Un 'boquete' en el rebote lastra al Unicaja

El choque del martes ante el Metropolitans, un conjunto sin grandes pívots, que suelen ser los que más rebotes capturan, fue un ejemplo de ello. El cuadro galo acabó con 27 rechaces, por 19 del Unicaja, y eso que su juego interior no es nada del otro mundo, aunque acabó decidiendo el partido.

En lo que va de temporada, Casimiro ha comentado que esta no es una cuestión que dependa únicamente de los hombres altos del equipo, sino que afecta a toda la plantilla. El Unicaja ha perdido físico respecto a campañas anteriores; jugadores en algunos casos con una capacidad innata para el rebote, y eso se está dejando sentir. Mantiene en el equipo a Carlos Suárez, de los mejores en esta especialidad, pero el capitán, por distintas razones, casi no está jugando desde que se reincorporó tras un mes de lesión; de hecho sorprendió que no saliese a la pista en la segunda parte del partido jugado en Francia teniendo en cuenta lo que estaba pasando.

A veces se dice que el rebote es una mezcla de colocación, actitud y atención en el juego. El Unicaja, de momento está naufragando en un aspecto tan importante. Viéndolo desde un punto de vista positivo, es, además del juego interior, la gran vía de mejora que tiene el equipo malagueño en lo que queda de temporada. La cuestión es si tiene elementos para hacerlo...