Nzosa regresa a Málaga a la espera de una decisión sobre su futuro

A cuatro minutos y 23 segundos se ha reducido su presencia en la competición oficial. Fueron los jugados en la séptima jornada liguera ante el Cazoo Baskonia. Después tuvo que ser operado en noviembre de una rotura del tendón conjunto de los isquiotibiales, que le venía dando muchos problemas los meses previos en el Betis, sin haber podido dar su mejor versión antes tampoco en la Liga de verano estadounidense.

Nzosa ya venía de otra mala temporada, en la que se estancó tras la proyección que apuntaba en la 2020-21, la de su debut, en la tercera jornada con sólo 16 años, 10 meses y 12 días. Las lesiones no le han permitido tener continuidad alguna o estar en plenitud, de ahí su bajón estadístico y de juego en la 2021-22. Su último entrenador en Málaga, Ibon Navarro, ha llegado a reconocer también en público el alto grado de exigencia que se autoimpone, que le lleva a tolerar mal la frustración.

En junio Nzosa fue elegido por los Washington Wizards en el puesto 54º del Draft de la NBA, pero dada la evolución del jugador habrá que ver qué decisión toma sobre su futuro en los próximos meses. El Unicaja, que trata de dar continuidad a todo su bloque actual, tendrá que decantarse seguramente por una nueva cesión de Nzosa, en la que se espera que le respeten más los problemas físicos.

Nzosa tiene sólo 19 años (cumplirá los 20 a mediados de noviembre), y necesita jugar. Ahora falta analizar ofertas y decantarse por una decisión sobre su futuro. Tiene contrato con el Unicaja hasta 2026, después de su sensacional irrupción.