Alberto Díaz y Antonio Padilla posan el día que el base recogió la máscara con la que está jugando desde hace varias semanas tras romperse la nariz. SUR

El hombre que 'enmascara' al Unicaja

El ortoprotésico Antonio Padilla diseña y fabrica las máscaras que lucen los jugadores cajistas, como Alberto Díaz ahora

Viernes, 11 de noviembre 2022, 00:23

La imagen de Alberto Díaz con el rostro protegido por una máscara se ha convertido ya en habitual para los aficionados del Unicaja. La protección ... azul que luce tras romperse el tabique nasal en la tercera jornada liguera en la pista del Básquet Girona refuerza esa imagen de guerrero de un jugador que de por sí es uno de los mejores defensores de Europa. Díaz se rompió la nariz un domingo y casi al día siguiente ya tenía en sus manos esa protección con la que lleva jugando desde entonces y que le ha librado de varios golpes que seguro lo habrían mandado directo al quirófano.

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Detrás de la máscara que luce Díaz está el Centro de Especialidades Ortopédicas de Málaga (CEOM), propiedad del ortoprotésico Antonio Padilla. De su empresa han salido tanto la protección que luce el malagueño como la que utilizó Abromaitis y la de Waczynski un par de años antes. Son máscaras que son fabricadas por una impresora 3D que se basan en la tecnología de otra empresa malagueña, Fiixit, que ha revolucionado el sector de las prótesis y la ortopedia.

Se trata de un proceso en el que la rapidez es clave, pues los jugadores tienen un calendario comprimido y deben adaptarse a la máscara para jugar el siguiente encuentro. Díaz, por ejemplo, se rompió la nariz un domingo por la tarde y el miércoles estaba ya jugando contra el Dijon. Antonio Padilla lo explica así. «Cuando se produce una lesión de este tipo tenemos que tomar una serie de medidas métricas y hacer un escáner de la cabeza, que se manda a Fiixit, donde hay una serie de ingenieros industriales que lo diseñan. Una vez que recibimos ese archivo lo ponemos a imprimir en una de las impresoras 3D que tenemos en CEOM. Es importante el proceso de prueba y ajuste, porque la máscara no puede quedar ni muy apretada, porque molesta, ni muy suelta porque entonces se puede caer», detalla.

Arriba, las máscaras que usó Waczynski en su día. Abajo, una impresiora 3D realiza una prótesis. A la derecha, Abromaitis con otra de las máscaras fabricadas por Antonio Padilla.

En el caso de la máscara azul que luce Alberto Díaz, han sido necesarios algunos ajustes porque el base no tenía un buen rango de visión. «Tuvimos que agrandarle el hueco para los ojos y también realizarle algún ajuste porque se le clavaba», apunta Padilla.

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Cada máscara de este tipo es diferente en función del tipo de lesión. La de Díaz es más gruesa en la nariz para proteger el tabique nasal, mientras que la que en su día se le hizo a Abromaitis era más grande porque la zona lesionada era el pómulo. Y una curiosidad, algunos aficionados se habrán preguntado por qué la máscara de Díaz es de color azul y no verde, color distintivo del Unicaja. La explicación es simple. «Solemos poner el mismo diseño en las dos impresoras 3D que tenemos porque es un proceso que lleva unas diez horas. Las dejamos trabajando durante toda la noche las dos en previsión de que alguna de ellas pueda sufrir algún contratiempo como una avería, un corte de luz o cualquier otra cosa. En el caso de la de Alberto iba a ser negra, pero el hilo de plástico se acabó media hora antes del final del proceso y la que sí se terminó era de color azul. Al final resultó que a él la que le gustaba más era esa, así que perfecto», explica Padilla.

Alberto Díaz con la máscara que lleva usando varias semanas. ACB FOTOS

El hilo al que hace referencia el ortoprotésico es un compuesto especial de plástico ligero y elástico, pero con mucha capacidad para absorber los impactos. Esto ha permitido que Díaz haya mantenido la nariz intacta pese a que desde que se la rompió ha ido a golpe por partido en la misma zona. «Cada vez que le han dado me he puesto a sudar», confiesa con cierto agobio Antonio Padilla, por cuya empresa también han pasado jugadores del Málaga y jugadoras del Balonmano Costa del Sol.

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Padilla, como otros muchos empresarios, está orgulloso de ver cómo su trabajo y su pasión tienen ahora mucha relevancia. Pero los últimos años no fueron fáciles, especialmente por la pandemia, pero él y su hermana, que le acompaña en el proyecto, estaban seguros de que el mundo del deporte era un mercado interesante y amplio. Ahora el tiempo le ha dado la razón. «Cuando la gente escucha ortopedia lo primero que piensa es en una silla de ruedas o en plantillas para los pies y es mucho más amplia. Hay elementos que pueden solucionar muchos problemas. Mire, hace algunos años nos presentaron a Juan Navarro, un maratoniano, que llevaba un año sin poder correr porque tenía un dolor fuerte en los pies. Le diseñamos unas plantillas y ahí está, con total normalidad. Un caso curioso fue el de una corredora sueca que conocidos en el stand que tenemos en el Maratón de Málaga. Le dolía el hombro y se le caía el brazo al correr. Casi que le hicimos la prótesis sobre la marcha... La gente no asocia la ortopedia al deporte, pero hay soluciones», asegura Antonio Padilla, cuyo vínculo con el Unicaja llegó gracias a Enrique Salinas, ahora preparador físico de la selección española de baloncesto con la que hoy Alberto Díaz jugará contra Italia luciendo esa máscara azul diseñada en Málaga.

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