queremos que se base en una línea constante de intensidad, a base de rotaciones cortas y de tener a la gente muy metida en los partidos, por si hay alguien que tiene un mal día y no está preparado». Bien que se notó con la presión insistente en la pista rival y el reparto de minutos. El Unicaja espera otra fiesta hoy y ya piensa en e lgrupo en el que caería, junto al Sassari italiano, el PAOK griego y el Dijon francés.