Alberto Díaz y Brizuela levantan el trofeo de campeón de Copa del Rey en Badalona. ACB FOTOS

El Unicaja se conjura ante el maleficio del siglo

La Copa del Rey procura rodearse de maldiciones que ahuyentan las previsiones y espantan los favoritismos: como anfitrión, el equipo malagueño lo tiene todo en contra, pero ya en Badalona fue capaz de superar cualquier hechizo

Domingo, 11 de febrero 2024, 20:08

Tocado por la varita esotérica de un entrenador que convierte en talento colectivo toda individualidad que llega a sus manos, el Unicaja hizo magia en ... Badalona para conquistar una Copa del Rey que se le negaba desde hacía 18 años. El sortilegio del título fue tal que hizo añicos cualquier previsión y pulverizó un sinfín de récords que quedarán para los anales de la historia: con el actual formato ningún equipo había eliminado al Real Madrid y al Barcelona y el cuadro malagueño batió a ambos para colarse en la final y ganarla, pero es que a título propio jamás había eliminado en competición nacional al cuadro azulgrana y fue en tierras catalanas precisamente donde se produjo por primera vez; de paso, acabó con la leyenda blanca, que acumulaba nueve finales seguidas, cinco trofeos incluidos, y esta vez el club de Concha Espina se quedó a las puertas de la misma.

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Si estos antecedentes invitan al optimismo en el seno del Unicaja a la hora de pensar en repetir título, el ambiente se enfría con las maldiciones que persigue al anfitrión, empezando por sí mismo, incapaz de levantar un trofeo en casa para alegría de su afición, que acabó siempre desencantada en las escasas oportunidades que tuvo (la final de Liga en 1995, con Imbroda al frente y el triple de Ansley que no entró; la Korac frente al Limoges en 2000 en el vetusto Ciudad Jardín que vivió el mítico duelo entre Maljkovic e Ivanovic, cuatro Copas en el Carpena, incluido un último partido en 2020 que de ganarlo hubiera hecho más llevadera la posterior pandemia o la 'Final Four' de la Champions el pasado mes de mayo sin ir más lejos cuando el Telekom Bonn despertó todos los fantasmas que pueblan las gradas del templo verde).

Y, encima, si se trata de ejercer de local en la Copa y no perder la cordura, solo dos equipos han conseguido eludir ese encantamiento: el CAI Zaragoza en 1984 y el Tau en Vitoria 2002. El más difícil todavía cuando ni Real Madrid (hasta en cinco ocasiones, 2006, 2009, 2011, 2019 y 2021 ) o Barcelona (2012) han podido con ese hechizo que persigue al anfitrión.

Otra maldición que persigue al campeón que luego ejerce de anfitrión es que, exceptuando al Madrid y al Barcelona, no pasa de cuartos de final

El encanto de la Copa torna en brujería cuando un equipo busca repetir título, algo vetado para todos aquellos que lo intentaron que no fueran Madrid o Barça. Hasta 13 clubes distintos a los dos mencionados anteriormente anhelaron saborear el trofeo dos años seguidos en casi un siglo de historia del torneo y el hechizo permanece intacto desde 1933. Joventut (ocho veces campeón), Baskonia (6), Estudiantes (3), Zaragoza, Picadero, Laietá y Rayo, en dos ocasiones, y Valencia, Manresa, Espanyol, Hospitalet y Atlético de Gracia figuran en el palmarés del torneo, y ahí sigue ese encantamiento que espera conjurar de una vez por todas el Unicaja, que levantó el trofeo en 2005 y un año después no pasó de semifinales, y en la pasada edición de Badalona.

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Y no será porque no se dieran oportunidades, ya que esta es la sexta vez en la que el campeón defiende título en casa, y en todas fue algo baldío. El primero que lo intentó fue el CAI, campeón de Copa en Las Palmas 1990, y al año siguiente se celebró en Zaragoza; el Pamesa ganó en Valladolid 98 y luego el torneo se celebró en Valencia; el entonces Caja Laboral ganó en Valencia 99 y Vitoria acogió la edición de 2000; el Barcelona ganó en Madrid 2011 y doce meses después se disputó en la ciudad condal, mientras el Real Madrid ganó en Málaga 2020 y la capital acogió la competición en 2021.

Pues bien, otra maldición que persiguió al campeón que al año siguiente ejerce de anfitrión es que, exceptuando al Madrid y al Barcelona, no pasa de cuartos de final doce meses después. Le ocurrió al CAI en 1991, al Pamesa en 1999 y al Baskonia en 2000, y curiosamente sus rivales aprovecharon esa fortaleza moral que da vencer al anfitrión para llegar a la final o ganarla, como el Estudiantes en Zaragoza, el Caja San Fernando en Valencia y al Estudiantes en Vitoria, donde además se coronó campeón. Mientras, el Real Madrid amargó al Barcelona en la final de 2012 y el cuadro catalán hizo lo propio con el madridista en la final de 2021.

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