El Unicaja, con lo puesto ante un rival que se juega la vida

Y lo cierto es que el equipo que dirige Ibon Navarro llega al partido (17.00 horas, Movistar Plus) con lo puesto. Sin Abromaitis, Suárez y Francis Alonso, y con Barreiro, Brizuela, Oliver y Díaz entre algodones, el Unicaja tendrá delante a un rival que le va a morder porque se juega la supervivencia en la élite.

El Burgos ocupa una de las dos plazas de descenso a la LEB sólo meses después de haber ganado la Champions League de la FIBA. Una pésima planificación, demasiados nervios en la gestión y una dinámica errática han dado como resultado que a tres jornadas para el final esté en una situación tan crítica. El rival que se va a encontrar el Unicaja tiene que ver muy poco con el que pasó por Málaga en la primera vuelta. El cuadro burgalés ha hecho trece cambios en la plantilla y ha fichado a tres entrenadores. Su última incorporación es el haitiano Cady Lalanne, que ya jugó ante el Barcelona y que es un pívot de 2,08 con un caché muy elevado.

La clave del encuentro estará en ver cómo Navarro es capaz de optimizar los recuros que tiene sin que sufra alguna baja más. El delicado estado físico de Díaz, que lleva ya varias semanas amagando con romperse, y el maltrecho tobillo de Brizuela han provocado que se reclutase al cadete Mario Saint-Supery, que ya jugó en la pasada jornada y que esta tarde seguramente volverá a tener minutos. El problema estará en un juego interior muy mermado y en el que habrá que proteger a Cameron Oliver, otro renqueante por un virus, de sus problemas habituales con las faltas.

El Burgos, que estará arropado por un pabellón casi lleno, tiene ahora mismo una plantilla de primerísimo nivel. A pesar de los cambios, Renfroe y Benite se mantienen como jugadores claves. Clemmons y Phillip han dado consistencia a la línea exterior en la que es baja el excajista Dani Díez.