La cantera, al rescate del Unicaja

En la etapa en la que los efectivos del primer equipo (los positivos en Covid) tuvieron que aislarse en sus casas, las escasas que no se contagiaron comenzaron entrenarse en Los Guindos junto a un buen número de canteranas, para empezar a coger el ritmo. Además de Sofía Arcos, que ya se unió esta campaña al primer equipo, fueron dos las jóvenes que pudieron debutar con el primer equipo ya en la primera vuelta, y otras dos que lo han hecho en esta segunda.

Aunque las cuatro debutantes (todas ellas con sólo 16 años) han aportado ya su granito de arena, sin duda, hay dos nombres que ya han aprendido a destacar en Liga 2 y que han contado con más oportunidades. Estas son Cristina Noemi Ugochukwu y Daniela Ikponmwosa. Pese a lo que puedan indicar sus apellidos, ambas son andaluzas y llegan pisando fuerte a nivel nacional. La primera, alero de 1,81 de estatura, es gaditana y es uno de los talentos más prometedores de la cantera. Ya sabe lo que es acudir con la selección española sub-16, al igual que otras compañeras cajistas de su promoción, como Elena González o Eva de Meyer.

En el equipo de Liga 2 ya ha participado en 16 partidos, aunque con una media de poco más de once minutos, con la que ha conseguido 2,2 rebotes de media. Sobre ella, su entrenador del Unicaja Andalucía júnior, Álex García, valora: «Estaba en el Picken Claret y ya la conocíamos desde hacía varios años. Fue a raíz de un Campeonato de España en el que hizo muy buenos números cuando contactamos con la familia. Con la cercanía que tenía con Málaga y la oportunidad de venirse al Unicaja, aceptó. Tiene un gran físico, apunta alto».

Tanto Ugochukwu como las otras tres debutantes compaginan sus primeros minutos con el primer equipo con su papel de titulares en el conjunto júnior (donde no es extraño verlas protagonizar algún doble doble), que esta campaña ha debutado en la Primera Nacional sénior, en la que, meritoriamente, es segundo sólo detrás del Asisa Alhaurín de la Torre. Precisamente, este fue el equipo de la malagueña Daniela Ikponmwosa, hasta el presente curso. Esta ala-pívot de 1,82 de estatura ha participado ya en doce partidos, aunque también con pocos minutos. García detalla sobre ella: «Es una '4'/'5', ha llegado este año procedente del Asisa, donde hizo muy buenos números en Primera Nacional siendo cadete. Ha sido una de las revelaciones. Decidí traerla aquí. Comenzó en el júnior y poco a poco se ha incorporado en la plantilla de Liga 2».

Y del juego interior a la dirección en la cancha, porque justo las dos canteranas restantes se desempeñan como bases. Andrea Gutiérrez, de 1,62 metros de estatura, ya ha saltado a la cancha en tres partidos y, sin duda, no ha dejado indiferente a nadie con su carácter y rapidez, pese a su edad y estatura. «Es una base pura, de las más inteligentes que puede haber en España de su edad. Es verdad que, de altura, es pequeña, pero ella misma lo dice, que si quiere jugar a baloncesto tiene que estar fuerte, y lo está. Es una jugadora fija en todas las categorías inferiores de las selecciones. Destaca porque es muy inteligente, tiene carácter y asiste mucho, hace mejor a los demás», se sincera el entrenador del cuadro júnior.

Una prometedora base, a la que se le une una talentosa tiradora, también malagueña y de 1,71 de estatura. Ella es Carmen Ruiz, que ya ha jugado en cinco jornadas con el primer equipo. «Para mi gusto, es la mejor tiradora de España de su categoría. Ha ido pasando por todas las selecciones, pero nunca la ha llamado la española, quizá porque es algo bajita, pero es espectacular. Siendo júnior, el equipo la busca para tirar y eso quiere decir algo», señala García.